Encuentro en Berlín de casi 300 compañías
del ramo en 14 mil metros cuadrados
La feria erótica Venus, opción para vencer
el frío invierno en Alemania
Informan que se busca satisfacer la práctica
sexual más frecuente: la masturbación
ALIA LIRA HARTMANN CORRESPONSAL
Berlin, 23 de diciembre. Las estrategias para vencer
el frío durante el invierno en Alemania son de una diversidad inimaginable
para ciudadanos de países como México, donde la generosidad
del clima resuelve distintos aspectos de la vida cotidiana.
Las opciones pueden comenzar con la compra de un buen
equipo de vestimenta invernal, como ropa interior térmica, una buena
chamarra, guantes, gorros, bufandas y botas para la nieve; o bien ingerir
bebidas alcohólicas calientes.
Pero
en caso de no ser eso suficiente o resultar una solución demasiado
estorbosa cargar con tanta ropa, existe una opción que en muchos
casos puede provocar que las temperaturas corporales logren elevarse: recorrer
una de las más de 20 ferias eróticas que en este país
se celebran en las principales ciudades durante todo el año.
Berlín se apunta con el acto más importante
en esta categoría, la Venus, la feria erótica internacional
más grande del mundo. En una superficie de 14 mil metros cuadrados
y con casi 300 empresas participantes, la industria del ramo se reúne
cada año para presentar sus productos y servicios, así como
para realizar sus negocios.
Los organizadores aseguran que el sector erótico
ha evolucionado considerablemente y este año se batió un
nuevo récord, con 21 países participantes, siendo Brasil
el primer país latinoamericano que participa en esta versión.
En entrevista con La Jornada, el presidente de
la Asociación Alemana de la Industria Erótica informó
que esta industria adquirió el estatus legal que ahora detenta a
inicios de los años 70.
Antes toda la producción en Europa de este ramo
estaba en manos de los países nórdicos, de Holanda principalmente.
Informa también que en la actualidad gran parte de los protagonistas
de producciones triple X provienen de países del este de Europa.
Para el que por primera vez visita la Venus, lo primero
que sorprende es el precio de entrada: alrededor de 300 pesos mexicanos
le costará darse una vueltecita, que con seguridad se prolongará
por varias horas (el que quiera azul celeste, que le cueste). Mucho que
ver, en grandes cantidades y dimensiones, para todas las orientaciones
sexuales.
La producción de películas para adultos
alcanza varios centenares durante el año, y lo que el cliente de
un video-club acude a rentar -sabiendo que el dueño tiene un guardadito
de esta especialidad detrás del mostrador-, en las instalaciones
de la Venus no sólo se puede apreciar a todo color y en alto número
de decibeles, sino en pantallas gigantes.
Los asistentes recorren la feria sin amontonarse frente
a estas proyecciones. No hay necesidad: unos pasos más adelante
se puede "apreciar" la siguiente exhibición tal vez en una pantalla
aún más grande que muestre en comparadas dimensiones a los
protagonistas con sus muy bien escogidas y, en muchos casos, ya intervenidas
anatomías.
Strip-tease, poses, premios...
El
público mayoritario aunque no exclusivamente masculino recorre la
feria entre pantalla y pantalla, espectáculos de señoritas
enjauladas haciendo strip-tease, alguna otra con un esclavo postrado
a sus pies, parejas ejecutando sensuales movimientos, atractivas modelos
promocionando los muchos productos que esta industria produce para el placer
de los más variados gustos.
También algunas intérpretes de este género
recorren la feria prestas a dejarse fotografiar por la prensa autorizada
en las poses que les sean solicitadas, mostrando también sus encantos
debajo de ajustados atuendos, sin el menor atisbo de ropa interior.
La Venus otorga también premios anuales en más
de 20 categorías, entre las que destacan mejor producción,
intérpretes, revelaciones y directores del año. En esta ocasión,
Larry Flynt, célebre editor de la revista estadunidense Hustler,
acudió a Berlín para recibir el premio de honor a la mejor
trayectoria dentro de la industria erótica.
La cantidad de productos que se ofrecen en esta feria
son aquellos que se encuentran generalmente en tiendas eróticas,
que en Alemania alcanzan la cifra de mil 200 negocios, por lo que es el
país con más sexshops en el mundo.
En la Venus se exhibe lo más innovador en materia
de artículos eróticos. Los organizadores aseguran que, al
contrario que en materia del tabaco y en otros bienes de consumo, el cliente
de este sector desea que se le presenten de forma continua nuevos productos,
para que el comerciante ofrezca a su vez a sus clientes artículos
que no pueda encontrar en cualquier esquina.
Para aquellos cuya información sobre la variedad
y los usos de estos artículos eróticos es limitada, o bien
cuando ya estando en la tienda no se atreve a preguntar sobre la muy particular
aplicación de un instrumento, existe un diccionario, que por cierto
ya busca traductor al español.
Se trata del Diccionario de artículos eróticos,
producto del trabajo que durante un año realizaron Sab Shönmayr,
periodista, y Martin Kessel, empresario y fundador de la primera condonería
en Alemania.
El volumen recoge unos 600 términos relacionados
con el mundo de la sexualidad y el erotismo, informa sobre usos, aplicaciones
y advertencias para la salud de algunos de los artículos eróticos
que se encuentran en el mercado; también presenta definiciones de
prácticas sexuales que difícilmente, según los autores,
se preguntarían en voz alta.
Incluye también algunas entrevistas con expertos
en la escena erótica. En conversación con La Jornada,
Kessel asegura que la industria erótica, con todos los productos
y servicios que ofrece, va encaminada a un solo objetivo: la práctica
sexual más frecuente, segura y exitosa, la masturbación.
En
la Venus no podía faltar la presencia de Lilo Wanders, actriz de
teatro y cabaret, icono del erotismo alemán, quien en entrevista
exclusiva con La Jornada expresó su sorpresa y agrado por
la presencia de un medio informativo mexicano en un acto de esta naturaleza,
donde Latinoamérica apenas se deja ver.
Lilo, moderadora del programa nocturno Wahre Liebe,
cuya traducción al español sería Amor verdadero,
informó sobre la naturaleza del mismo: "es un espacio de información
y entretenimiento sobre aspectos de sexualidad y erotismo.
"Reporta sobre todas las formas, variaciones y preferencias
de la sexualidad humana. Reportamos también sobre las novedades
del mundo erótico y tenemos entre nuestros invitados parejas que,
sin ser celebridades, comparten con nosotros aspectos de su sexualidad.
Es el único programa en su tipo con una alta calidad de contenido,
basado en un trabajo de investigación presentado de manera seria,
pero al mismo tiempo con mucho humor; de ahí que tenemos ya casi
ocho años y medio de transmisión ininterrumpida."