Ratifica en el Foro de Davos su compromiso con
la apertura comercial
Fox afirma que no es tiempo de cambiar de modelo económico
ni de principios
Ante una sala semivacía, el mandatario mexicano
dice que si no avanza la reforma "tenemos fórmulas" para atraer
capital privado Activistas anuncian dos marchas
JUAN MANUEL VENEGAS ENVIADO
Davos, 24 de enero. No es tiempo de modificar de
principios ni el modelo económico, a pesar de las críticas
de ciudadanos y organizaciones de todo el mundo que "nos están pidiendo
cambiar", fue la propuesta que trajo al Foro Económico Mundial (FEM)
de Davos el presidente Vicente Fox Quesada. "No", insistió el mandatario
mexicano, "no es tiempo de abandonar nuestro compromiso con la apertura
de la economía, la desregulación de los mercados, el mantenimiento
de las finanzas sanas, la política monetaria responsable y la mayor
participación del sector privado en la economía".
A pesar de toda esa defensa que hizo del modelo económico
imperante, reconoció que la pobreza y la miseria representan una
batalla "que no se ha podido ganar" y siguen siendo "los mayores retos
de la humanidad". La verdad, puntualizó, "es que no hemos hecho
un buen trabajo".
Ayer fue la segunda presentación del titular del
Ejecutivo federal en la reunión que -salvo en 2002, que por "solidaridad"
con Estados Unidos, se llevó a cabo en Nueva York-, cada año
convoca aquí a los empresarios más importantes del mundo;
analistas y consultores financieros, funcionarios de los organismos económicos
internacionales; presidentes y jefes de Estado,y también a grupos
de antiglobalización neoliberal de todo el orbe, que este sábado
anuncian dos manifestaciones en el pequeño poblado del centro turístico
de los Alpes suizos.
Pero a diferencia de aquel enero de 2001, cuando la intervención
de Fox en el Centro Internacional de Congresos de Davos concentró
la atención de los asistentes y sus propuestas de reformas económicas
para el país (por las cuales se le inquirió aquí si
de verdad cree que todavía se aprobarán) recibieron los mayores
elogios del fundador y director del FEM, Karl Schwab, en esta ocasión
su mensaje -que con todo y la sesión de preguntas y respuestas,
apenas se llevó 28 minutos-, fue escuchado en un salón semivacío,
donde predominaba la presencia de funcionarios, invitados y periodistas
mexicanos.
Esta vez la presentación del mandatario mexicano
no corrió a cargo de Schwab, sino del vicepresidente del foro, José
María Figueres. Inclusive, fue notorio cuando el fundador del FEM
abandonó el salón, al inicio de la sesión de preguntas
y respuestas.
El "no" de Fox a los opositores del modelo
Así,
después de dos años, el Presidente de México vino
con un nuevo mensaje: "para construir confianza en el gobierno, es necesario
vincular las políticas económicas y sociales, así
que éste no es el tiempo de cambiar de principios, sino de asegurar
la inclusión al desarrollo".
Desde un primer momento, pues, estableció su rechazo
a los opositores al modelo económico que rige en el mundo. "Aprendamos
de la historia. Reconozcamos que para resolver el problema de la pobreza
no basta la racionalidad de los mercados; no basta un simple cambio de
énfasis y de actitud; no bastan las políticas asistencialistas,
estas medidas no bastan en las sociedades divididas y desiguales que hoy
abarcan la mayor parte del globo".
Por las batallas que no se han podido ganar, añadió,
"las políticas de desarrollo centradas en el mercado son actualmente
blanco de fuerte críticas en muchos foros mundiales, y aquí
mismo en Davos".
Piden también "cambiar para construir una nueva
era de cooperación democrática y responsabilidad compartida,
donde los países en desarrollo se comprometan con políticas
económicas responsables y los países desarrollados acepten
comprometerse solidariamente con los países de menores ingresos,
y que ambos lo demuestren con hechos", señaló el Presidente
en su mensaje.
Sin embargo, para Fox, el cambio es para construir no
para destruir, lo que implica "reconocer" dos cosas: primero, hay que aceptar
"que no es tiempo de cambiar de principios. No es tiempo de abandonar nuestro
compromiso con la apertura de la economía, la desregulación
de los mercados, el mantenimiento de finanzas públicas sanas, la
política monetaria responsable y la mayor participación del
sector privado en la economía".
Lo segundo que hay que reconocer, de acuerdo con esta
tesis, es que tampoco es tiempo de "abandonar nuestro compromiso con las
llamadas reformas de la segunda generación y nuestro compromiso
con el desarrollo de una infraestructura legal e institucional ágil
y confiable, y con una administración pública moderna".
El mensaje de Fox descalificando a los opositores al modelo
neoliberal se asemejó al que en 2000 diera aquí el entonces
presidente Ernesto Zedillo, cuando popularizó el término
de globalifóbicos. Por cierto Zedillo se encuentra también
aquí, en su calidad de director del Centro de Estudios sobre Globalización
de la Universidad de Yale y el jueves ofreció una cena a empresarios
estadunidenses y europeos, sobre todo.
Fuentes de Los Pinos confirmaron que no hubo un encuentro
entre ambos políticos. Cada uno desarrolló su propia agenda.
De la defensa pasó a los peros
Sin embargo, de la defensa que hizo del modelo, el Presidente
pasó a mencionar sus peros y contradicciones, porque de lo que "sí
es tiempo" es de reconocer que "ni el Consenso de Washington (antecedente
de la Cumbre de Monterrey para el Financiamiento del Desarrollo, que a
final, sólo ratifica la preponderancia de las políticas marcadas
por los organismos financieros internacionales) ni las reformas de segunda
generación liberarán de la pobreza a los millones de personas
que ya no pueden esperar más".
En ese sentido, su propuesta es la de promover una "fuerte
expansión de la ciudadanía económica y una democratización
de la economía a escala mundial, con la participación de
los sectores de la población y los países que hoy se encuentra
excluidos. Necesitamos más mercado y un mejor Estado; necesitamos
una estrategia de desarrollo global que integre la competencia y eficiencia
con la igualdad de oportunidades y la solidaridad".
La sesión de preguntas y respuestas la comenzó
el ex presidente de Costa Rica y vicepresidente del FEM, José María
Figueres, quien inquirió a Fox sobre las reformas que ha promovido
para México. "¿Cree que esas reformas se aprobarán?
¿Qué otro tipo de reforma está considerando?"
Hay tres propuestas "principales", explicó Fox.
De la reforma fiscal, precisó, "debemos retomar la negociación,
el cabildeo y la construcción de la estrategia y la estructura de
una nueva agenda fiscal con los partidos de la oposición en el Congreso".
En cuanto a la eléctrica, informó que ya
está en el Legislativo y que "se deberá discutir en el siguiente
periodo ordinario de sesiones del Congreso, que empieza el primero de marzo
y esperamos que podamos lograr que se apruebe".
De no ser así, dijo, "estamos sólo permitiendo
que pase el tiempo, pues tenemos fórmulas que atraen la participación
de la inversión privada en la producción de energía
en México".
Finalmente, señaló que la reforma laboral
"ya está lista en el Congreso, cuenta con un consenso amplio y deberá
aprobarse en este mismo periodo legislativo" que inicia en marzo.
Por la noche, cenó con empresarios y analistas
financieros de Europa y Estados Unidos. Hoy, entre otras actividades, se
reunirá en privado con, y por la noche asistirá a la Cena
Iberoamericana del FEM, a la que también está invitado el
nuevo presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva.