EL CAMPO ANTE EL TLCAN

El campo no aguanta más lo aprobaría si el CNA rectifica su postura sobre el tratado

Acepta el CAP que participe el sector privado del agro en las negociaciones

Los empresarios se sumarían si las acciones son "serias y propositivas": Paredes Arroyo

MATILDE PEREZ U.

El Congreso Agrario Permanente (CAP) aceptó que el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) se sume a las mesas de diálogo y negociación que propuso, junto con el movimiento El campo no aguanta más y El Barzón, al gobierno federal para crear una nueva política para el sector y la revisión del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Guadalupe Martínez, Max Correa y Rafael Galindo, de la coordinación en turno del CAP, sostuvieron ayer una reunión privada con el CNA, representado por Miguel Banda; el presidente de la Confederación Nacional Ganadera, Gustavo Torres Flores, y representantes de las confederaciones de Porcicultores Mexicanos y Nacional de Productores de Café, productores de manzana y de Unifrut, quienes aceptaron participar en las mesas, afirmó Martínez.

"Queremos la suma de voluntades, ellos también tienen el derecho de velar por los intereses de sus representados y creo que hay una gran coincidencia entre lo que reclaman las organizaciones sociales y ellos", asentó. Puntualizó que la invitación es a que participen en las mesas que aborden los temas que les interesan, con el propósito de "que presentemos juntos las propuestas sobre los grandes temas, pero primero debemos trabajar en ellos".

Max Correa, dirigente de la Central Campesina Cardenista, afirmó que el CAP no arriará la bandera de renegociar el capítulo agropecuario del TLCAN, pero "somos concientes que en tanto esa situación se da, podemos presionar al gobierno para que aplique el marco jurídico del tratado o bien de la Organización Mundial de Comercio, que establecen las salvaguardas".

Ayer, el CAP ratificó que sigue dispuesto al diálogo y "otorga el beneficio de la duda al presidente Vicente Fox para que cumpla los compromisos que asumió con las organizaciones en diciembre de 2002, acerca de discutir una nueva política agropecuaria. Si no cumple, será su responsabilidad".

Acerca de la aceptación del CAP a que participe el CNA, Víctor Suárez Carrera, vocero de El campo no aguanta más y director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo, insistió en que el punto de conflicto es que el CNA participe como convocante a la convención nacional agropecuaria. Se aceptaría si rectifica su postura sobre el TLCAN y acepta sumarse a la exigencia de construir una nueva política para el campo.

Suárez Carrera asentó que no existe rechazo a conocer los planteamientos del CNA ni de las otras organizaciones que invitó el CAP y volver a redefinir posturas; "con el CAP no hay ruptura", puntualizó.

El presidente del CNA, Armando Paredes Arroyo, dijo que hay disposición de los empresarios a participar en dicha convención y en las mesas propuestas por las organizaciones sociales al gobierno, si las "acciones son serias y propositivas". Consideró que deben estar todas las organizaciones que representan al sector agropecuario, y cuidar que el asunto no siga contaminándose con el proceso electoral.

Dijo que debe aprovecharse la actitud de apertura e inclusión del presidente Fox, y llamó a la cordura a las organizaciones del sector social para "buscar una verdadera solución y evitar que tome otros propósitos".

Agregó que el CNA comparte la propuesta del CAP de crear un fondo compensatorio en el ámbito del TLCAN para apoyar el desarrollo regional -similar al que tienen los países de la Unión Europea-, y la sugerencia de la Confederación Nacional Campesina de definir presupuestos multianuales. Paredes Arroyo justificó la postura que había asumido en diciembre de 2002 contra la creación de dicho fondo: "en ese momento no era viable, porque ello implica negociaciones y no son medidas instantáneas".

Consideró que es "fundamental la participación de todos los actores, con una actitud propositiva y participativa, privilegiando el diálogo y respetando el marco de derecho y las diferentes posiciones, buscando un consenso en beneficio del sector productivo del país". Destacó la "alta representatividad" del CNA, porque sus miembros aportan 70 por ciento del PIB agrícola, 85 del pecuario y 70 del agroindustrial, así como las tres cuartas partes de las exportaciones agroalimentarias.

No obstante, reiteró el rechazo del CNA a revisar el capítulo agropecuario del TLCAN. "Nuestra postura es ampliarlo", además, los más afectados somos nosotros, porque estamos insertos en el mercado, no los productores de autoconsumo, que no salen a competir.

Afirmó que el TLCAN ha dejado beneficios: el valor del comercio total se ha triplicado; se ha dado un crecimiento importante de las exportaciones no petroleras, por lo que hay una menor dependencia de las divisas generadas por la venta del energético; con Estados Unidos se tiene un superávit comercial a partir de 1995 y las exportaciones a ese país y Canadá pasaron de 82 por ciento, a principios de la década de 1990, a 90 por ciento en años recientes. Resumió: "registramos una alta dependencia con los socios del TLCAN, particularmente con Estados Unidos, en la generación de divisas para el país".

Ante la insistencia de las organizaciones del sector social de cambiar la política agropecuaria, el presidente del CNA expuso que tal vez las políticas que han existido no han sido las adecuadas, por eso pedimos que "sean claras y de mediano y largo plazos, consistentes". También que se haga una diferenciación en la entrega de los recursos federales para el campo, pues no todo el monto se destina a las actividades productivas; nos manifestamos por "separar las políticas de atención social y de combate a la pobreza de las destinadas a las actividades agropecuarias que se orientan a los mercados".

Los cambios en la política deben considerar las diferencias sociales, regionales, culturales, de educación, costumbres, mercados, nivel de desarrollo, y adecuarse al potencial productivo. No se puede seguir impulsando la siembra en los lugares en donde la tierra no es productiva.

En tanto, anoche el CAP, El campo no aguanta más y El Barzón esperaban la respuesta del secretario de Agricultura, Javier Usabiaga, sobre el documento en el que sugieren formar tres comisiones para la realización de la convención nacional agropecuaria, que estarían encabezadas por los secretarios de Agricultura, Economía y Relaciones Exteriores, una secretaría técnica a cargo del subsecretario de Desarrollo Rural, Antonio Ruiz García, y la participación de tres representantes por cada agrupación campesina y los legisladores.

Para la realización de las mesas de diálogo y negociación propusieron integrar la comisión de relatoría por un subsecretario de las tres secretarías participantes. En la mesa de acuerdos estarían los titulares de Sagarpa, Economía y Relaciones Exteriores y los representantes de las organizaciones campesinas; además, una comisión de organización que pueda sostener un diálogo directo con el presidente Vicente Fox.

Los acuerdos serán vinculatorios y habrá una comisión de seguimiento.