Arranca hoy con una marcha multitudinaria en repudio a un ataque a Irak
Más de cien mil asistentes tendrá el Foro Social Mundial en Porto Alegre
En Davos, a la vez, se buscarán "recetas para reconstruir la confianza" en la economía
AFP, DPA Y REUTERS
Porto Alegre, 22 de enero. El mayor acto contra la globalización neoliberal, el Foro Social Mundial (FSM), inicia este jueves su tercera edición en la ciudad brasileña de Porto Alegre con la asistencia de más de cien mil personas y con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva como aliado.
El encuentro, que durará seis días, quedará formalmente inaugurado con una marcha por la paz y contra la militarización, en la que se repudiará un posible ataque de Estados Unidos a Irak.
El foro se realiza cada año en coincidiencia con el Foro Económico Mundial de la villa alpina de Davos, en Suiza, donde se reúnen personalidades del mundo de la política y finanzas, y que en esta ocasión buscarán recetas para "reconstruir la confianza", en respuesta al debilitado contexto económico mundial, la depresión de los mercados financieros y la imagen de las grandes empresas tras los escándalos iniciados con la caída de l empresa estadunidense Enron.
"El lema es más apropiado que nunca. Restaurar la confianza en el futuro es el desafío de mayor importancia para los líderes de hoy en día", declaró el fundador del encuentro, Klaus Schwartz.
Según una macroencuesta encargada por el Foro Económico Mundial a la firma Gallup, realizada entre 36 mil personas de 47 países, las empresas nacionales y las multinacionales son las organizaciones que cuentan con la menor confianza de los ciudadanos.
Este foro, cuyos participantes representan algunas de las mayores fortunas del planeta, este año ha decidido dar un giro más "puritano", publicó esta semana el diario económico británico Financial Times. Así, decidió eliminar del programa la tradicional fiesta que cada año se celebraba el sábado por la noche, para no dar una imagen demasiado "frívola" en un momento muy delicado por el contexto internacional de preguerra.
Un total de dos mil 150 personalidades de diversos ámbitos participan este año en el Foro de Davos. La presencia de Lula da Silva, en el pasado fuerte opositor al liberalismo, del que los participantes en Davos son algunos de sus máximos exponentes, es una de las más esperadas.
Mientras se desarrolla la reunión de los "dueños del mundo", como ha sido bautizada por la prensa la reunión, en un foro que estará protegido de un ataque aéreo, en Porto Alegre se realizará la tercera edición del FSM, con la llegada de unos 40 mil asistentes más que en el encuentro del año pasado.
A los 28 mil delegados de organizaciones se les sumarán activistas, políticos, intelectuales, parlamentarios y periodistas, además de cien intérpretes que asistirán a la reunión, abierta a todo aquel que muestre interés.
La delegación estadunidense será la más numerosa este año con mil 800 participantes, indicó Candido Grzybowski, del comité organizador. El costo del FSM ha sido estimado en 13.5 millones de reales (cerca de 4 millones de dólares), asumidos principalmente por el comité organizador y los gobiernos local y regional.
A pesar del costo, el foro será rentable para la ciudad gestionada ininterrumpidamente por el Partido de los Trabajadores (PT) durante 14 años, y que hoy gobierna Brasil.
Además, el FSM se rodea de numerosas actividades paralelas, como un foro mundial de parlamentarios, uno de autoridades locales y otro de jueces, al tiempo que se realizan decenas de actos culturales en las mismas fechas y un Campamento de la Juventud.
"Hoy el Foro Social es mucho mayor que el encuentro en Davos, que continúa aferrado a una visión de hombres de negocios" afirmó Grzybowki.
La atención del Foro Social estará en los escenarios calientes de la actualidad mundial, especialmente la eventual intervención de Estados Unidos en Irak, y se iniciará con una multitudinaria manifestación "contra la militarización y la guerra.
"El gran logro del FSM es su capacidad de insertarse en la coyuntura internacional, es el gran Foro de la Paz", consideró el sociólogo portugués Boaventura Sousa Santos.
Numerosos debates se centrarán en la lucha por la justicia social y económica, la bandera del más simbólico invitado al Foro, el presidente brasileño, un ex obrero metalúrgico impulsor del FSM, que hablará el viernes ante miles de militantes.
La presencia de Lula, sin embargo, no estará exenta de polémica, debido que esta vez el presidente también irá a Davos.
Pero "Lula es tal vez el gobernante con más legitimidad política del mundo en este momento, que ha hecho todo para no caer en situaciones de caos, ni como la de Argentina ni la de Venezuela; por eso debe impartir en Davos un discurso de acreedor del escenario mundial, y no de deudor, y ese escenario tiene que darle condiciones para proseguir con sus programas, como el combate al hambre", defendió Sousa Santos.
El mandatario brasileño intervendrá como "líder sudamericano" en Davos, donde será recibido este fin de semana "con los brazos abiertos" por el Foro Económico Mundial, que necesita integrar sectores críticos con la globalización para "restaurar la confianza", destacaron a su vez algunos analistas.
Lula "llegará al foro con la legitimidad adquirida tras su amplia victoria en las elecciones de octubre y con el reciente éxito logrado la semana pasada en Quito con la creación de un grupo de amigos para sacar a Venezuela de la crisis que atraviesa actualmente", explicó.el analista francés Jean-Francois Deluchey.
Destacó además que el presidente brasileño iniciará su estadía en la estación de esquí suiza cenando el sábado con los otros mandatarios latinoamericanos, como el mexicano Vicente Fox, el colombiano Alvaro Uribe, el peruano Alejandro Toledo y el argentino Eduardo Duhalde: "el mensaje es claro: América Latina es su primer asociado y luego viene el resto del mundo".
Por último, el Comité Internacional organizador dio a conocer que el próximo FSM será en India, para poder internacionalizar el foro con la celebración de encuentros en los diferentes continentes, cuando ya Porto Alegre se ha visto desbordada.