La jornada laboral para comprar básicos
pasó de 9 a 41 horas
En 20 años el mínimo perdió 81%
de su poder adquisitivo
PATRICIA MUÑOZ RIOS
Hace 20 años, con un salario mínimo se podía
adquirir 52.70 litros de gas doméstico, o bien 25 kilos de tortilla
o 292 piezas de pan blanco, pero en diciembre de 2002 esa remuneración
sólo alcanza para 6.7 litros de gas -menos de una tercera parte
de un tanque chico- u ocho kilos de tortillas, que es para lo que alcanza
hoy dicha percepción.
Entre 1982 y 2002 la canasta básica alimentaria
aumentó casi 400 por ciento más que el minisalario, y prácticamente
en ninguno de los sexenios en los que se ha aplicado la política
neoliberal ha sido posible adquirirla con dicha remuneración, revela
una investigación del Centro de Análisis Multidisciplinario
de la Facultad de Economía de la UNAM, realizada por los economistas
Luis Lozano Arredondo y David A. Lozano Tovar.
Destaca que en el país hay 10 millones de mexicanos
que tuvieron que incrementar su jornada laboral a más de 48 horas
semanales para completar sus percepciones.
Señalan que el poder adquisitivo del salario mínimo
ha continuado su proceso de deterioro, iniciado a principios de 1977. Así,
del primero de diciembre de 1982 al 10 diciembre del presente año,
esta remuneración ha perdido, en términos reales, 81 por
ciento de su poder de compra.
Veinte años atrás, con el mínimo
se podía adquirir 93.5 por ciento de la canasta básica, y
en diciembre de 2002 únicamente es posible comprar 19.3 por ciento
de ésta. Según apuntan los analistas, la disparidad se da
por dos vertientes: la primera es que los productos básicos han
acumulado un incremento de 70 mil 383 por ciento, mientras que el mínimo
ha crecido únicamente 14 mil 534.5 por ciento.
Detallan que en la actualidad, para tener acceso a esta
canasta, el empleado que gana un salario mínimo y su familia necesariamente
tienen que sumar jornadas laborales. Es decir, deben trabajar la esposa
y/o los hijos hasta completar cuatro jornadas para poder adquirir los básicos.
"Tal situación expresa la condición de pobreza de la persona
que obtiene esta percepción, que no puede satisfacer sus necesidades
mínimas básicas"; cada hogar debe incorporar más elementos
a trabajar, o bien, laborar en dos o tres trabajos más para tener
acceso a la canasta básica, expone el análisis.
Sus estadísticas señalan que el tiempo de
trabajo necesario para acceder a dicha canasta, que en 1982 era de nueve
horas, ahora es de 41.
"En relación con el Metro, en 1982 se compraban
243.75 boletos con un salario mínimo, ahora sólo 21, lo que
significa que al cierre de 2002 únicamente se puede adquirir 8.9
por ciento de lo que se adquiría en aquel entonces con esta remuneración".
Sólo en los dos años del gobierno de Vicente Fox se acumula
una pérdida de poder de compra de 11.67 por ciento, apuntan en el
documento.
La investigación detalla que el salario mínimo
es un parámetro que permite diferenciar la desigual distribución
y concentración del ingreso; por ejemplo, una maestra de escuela
obtiene 1.54 minisalarios diarios. De acuerdo con esta remuneración,
un velador necesita 29.22 horas de trabajo para acceder a una canasta básica,
y un cajero o una mecanógrafa deben laborar 29.17 para el mismo
propósito, a diferencia del presidente de la República, un
secretario de Estado o un general de división, que la compran con
menos de media hora de trabajo.
Esto es porque una maestra de escuela primaria gana 50
mil 400 pesos anuales; el rector de la UNAM percibe un millón 200
mil; un secretario de Estado, un millón 791 mil; un general de división,
un millón 933 mil; un director general de una empresa grande, 2
millones 103 mil, y el Presidente, un millón 860 mil pesos.
Así, la situación de los trabajadores, los
campesinos y el pueblo de México no ha mejorado durante los dos
primeros años del gobierno de Fox, y amenaza con empeorar, porque
las pretensiones de Carlos Abascal de reformar la Ley Federal del Trabajo
apuntan a que se encabezará una amplia ofensiva del gran capital
contra los derechos laborales.