Reinició temporada ayer en su escenario tradicional: la Arena México
Regresa el circo Atayde al DF apoyado por artistas cubanos
La compañía propuso al CNCA crear una escuela de artes y oficios circenses
JAIME WHALEY
El circo, ese espectáculo que, como apuntara el cineasta Fellini, contiene potencialmente a todas las demás formas del espectáculo, llegó de nuevo a la gran capital pues el Atayde abrió temporada en Navidad.
Luego de su asociación con la empresa Rac en los dos pasados años, en que se presentó en el Palacio de los Deportes, el Circo Atayde regresó a lo que puede considerarse su escenario tradicional en el Distrito Federal, la Arena México, desde ayer 25 de diciembre. Esta es la quincuagésima temporada ininterrumpida en la que el circo se presenta en la capital del país.
Para esta temporada, en la que festeja el aniversario 115 de su fundación, ocurrida en agosto de 1888 en Mazatlán, Sinaloa, el Atayde presentará un programa sustentado principalmente por figuras del arte circense cubano, de los más cotizados en la actualidad, al decir de Alfredo Atayde, uno de los propietarios del que es considerado el circo mexicano más antiguo, que no está exento de la clonación o la piratería de su marca registrada en el Instituto Mexicano de la Protección Industrial, al existir algunas otras compañías que utilizan su nombre.
Al respecto, el empresario reconoció que los circos son como los ambulantes para el comercio establecido, pues hay alrededor de 300 grupos que operan sin cumplir con los requisitos de las autoridades.
Una veintena de números conforman el programa a presentarse por apenas 18 días (debido a compromisos de la Arena México) en el coso de la colonia Doctores, lugar donde se estableció el circo desde 1960, cuando dejó su terreno de calzada de Tlalpan, ya que esa arteria fue convertida en vía rápida.
Las actuaciones de los artistas cubanos, entre los que destacan los de la Trouppe Habana, trapecistas que lo mismo trabajan en bungees a gran altura que en básculas a ras del piso -aunque, desde luego, en este acto no dejan de volar-, están respaldadas por la intervención de los hermanos Rodogel, trapecistas volantes que darán la cara por el bando mexicano.
Los trapecistas mexicanos tienen bien ganada fama tanto en redondeles nacionales como en el mercado extranjero, donde se cotizan caro pero sus actos son muy apreciados, por lo que, al decir de Federico Serrano Díaz, publicista e historiador del Atayde, esa es la razón de que se les vea poco en pistas del país.
Para remediar esa carencia de artistas, el Atayde, según informa Serrano, propuso al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) la creación de una escuela de artes y oficios sobre la ancestral arte escénica que es el circo, que en México recibe poco o nulo apoyo de las autoridades. La escuela podría tomar forma en los meses venideros.
En cuanto a más artistas nacionales que participarán en esta temporada destaca también El gran Sebastián, antipodista que presenta un número casi ritual al darle vuelta, con los pies, a un cilindro tal como lo hacen algunos indígenas del estado de Guerrero.
Entre otros atractivos de temporada, el Atayde presentará a Versace, payaso que se abre paso en la difícil labor de hacer reír y, por el lado de los animales a los chimpancés educados, además de los ya conocidos caballos y elefantes, una docena de tigres de Bengala, manejados por Ricardo Aguilar, y a la jirafa George, a la que los peques podrán acercarse y hasta darle de comer. Los equinos, por si alguien se interesa en saber, fueron prácticamente los primeros animales del circo moderno, que nació en Gran Bretaña a fines del siglo XVIII, cuando un sargento del ejército inglés, Phil Astley, descubrió que la fuerza centrífuga permitía que un humano pudiera mantenerse en pie sobre el lomo de un caballo que galopara en círculo. Esta acotación es debida a las indagaciones de Serrano, quien el año entrante publicará un libro sobre la materia.
Las funciones del Atayde serán de lunes a viernes a las 17 y a las 19:30 horas, mientras que los sábados habrá tres horarios: 12, 17 y 19:30 horas, mientras que el domingo las funciones son a las 12, 16 y 19 horas.
Las entradas van desde 30 pesos en galería hasta 250 pesos en palco.