Según expertos sufren un "desajuste cultural"
Individualismo y acatamiento de lo establecido, rasgos
de los jóvenes
KARINA AVILES
En la juventud se observa una tendencia hacia un mayor
grado de individualismo, de notorio miedo al conflicto y de no presentar
señales de rebelión contra el orden establecido, todo lo
anterior, en un contexto en el que se desvanecen las raíces históricas
y cada vez les cuesta más trabajo visualizar de dónde vienen.
Tal parece que se encuentran en un "desajuste cultural", expresaron expertos
en la materia durante el seminario Jóvenes del siglo XXI, sociedad
de la información y nuevas identidades.
Sin embargo, si los jóvenes manifiestan desinterés
por lo que los rodea se debe a la incertidumbre de que no hay espacios
para todos y, por el contrario, lo que tienen enfrente es el desempleo
masivo y una exclusión política y cultural mayor.
El investigador del Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo en Chile, Norbert Lechner, realizó una amplia exposición
de lo que ocurre con las juventudes en aquella nación, situación
que es también representativa de lo que sucede en las diversas regiones
del continente.
Lechner
presentó los datos de una encuesta realizada entre jóvenes
urbanos y rurales de aquel país en la que se observó que
la juventud no parece sentir la transformación de la sociedad, aunque
está inmersa en la misma. Los jóvenes se sienten inhibidos
para reconocerse en el proceso de cambio y apropiarse de los cambios, explicó.
Otro elemento de suma importancia es el suponer que discutir
las diferencias los puede conducir a conflictos. La diferencia la ven como
una "amenaza" de tal manera que la diversidad en esos términos quedaría
restringida. Por ejemplo, su curiosidad por conocer personas distintas
se acota a los "amigos de confianza".
En cuanto a la familia, señaló que los jóvenes
la observan como el último refugio del "yo". A ese núcleo
se le carga mayor número de tensiones porque le exigen más,
no sólo en términos económicos y morales sino en cuanto
a una serie de estímulos.
Sobre la escuela, apuntó que la educación
se ha vuelto más útil para la inserción en el mercado
laboral, pero no así para la inserción social y el fortalecimiento
de la ciudadanía.
El mundo altamente globalizado y acelerado es el mundo
normal y natural de los jóvenes, en el que hay una tendencia al
desvanecimiento de las raíces históricas de la sociedad:
"A los jóvenes les cuesta trabajo visualizar de dónde vienen
y qué llevan en la mochila. La juventud parece encontrarse en un
desajuste cultural".
Por su parte, el profesor estadunidense Phillip Altbach,
quien ha sido académico de la Universidad de Harvard y Stanford,
entre otras instituciones de educación superior, ofreció
la conferencia ámbitos formativos, desafíos políticos
y socioculturales.
Altbach consideró que no ha habido un cambio fundamental
en los movimientos estudiantiles como resultado de la globalización.
Según él, los estudiantes tienen el mismo potencial político
que el que tenían hace 30 años.
Sin embargo, precisó que se han registrado cambios
significativos en el contexto, como la introducción del Internet
y de diversas tecnologías de información que se han vuelto
un factor importante para la comunicación.
El académico apuntó que los movimientos
estudiantiles en general no se han agrupado en torno a temas o ideologías
amplias sino que se han organizado en torno a problemáticas locales
como los incrementos de cuotas, o protestas por la mala comida en los dormitorios,
etcétera.
Expresó que aunque los estudiantes se han reunido
en encuentros internacionales específicos sobre la globalización,
no han tenido como respuesta un movimiento de tipo nacional o regional
sostenible, porque la realidad ideológica del siglo XXI es muy compleja.
Por su parte, la académica de la UNAM, María
Herlinda Suárez, expresó que el decaimiento del activismo
político de los jóvenes está vinculado con el desempleo
masivo, con la visión de que la exclusión política
y cultural es mayor. Los jóvenes presienten una especie de "fatalismo"
ligado a la incertidumbre de que no hay espacios para todos.