Teresa del Conde
Inconformes
El viernes 20 de diciembre Merry Mac Masters publicó en esta sección un reportaje que tiene como tema principal a María Izquierdo y como protagonista a Luis Martín Lozano, autor de un nuevo libro sobre la pintora que no he visto y por lo tanto me encuentro en la imposibilidad de comentarlo. Empero, es importante no limitar el tema al libro de Lozano, sino traer a colación toda la polémica que existe en torno a la denominación de Izquierdo como monumento artístico. He sostenido conversaciones con varias personas a quienes conciernen estas cuestiones, sean o no propietarias de obras de la pintora de San Juan de los Lagos, Jalisco. La respuesta unánime al respecto es negativa. No debió formularse la declaratoria y menos sin haber consultado a expertos y posibles afectados. El quid del asunto está en eso y también en otro punto: Ƒpor qué la titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), Sari Bermúndez, se aprestó a seguir la idea de Lozano? ƑCuál es la razón que indujo a Saúl Juárez, director del Instituto Nacional de Bellas Artes, a secundar el proyecto? Hace varios años existió moción similar que ahora terminó por concretarse. Javier Barros Valero sí escuchó razones y hubo consultas al por mayor. ƑEs que no se guarda memoria en este país?
La única razón válida que avalaría la declaratoria sería que María Izquierdo merece ser enaltecida como figura principalísima en el arte mexicano e internacional, pero resulta que ese no es el punto principal que animó la aplicación, pues "nombrar monumento artístico únicamente por dar un título rimbombante no es correcto".
No me encontraría escribiendo esta nota si no supiera que una cantidad sustanciosa de las obras solicitadas en préstamo para la exposición de Izquierdo, ahora vigente en el Instituto Cultural Cabañas, fue en su mayor parte negada por los coleccionistas después de la declaratoria del 24 de octubre. Tampoco me mostraría inconforme si no supiera que el principal coleccionista de Izquierdo ha logrado promover a la pintora más que cualquier otra instancia. De igual manera he sabido que no pocos "prospectos" de artistas difuntos, posibles candidatos a convertirse en "monumento artístico", salieron ya del país: colecciones enteras, se dice.
Son espinosos estos asuntos. Las autoridades no debieran acoger ideas sin calibrarlas a fondo, sin conocer sus respectivos antecedentes con todo detalle. Algo que resultaría indispensable sería la revisión minuciosa de esas leyes anacrónicas y absurdamente nacionalistas que tienen décadas de haberse promulgado y que no han sido objeto de revisión.
Por último: muy bueno y muy santo que la aparición del libro de Luis Martín Lozano, María Izquierdo. Una verdadera pasión por el color, coincida con una exposición de Izquierdo, pero Ƒqué necesidad había de que además se promulgara la declaratoria? ƑLa exposición y el mismo patrocinio del CNCA no promovían suficientemente tanto a la pintora como al autor del libro? ƑEra necesario emitir ese documento que ha molestado a tantos?
"Una verdadera pasión por el color". ƑQué pintor-pintor no la experimenta? Ese solo enunciado debió haber puesto en guardia a las poco observadoras autoridades de la cultura, que muestran nulos o extraordinariamente escasos conocimientos lingüísticos, porque no hay pasiones verdaderas y falsas. Hay pasiones, así nomás. Y que María Izquierdo, sin quererlo, se ha convertido en vértice de pasiones, eso es indudable, pero no debido al color.