Ni la actividad petrolera se normaliza, ni el
paro se mantiene; tensa medición de fuerzas
Rechaza la oposición venezolana una tregua durante
Navidad
La mesa de negociación reanudó labores,
aunque Gaviria anunció un receso por las festividades
GERARDO ARREOLA ENVIADO
Caracas, 23 de diciembre. El gobierno del presidente
Hugo Chávez no lograba hoy normalizar la actividad laboral, pero
la oposición no podía mantener en sus dimensiones anteriores
el paro de actividades, que llegó a 22 días de tensa medición
de fuerzas sin que las fiestas navideñas aligeren la crisis política
de Venezuela.
La
intervención del gobierno y la Marina de Guerra el fin de semana
prendió los motores de la industria petrolera, al movilizar barcos
tanqueros y empezar a desalojar depósitos colmados de combustible,
pero aún no está a la vista la plena reanimación del
sector.
Algunos bancos abrieron un poco más tiempo del
que habían laborado en las tres semanas anteriores, al aumentar
de tres a cinco horas la atención al público, pero no llegaron
a su horario normal de siete horas.
Comercios medianos y pequeños, bares y restaurantes,
empezaron a reabrir sus puertas en Caracas, pero grandes almacenes y empresas
de servicios permanecían cerrados en respaldo al paro que reclama
la renuncia de Chávez y el llamado a elecciones generales.
La zona metropolitana de la capital, dividida geográficamente
por clases sociales y afinidades políticas, se mantenía en
general adherida al paro en el oriente, pero en el occidente, que incluye
el casco histórico y las principales sedes del gobierno, la vida
era normal y el comercio ambulante había invadido más espacios
de los habituales.
Un mercadillo callejero en el área de Sabana Grande,
a mitad de camino entre los dos grandes territorios, era hoy un jolgorio
con cientos de puestos de reciente llegada al lugar, música salsa
a todo volumen y venta de ropa, juguetes, comida y objetos navideños.
En el rico municipio de Chacao, zona oriental, el dueño
de un restaurante español abrió el negocio después
de dos semanas de respaldo al paro y tuvo masiva respuesta de su clientela,
que celebraba las típicas reuniones de fin de año, aunque
aderezadas con coros antigubernamentales.
Por la noche, ríos interminables de opositores
volvieron a salir a la calle, esta vez portando antorchas, en una persistente
prueba de fuerza.
El paro sufrió un golpe, pero no cede. El gobierno
avanza, pero no logra el control. La oposición está herida,
pero reacciona enfurecida. Hasta ahora el dato más claro de la crisis
es la lealtad reiterada del alto mando militar a Chávez, con lo
cual el golpe de Estado queda descartado de inmediato.
La mesa de negociación y acuerdos, que facilita
el secretario general de la Organización de Estados Americanos,
César Gaviria, reanudó su trabajo después de haberlo
suspendido el fin de semana, con el traslado de un proyecto de opción
electoral a una subcomisión, que pasará a depurar la propuesta
con criterio unitario.
Pero Gaviria anunció que la mesa tendrá
un receso navideño el martes y el miércoles, para volver
a sus actividades el jueves.
El ministro de Energía y Minas, Rafael Ramírez,
estimó que "lo peor del paro petrolero ya pasó" y que esta
semana quedará regularizado el suministro de gasolina para la venta
al público, pero largas filas de automovilistas, algunas de más
de un kilómetro, aún testificaban la insólita escasez
de combustible en el quinto exportador mundial de crudo.
Ramírez
señaló que el reinicio inminente de operaciones en el Complejo
Refinador de Paraguaná, a 400 kilómetros de Caracas, y de
la planta de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en la vecina isla de
Curazao, permitirá surtir gasolina a la capital y al centro del
país.
Antes del paro PDVSA producía 2.8 millones de barriles
de petróleo, un nivel que ha caído a menos de 400 mil barriles,
según distintas estimaciones.
El gobierno propuso una tregua navideña que fue
ásperamente rechazada por la oposición.
"En estos días lo más importante es evitar
que la violencia cope todo el espacio, y por eso yo pienso que una tregua
es sumamente saludable para todos", dijo por la mañana el vicepresidente,
José Vicente Rangel.
Seguirán las marchas
Por la tarde, el presidente de la Confederación
de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega, uno de los líderes
opositores, dijo que para el movimiento antichavista "no hay Navidad",
y que mantendrá el paro de labores y las marchas callejeras.
Ortega llamó a los opositores a salir a la calle
a la medianoche del martes 24 para lanzar "un gran cacerolazo" contra
el gobierno.
En el puente sobre el lago Maracaibo, al occidente del
país, la Guardia Nacional dispersó con perdigones y gas lacrimógeno
una manifestación opositora, mientras líderes sindicales
de la marina mercante acudían a la embajada de Estados Unidos para
informar sobre la situación en los buques tanqueros, cuyas tripulaciones
rebeldes están siendo depuestas del mando.