Más de cuatro mil efectivos cuidarán el estadio Qualcomm de San Diego
El Super Bowl del domingo se jugará bajo extremas medidas de seguridad
El boletaje para el juego entre Oakland y Tampa Bay, agotado desde un mes antes
AFP
San Diego, cal., 21 de enero. Desde el 11 de septiembre de 2001 todos los grandes eventos deportivos en Estados Unidos se han jugado bajo extremas medidas de seguridad, y el Super Bowl de futbol americano de este año no será la excepción, cuando los Raiders de Oakland y los Bucaneros de Tampa Bay se enfrenten el domingo en el Qualcomm Stadium de esta ciudad.
Considerado la competencia deportiva de un sólo día que más público convoca -unos 800 millones de personas alrededor de todo el mundo-, con más audiencia incluso que un Mundial de Futbol de la FIFA, la edición 37 por el título de la National Football League (NFL) supera a sus antecesoras en vigilancia policial.
Se calcula que unas 90 mil personas, entre fanáticos, periodistas e invitados especiales se congregarán en la instalación, que sirve de sede alterna a los Cargadores de San Diego (NFL) y los Padres de San Diego, de las Grandes Ligas de beisbol.
Casi un mes antes del Super Bowl ya se habían agotado los 70 mil 561 boletos puestos a la venta, con precios que oscilaron entre 400 y 10 mil dólares.
Más de 4 mil agentes del orden, desde policías hasta personal del servicio secreto, tendrán a su cargo la protección del evento dentro y fuera del Qualcomm Stadium.