El régimen comunista se aisla mediante
sus amenazas, advierte Washington
Pyongyang da por terminada moratoria de pruebas de
cohetes de largo alcance
Desarrollará armas atómicas para
protegerse de las bravatas de EU, dice Corea del Norte
DPA, REUTERS Y AFP
Pekin, 11 de enero. Corea del Norte dio por terminada
hoy su moratoria de pruebas de cohetes de largo alcance, anunció
el embajador de ese país en Pekín, Choe Kin Su.
En conferencia de prensa, Su informó que Corea
del Norte podrá desarrollar en el futuro armas atómicas para
protegerse de las amenazas nucleares de Estados Unidos.
La "política hostil" y la "violación sistemática"
de Estados Unidos ha invalidado todos los acuerdos con Corea del Norte,
y la autodeclarada moratoria de pruebas de cohetes "no es excepción
alguna", precisó.
Interrogado si Corea del Norte reanudará ahora
las pruebas de cohetes, el diplomático respondió: "Podemos
probar. Probaremos. Quién sabe".
El
anuncio se produce un día después que Pyongyang anunció
su retiro unilateral del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP)
que se refiere a la transferencia y producción de armas atómicas.
Su indicó que la retirada de Corea del Norte del
TNP fue "una legítima medida de autodefensa tomada contra las acciones
de Estados Unidos para sofocar a mi país".
Corea del Norte usará sus programas nucleares sólo
para generar electricidad "en esta etapa" y "no tiene intenciones de desarrollar
armas nucleares", indicó. "Si Estados Unidos no cambia su actitud,
este problema (de las armas nucleares) puede complicarse", agregó.
Corea del Norte tiene derecho a poseer armas atómicas
"para protegerse de un ataque nuclear" por parte de Estados Unidos, precisó
el embajador.
No obstante, el diplomático señaló
que el gobierno de Pyongyang espera aún resolver mediante diálogo
la crisis con Washington, y agregó que estaría dispuesto
a permitir inspecciones para demostrar que no posee armas nucleares "si
Estados Unidos abandona su política hostil de sofocar a Corea del
Norte y cesa su amenaza nuclear contra nuestro país".
Corea del Norte anunció su moratoria de las pruebas
de cohetes de largo alcance en septiembre de 1999, tras experimentar su
último cohete en 1998 sobre el espacio aé-reo de su vecino
Japón.
Por su parte, un funcionario de alto rango del gobierno
estadunidense indicó que "este tipo de amenazas y de posibles acciones
sirven sólo para aislar más a Corea del Norte".
Fuentes diplomáticas con lazos estrechos con Pyongyang
dijeron a Reuters en Tokio que Corea del Norte aceptaría abandonar
sus planes nucleares si Washington reafirma una declaración conjunta
de 2000 en que ambos estados expresaron no tener "intenciones hostiles"
entre sí.
En tanto, más de un millón de personas se
manifestaron este sábado en las calles céntricas de la capital
norcoreana en favor de la retirada de su país del TNP, informó
la agencia oficial KCNA.
Según datos del gobierno de Corea del Norte, los
manifestantes "se reunieron en la plaza Kim Il Sung y en otras partes de
la ciudad con un ferviente odio contra los imperialistas estadunidenses".
El primer ministro norcoreano, Hong Song Nam, leyó
en el acto el texto de la renuncia del país al TNP. Altos funcionarios
del Partido Comunista y del gobierno estuvieron presentes, señaló
KCNA.
Los oradores defendieron la decisión norcoreana
como una "medida legítima de au-todefensa", y aseguraron que el
país está dispuesto a tomar todas las medidas necesarias
para una "lucha a vida o muerte" por la soberanía de la nación.
Asimismo, el gobernador demócrata de Nuevo México
y ex embajador de Estados Unidos en la Organización de Naciones
Unidas, Bill Richardson, señaló tras concluir tres días
de conversaciones con delegados norcoreanos que Pyongyang está dispuesto
a "congelar" sus plantas nucleares, pero que necesitan dialogar.
Según Richardson, los delegados norcoreanos dijeron
que Pyongyang está listo para iniciar conversaciones directas con
Washington para discutir sobre la crisis. El gobernador de Nuevo México,
calificó el encuentro como un "éxito" y señaló
que ayudó a aliviar la tensión.
Ningún responsable de la administración
republicana participó en las conversaciones, pero Richardson se
mantuvo en permanente contacto con el secretario de Estado estadunidense,
Colin Powell, a quien deberá presentar un informe de las mismas.