En el medio rural del país uno de cada seis niños presenta desnutrición "activa" ligada a la situación de pobreza. En México existe aproximadamente un millón de niños entre cero y cinco años con crecimiento insatisfactorio, y de acuerdo con un estudio sobre la miseria nacional, en el norte están más desarrollados, en el centro presentan desarrollo intermedio y en el sur se presentan los problemas graves.

Héctor Bourges Rodríguez, del Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán y catedrático de la Facultad de Química de la UNAM, afirmó lo anterior y agregó que mientras en Sonora aproximadamente 87 por ciento de los niños registra un crecimiento normal, 63 por ciento de los pequeños en Guerrero están desnutridos y 10 por ciento padece la desnutrición más grave, es decir, de tercer grado.

Después de Guerrero, el área rural de Yucatán ocupa el segundo lugar en materia de desnutrición, seguida de Chiapas, Puebla y Veracruz. El experto subrayó que si se toma el promedio del área rural del país, la desnutrición infantil alcanza 42.8 por ciento, en su mayoría en primer grado, la menos grave. La encuesta nacional de salud pública de 1999, que estudió a más de 20 mil familias de diferentes sectores del país, particularmente urbanos, observó desnutrición activa grave en 2 por ciento de los niños. "Pero no debemos confiarnos demasiado en esa reducción de las cifras, porque en zonas específicas, por ejemplo Guerrero, los índices siguen altos, aunque el promedio nacional se haya reducido", advirtió.

Además, México tiene un "serio problema" por la anemia por deficiencia de hierro, pues se calcula que la padece la mitad de los niños entre uno y dos años de edad, lo que repercute en el desánimo del menor e interfiere en el aprendizaje de aspectos fundamentales como la interacción social y el desarrollo del lenguaje.

Otro grupo de riesgo es el constituido por las mujeres embarazadas, porque requieren mayor y mejor alimentación. Sin embargo, en el medio rural -"aunque cada vez ocurre menos"- la madre pasa del embarazo a la lactancia y a una nueva etapa de gestación sin periodo de descanso, lo que le provoca desnutrición al igual que al niño.

"De acuerdo con investigaciones recientes, hay posibilidad de que los niños que padecieron desnutrición intrauterina tengan mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas en la edad adulta: obesidad, diabetes mellitus tipo dos, hipertensión arterial, aumento de colesterol y algunos tipos de cáncer", señaló Bourges Rodríguez.