ASTILLERO
Julio Hernández López
El PANarquismo
Anarquía para que gane el PAN
La ''señora" del premier irlandés: otra pifia diplomática
AHORA APARECE con más nitidez lo que desde meses atrás se prefiguraba y aquí se escribió oportunamente: que ya no había Presidente de México, sino presidente de un partido. Vicente Fox Quesada decidió a mitad del año pasado que había llegado el momento de culpar abiertamente a todos de su fracaso como Presidente y de inducir en los ciudadanos la idea de que sus buenos propósitos personales eran obstruidos por malvados opositores que sólo querían echarle a perder sus propuestas y proyectos. Desde entonces se vive en México en el más completo PANarquismo, es decir, en una falta de gobierno con la que se pretende hacer ganar San Lázaro al PAN.
CON EL inicio de año, sin embargo, los panarquistas de Los Pinos han acentuado sus propósitos. En 2002 se tejieron alianzas con los medios electrónicos en general cuando se abolió la cuota de 12.5 por ciento de tiempo de que disponía el Estado en la programación total de esas empresas de comunicación, pero en 2003 se firmó sin pudor la alianza entre el foxismo y Televisión Azteca a cuenta del asalto acordado al Cerro del Chiquihuite. En 2002 se anunció la homologación del precio de la gasolina mexicana con la estadunidense en la zona fronteriza norteña, pero este año podría extenderse el beneficio a todo el país, como, además, en una medida de innegable corte populista electorero, el presidente Fox ordenó ayer desde Hermosillo bajar las tarifas eléctricas en 34 localidades de cuatro estados norteños del país, donde vive un millón 316 mil electores, perdón, usuarios de ese servicio (eso sí, de inmediato puntualizó el ex gobernador de Guanajuato que "este esfuerzo no es una decisión discrecional del presupuesto").
PARTIDIZACION DE la Presidencia de la República como en los mejores tiempos del peor PRI. No sólo porque el titular en turno sea tan, pero tan ingenuo como para confesarle a una agencia informativa extranjera su verdadero talante faccioso, al decir que el triunfo del PRI en los próximos comicios sería una regresión, un retroceso. Ni tampoco porque abiertamente haya hecho nombramientos en el gabinete con propósitos evidentes de fortalecer a su grupo personal, el Guanajuato, al de sus financiadores de campaña, el Monterrey, y en general al Partido Acción Nacional y sus necesidades electorales de corto plazo, como las de Nuevo León. No: la triste conversión del Presidente de México en presidente de un partido se ha dado sobre todo porque ha abdicado de sus responsabilidades y compromisos en aras de presentarse a las próximas elecciones como una víctima de sus adversarios, lo que el generoso pueblo mexicano debe desagraviar mediante la fórmula patriótica de cruzar sus boletas electorales en julio próximo en favor del PAN. Tirándose al suelo para que los votantes lo levanten, el Presidente de México ha dejado el mando al garete, con la perversa esperanza de que entre más problemas tenga el país (y más complicados estos sean), más necesitados se sentirán los ciudadanos de "ayudarle" al Presidente a tener una Cámara de Diputados a su favor.
ASTILLAS: EL PASADO martes, en el patio central de Palacio Nacional, el Presidente de México dio la bienvenida oficial a un distinguido visitante: "Me complace tener la oportunidad de corresponder al primer ministro, Bertie Ahern, y su señora, la distinción con la que me honró al recibirme en su hermoso país". No fue el único momento en que así se dirigió al taoiseach (tal es el nombre, en irlandés, del cargo de primer ministro) y a Celia Larkin, la dama que le acompaña en su visita a México, pues al final de esa alocución protocolaria asentó: "Bienvenido y bienvenida, señor y señora" (el presentador, por su parte, al abrir la ceremonia oficial, anunció la presencia de "mister taoiseach Bertie Ahern and his wife missis Celia Larkin''). Lo malo fue que la Presidencia de México no tuvo canciller, embajador, cónsul, agregado diplomático, achichincle o alma piadosa e informada que le dijera que Bartholomew Patrick Ahern, mejor conocido como Bertie, nacido el 12 de septiembre de 1951 en Dublín, es un soltero que luego de divorciarse de la mujer con la que vivió durante 20 años ha mantenido una respetable relación de noviazgo con quien los medios irlandeses llaman "la señorita Larkin", pero que no es "su señora", como el dialecto guanajuatense tradujo (todavía ayer estaba la perla en la página electrónica de la Presidencia de la República, www.precisa.gob.mx). El nuevo error de protocolo del Presidente de México ganó presencia en los medios de comunicación irlandeses (Alexandra Rosenberg lo reportó amablemente a esta columna desde Dublín), porque tocó un punto altamente sensible para aquella católica nación europea, donde se critica el hecho de que su primer ministro se haga acompañar oficialmente por la señorita Larkin sin que sea su esposa. Desde luego, y como ya es costumbre, la culpa de la pifia diplomática fue adjudicada a los traductores. Según dicen los funcionarios irlandeses, sus homólogos mexicanos les explicaron que el término "señora" se aplica a toda mujer cuya edad pase de los 30 años (y seguramente, agrega esta columna con ganas de componer el batidillo, "su señora" se le dice a una mujer de más de 30 años que uno supone que es la esposa de un primer ministro. Y, ya para cerrar este chisme internacional, sepan los jefes del protocolo de Tlatelolco que una hija de Ahern sí es "su señora" de uno de los integrantes del grupo musical juvenil Westlife)... El gobernador panista de Querétaro, Ignacio Loyola, utilizó tiempo pagado por el gobierno en medios de comunicación para invitar a los ciudadanos a votar en favor del cambio que le llevó a él al poder estatal y a Fox al federal. El uso de recursos públicos para inducir a votar por el PAN fue denunciado formalmente por varias partidos opositores ante el instituto electoral de aquella entidad... Y, mientras el gobierno perredista capitalino se cura la cruda del penoso espectáculo de malinchismo y simulación que montó a cuenta de la visita de Rudolf Giuliani, este tecleador se pasa a retirar, para volver a las mismas frecuencias radio-afónicas mañana. šAh, por cierto, ya pudo instalarse en su oficina el nuevo canciller!
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