Critican científicos la ineptitud oficial por el Prestige
Aprueba Aznar millonario plan de reactivación de la economía gallega
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 24 de enero. El presidente del gobierno español, José María Aznar, aprobó este viernes, en un consejo de ministros celebrado en la ciudad gallega de La Coruña, un plan de reactivación de la economía de Galicia, con el objetivo de hacer frente a los daños económicos provocados por el vertido del petrolero Prestige, hundido hace más de dos meses.
Este plan, en el que se invertirán 12 mil 259 millones de euros -casi igual en dólares-, incluye entregas económicas al sector de la pesca así como operaciones de recuperación del litoral, ya iniciadas en tierra y mar, por un valor de mil millones de euros.
La inversión suplementaria anunciada para los próximos años con respecto a la ya prevista será de 5 mil 200 millones de euros, destinados sobre todo a financiar nuevas líneas de crédito o al establecimiento de parques de empresas en las zonas afectadas, aunque también se beneficiarán con la reducción de impuestos.
También está previsto el desarrollo de la construcción naval y de nuevas carreteras y vías de tren por un monto de 2 mil 900 millones de euros, incluyendo una "apuesta extraordinaria por el tren de alta velocidad", que situará a Galicia a menos de tres horas de Madrid.
Aznar reconoció que la crisis provocada por el Prestige "ha supuesto un golpe extremadamente duro y no se solucionaría si las actuaciones se limitan a limpiar lo manchado e indemnizar".
Al abandonar el jefe del gobierno español el ayuntamiento de La Coruña, miles de gallegos indignados, la mayoría integrados en la plataforma Nunca Más, exigieron responsabilidades políticas, indemnizaciones económicas y la aprobación de medidas preventivas urgentes.
Aznar rechazó, sin embargo, la opinión de un grupo de 422 científicos españoles que hicieron pública una carta en la que criticaron la "pobre coordinación de las autoridades españolas", a las que responsabilizan de haber adoptado la decisión de alejar el buque tanque Prestige de la costa y provocar así el peor desastre ecológico y socioeconómico en la historia de Europa.
Los investigadores, de 32 universidades y de seis instituciones de investigación, entre ellas el Instituto Español de Oceanografía y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, vaticinaron además la extensión "espacial" y "temporal" de la marea negra en Galicia, Asturias, Cantabria, el País Vasco, Francia y/o Portugal.
El buque hundido en noviembre pasado con 77 mil toneladas de fuel fue arrastrado mar adentro por orden del gobierno español tras una decisión adoptada por el consejo técnico de expertos de la administración, si bien la decisión final la tomaron la Xunta de Galicia, presidida por Manuel Fraga, y el Ministerio de Fomento español.
Esta medida provocó el posterior hundimiento del Prestige, que no aguantó los fuertes vientos y la mala climatología invernal, dominada por vientos del oeste-suroeste y una corriente de sur a norte centrada sobre el talud continental, explicaron los científicos, que en su carta publicada en la revista Science censuraron la errática gestión del gobierno en la crisis.
En primer lugar, precisaron, "la costa de Galicia está actualmente sometida a una marea negra que, dada su extensión espacial y temporal, podría convertirse en una de las más graves de la historia".
Este movimiento, añadieron, fue responsable de la dispersión (amplificación espacial) del vertido, que ahora se extiende a lo largo de alrededor de 900 kilómetros de litoral, mientras que la posición del barco hundido, a 145 millas náuticas de la costa sur de Galicia, causaría la llegada de sucesivas mareas negras -amplificación temporal- a las costas de España, Portugal y/o Francia".
La decisión de alejar el barco mar adentro, dijeron los expertos, se debió a la falta de comunicación entre los responsables gubernamentales a cargo de la gestión de la catástrofe y las comunidades científica y técnica del país.
Además de la "pobre coordinación de las autoridades españolas", también hubo "uso muy ineficiente de instituciones, recursos y conocimiento científicos" para una crisis que se agravó por la ineptitud oficial.