REPORTAJE /TRANSICION POLITICA EN MEXICO
Desde el poder, la extrema derecha busca influir en la sociedad civil
Uso del condón, aborto y libertad de expresión, entre los temas que cuestiona
El titular de la Secretaría del Trabajo, Carlos Abascal, considera que ya es tiempo de un acuerdo iglesias-gobierno para impulsar valores éticos de justicia, honradez y veracidad
ELIZABETH VELASCO C.
Identificados ideológicamente con los valores de la jerarquía católica, los grupos de extrema derecha ejercen desde sus cargos públicos un activismo político-religioso que ha confluido en la difusión de valores y acciones comunes con el ánimo de influir en el destino de la sociedad civil.
En diferentes coyunturas se han aliado para rechazar los métodos anticonceptivos y el uso del condón, exigir la prohibición total del aborto y cuestionar la libertad de expresión y las palabras que tildan de "obscenas y profanas". Por medio del despliegue de campañas buscan "moralizar" a los medios de comunicación e insisten en impartir educación religiosa en escuelas públicas.
La identificación, eventualmente, se gestó desde la tierna infancia. Es el caso del titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Carlos María Abascal, cuya devoción religiosa le fue inculcada en el seno familiar. Durante su adolescencia estudió en un seminario para ordenarse sacerdote, aunque declinó en el tercer año.
Su padre, Salvador Abascal Infante, perteneció a la organización clandestina La U, y fue dirigente de la Unión Nacional Sinarquista (UNS), creada en mayo de 1937. Este cónclave, con ciertas influencias del nazismo y del franquismo, surgió de las Legiones, grupo también clandestino que nace en 1932-1934 y se nutre de las congregaciones marianas. La UNS participa en el activismo de Pro Vida.
En su libro A Dios lo que es de Dios (Aguilar, México, 1994), Carlos Martínez Assad refiere que Abascal Infante provenía de una familia acomodada que en 1915 quedó en la pobreza absoluta a causa de la anarquía que reinó en el periodo revolucionario. A consecuencia de ello, "el niño Abascal (padre) odió la Revolución y a los revolucionarios, porque trastocaban el orden social y la tranquilidad familiar".
Salvador, el hermano de Carlos, ha estado al frente de la UNS; del Instituto Superior de la Cultura Democrática, organización financiada por la Fundación Nacional para la Democracia de Estados Unidos, vinculada con el PAN y el Partido Republicano, y ha sido legislador de Acción Nacional en diferentes periodos, actualmente en la ALDF.
El titular de la STPS egresó de la Escuela Libre de Derecho. Igual que Josefina Vázquez Mota, secretaria de Desarrollo Social, y Arsenio Díaz Escalante, director del Fonacot, cursó el programa de alta dirección de empresas, en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE), uno de los centros formativos del Opus Dei, que en 1949 se estableció en México y Estados Unidos para enfocar, como los Legionarios de Cristo, gran parte de sus esfuerzos en la educación de las elites. Ha ejercido activismo político-religioso desde la Confederación Patronal de la República Mexicanan (Coparmex), lo mismo que su colaborador Jorge Andrés Ocejo Moreno dentro del PAN y en organizaciones que han sido auspiciadas por el primero o apoyadas por ambos.
Al arribo de Carlos Salinas a la Presidencia, Ocejo manifestó el beneplácito de la Coparmex por la presencia de representantes de la Iglesia católica en el acto de transmisión de poderes, en diciembre de 1988. En cambio, repudió las invitaciones que para el acto se hicieron a los mandatarios de Cuba, Fidel Castro, y de Nicaragua, en ese entonces Daniel Ortega, a quienes calificó de "dictadores".
Como secretario de Relaciones de Acción Nacional, cargo que ocupó de 1999 a 2000, Ocejo informó en agosto de 1999: "En el marco de sus actividades internacionales, el PAN decidió integrarse recientemente como miembro de pleno derecho a la Internacional Demócrata Cristina". Ha defendido además la vieja demanda de los grupos conservadores de modificar el artículo tercero constitucional e impartir y cimentar "en valores" la enseñanza pública.
