El propósito es certificar servicios
de gobierno y ONG, señala María Eugenia Reza
Formulará el DIF normas para regular la asistencia
social
Buscan "poner orden" en agrupaciones no profesionales
que laboran sin seriedad y reciben financiamiento Aunque la acreditación
será voluntaria, quienes lo hagan "tendrán un plus"
CAROLINA GOMEZ MENA
Con el propósito de "regular y certificar el quehacer
de la asistencia social", que en particular desarrollan las organizaciones
civiles, y así evitar el oportunismo y la improvisación en
la materia y, por el contrario, promover la profesionalización en
esta actividad, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia
(DIF) elaborará normas mexicanas que establezcan los "lineamientos
mínimos requeridos para brindar determinado tipo de servicio en
el ámbito de la asistencia social".
Con
ésta y otras acciones se prevé "situar al DIF como órgano
rector y normativo de la asistencia social", señaló María
Eugenia Reza Cervantes, directora de Modelos de Atención del DIF,
quien detalló que la intención es que durante este año
quede instalado el comité técnico nacional de asistencia
social, instancia que sería presidida por el DIF y tendrá
por función elaborar las normas mexicanas de "observancia voluntaria,
no oficiales, no obligatorias".
Al subrayar que es un "proyecto prioritario de la directora"
general del DIF, Ana Teresa Aranda -funcionaria que ha recibido duras críticas
de diversas organizaciones no gubernamentales (ONG), en especial por el
programa De la calle a la vida-, Reza Cervantes descartó que ésta
sea una forma de acallar críticas, o bien pueda ser tomada como
represalia gubernamental contr algunos sectores, y adelantó que
"este es un proyecto que está listo".
Norma mexicana
-¿Cuál es la intención?
-Impulsar la profesionalización de los servicios,
generando normas mexicanas que permitan a los organismos de la sociedad
civil y de gobierno -los mismos sistemas DIF estatales- certificarse con
un organismo de tercera parte, que les dé fe de que están
cumpliendo con los lineamientos mínimos requeridos para brindar
determinado servicio en el ámbito de la asistencia social. En ese
sentido, lo que pretendemos es que si hay un programa de atención
a la mujer, haya una norma mexicana que regule ese proyecto, que permita
certificarte y que tú con tu certificado estés avalada de
que estás haciendo las cosas de manera correcta.
-¿Cómo tomarán las ONG este proyecto?
Quizá muchas lo consideren una agresión.
-Es curioso, pero surge como solicitud de las ONG, sobre
todo las que tienen una trayectoria de seriedad y trabajo y las que trabajan
en el ámbito de atención a niños de la calle. Y es
que hay muchas que laboran muy seria y profesionalmente, pero también
hay otras que surgen y desaparecen o cuentan con personal que no está
capacitado, que no tiene idea, que muchas veces ni siquiera tiene una carrera
profesional. Pero el asunto es que no hay quien las regule, finalmente
aquí pueden surgir y desaparecer y conseguir financiamientos nacionales
e internacionales y al otro día ya no están. Por eso dicen
que hay que ponerle orden, porque nosotros mismos reconocemos que hay instituciones
que no son lo más serio del asunto y el actuar de esas instancias
va contra el trabajo serio que hacemos los demás.
-¿El comité será plural?
-Sí, tendrán representatividad los diferentes
sectores. La idea es instalar un comité técnico nacional
de asistencia social a través de la Secretaría de Economía
(SE), pues ésta tiene la obligación o responsabilidad de
vigilar el cumplimiento de la Ley Federal de Normalización y Metodología,
que habla de las normas mexicanas que regulan los servicios. La intención
es que la SE instale el comité y ceda la presidencia al DIF nacional,
y luego éste tenga representantes de los diferentes sectores; de
los sistemas estatales y municipales, de organizaciones de la sociedad
civil e incluso de las instituciones financiadoras de las ONG. Ese comité
formará grupos técnicos para generar normas específicas
para niños, mujer y familia, adultos en desamparo, personas con
capacidades diferentes, entre otros.
-Pero
¿cómo lo manejarán para que no se tome a mal?
-Básicamente son normas de observancia voluntaria,
quien quiera certificarse en la norma, bienvenido, y quien no quiera hacerlo
no hay problema, va a seguir funcionando como hasta ahora. Pero también
esto será un plus, y esa ventaja la verán ellos mismos.
Es como ahora que aquellos que certifican sus procesos en ISO 9000 lo presumen,
porque eso a tu cliente o población objetivo da confianza. Indica
que están cumpliendo con una normatividad, que hay alguien que respalda
el quehacer de la institución. En este sentido, creo que las ONG
que se certifiquen tendrán un plus, que irán reconociendo,
y nos van a ayudar a impulsar esta cultura de certificación.
-¿La idea de regular las ONG fue obtenida de otro
país?
-No, no creo que en otros países exista la experiencia
como tal, pero es que además las leyes y mecanismos de control son
distintos. La forma en que se manejan los organismos de la sociedad civil
es más ordenada, hay un poco más de control, más coordinación
con el gobierno, y aquí somos muy arbitrarios en muchas cosas; de
pronto hay mucho desorden y realmente a veces los organismos de la sociedad
civil surgen con buena intención, pero a veces no contar con los
elementos y los conocimientos te lleva a tener un desempeño que
no es el más profesional.
-Entonces, ¿hay desorden?
-Es complicado manejarlo como desorden; es como esos secretos
a gritos que existen en el país, que todos lo sabemos pero no nos
atrevemos a decirlos.
-¿Hicieron un análisis para llegar a esa
conclusión y para saber cuántas son y cuáles no tienen
utilidad?
-Como no hay un mecanismo que regule la creación
y operación de las ONG es difícil saberlo. Sin embargo, en
la Universidad Autónoma Metropolitana existe un proyecto de investigación,
en el que hacen un seguimiento muy puntual de los organismos de la sociedad
civil, los tienen mapeados. Están en constante actualización
de ese directorio para saber si siguen trabajando en eso o ya cambiaron
de giro, e incluso les hacen seguimiento periodístico. Tenemos coordinación
con ellos y esperamos establecer un convenio de colaboración.