En 1992, con las reformas a los artículos 130, 3Ɔ, 4Ɔ y 27 de la Constitución -que dan personalidad jurídica a las iglesias para poseer bienes, validez oficial a los estudios en seminarios, otorgan a los ministros de culto el derecho a votar y a las escuelas particulares a impartir educación religiosa, y otros cambios-, el crecimiento de las organizaciones de filiación católica y asistencialistas (regionales, nacionales e internacionales) se dio de manera casi exponencial.
En esa década la Coparmex, junto con militantes y dirigentes del PAN, apoya a diversas organizaciones de filiación religiosa y une esfuerzos con ellas para rechazar las propuestas en favor de la despenalización del aborto y la educación sexual; defienden la educación religiosa y respaldan a la jerarquía católica en algún conflicto con el Estado.
En agosto de 1993 diversas agrupaciones se opusieron a las presentaciones en México de la cantante Madonna, entre ellas la Coparmex, la UNS, los Caballeros de Colón y el Centro Cívico de Solidaridad, conocido como Cecisol, creado en 1985 por un grupo de empresarios encabezados por José Barroso Chávez, quien en 1996 promovió el segundo encuentro con políticos y legisladores de América, del Consejo Pontificio para la Familia, al que asistieron Carlos Abascal y Carlos Medina Plascencia, por citar algunos.
Desde la Coparmex, en noviembre de 1997, Abascal creó Vertebra, organización que dirigió al dejar esa cúpula patronal. Según él afilió a más de 200 agrupaciones, y entre otros objetivos tenía el de "coadyuvar a la construcción de un país respetuoso de la persona humana, de sus derechos y deberes, de la verdad y la justicia".
Empresarios de Nuevo Léon, de la Confederación Nacional de Consejos de Instituciones de la República Mexicana, se negaron a formar parte de Vertebra y denunciaron la intención de Abascal de crear "una organización arribista, con intenciones políticas de coyuntura, de cara al proceso sucesorio de 2000".
Integró Vertebra una amplia red de instituciones de asistencia privada, centros empresariales, universidades, ONG y asociaciones civiles. Entre ellas, Imdosoc, Red de Redes, Red Familia, Unión de Padres de Familia, Anunciación, Viva la Vida México (en 2000 juntó a más de 20 mil personas en la marcha Por la vida, para exigir la derogación de la llamada Ley Robles sobre el aborto) y otras que además cuentan con agencias de comunicación como Anunciación, Comunicación Altruista y el Centro de Comunicación Cristiana de Bienes. Por ejemplo, desde 1996 Anunciación cuenta con una agencia informativa, una productora de radio y video, 80 espacios permanentes en radio y tv, y edita el semanario Todos somos hermanos. A su vez, Imdosoc edita, entre otras, la revista Signo de los Tiempos (www.signodelostiempos.com).
El activismo político de Vertebra fue determinante en el proceso previo a la elección presidencial de 2000. En mayo de 1999, en la celebración de sus 62 años de vida, la UNS reunió en Guadalajara a unas 2 mil personas, la mayoría campesinos, que marcharon portando pancartas con la leyenda "Viva Cristo Rey", para reprobar el aborto.
En esa ocasión, los manifestantes subieron al presídium banderas tricolores manchadas de sangre, en memoria de los "mártires sinarquistas", y el relecto "jefe del sinarquismo", Leonardo Andraca, declaró que estaba en pláticas con las agrupaciones de Vertebra para "acordar y proponer" a un candidato a la Presidencia para 2000, para que "sea una persona limpia y honesta".
El 6 de abril de 2000, a unos meses de las elecciones, Vertebra, junto con 92 grupos simpatizantes de Provida (católicos, organizaciones de la extrema derecha vinculadas con la Iglesia católica, cámaras empresariales y algunas escuelas e instituciones filantrópicas) exigen en un desplegado en los medios impresos, bajo el membrete Red Familia, varias demandas para el "fortalecimiento y salvaguarda" de los "principios fundamentales" de la familia.
Además de rendir culto a la Virgen de Guadalupe en actos públicos; de exhortar a los funcionarios de la STPS a asistir a la celebración de misas promovidas por él mismo; de censurar la lectura de libros de Carlos Fuentes, de Gabriel García Márquez y otros, Abascal abiertamente declara que ya es tiempo de que se establezca un acuerdo entre las iglesias y el gobierno para, en temas comunes, "impulsar los valores éticos de justicia, honradez y veracidad en la comunidad" mexicana.