Disco editado por la Sogem para celebrar el centenario de la sociedad autoral
Rescatan en formato de cd-rom 350 obras de teatro del siglo pasado
Abarca 131 dramaturgos, entre ellos Salvador Novo y Emilio Carballido
La cultura televisiva desplazó a la cultura teatral, señala Tomás Urtusástegui
CESAR GÜEMES
Una biblioteca teatral completa cabe en un solo cd-rom: 350 obras, de 131 autores mexicanos, conforman Cien años de teatro mexicano (La Jornada, 12/12/02), disco editado por la Sociedad General de Escritores de México (Sogem), que el organismo ha puesto a circular como trabajo conmemorativo de su centenario de existencia, primero como Unión Nacional de Autores y luego de 25 años ya con el nombre actual.
El dramaturgo Tomás Urtusástegui, realizador de la investigación y edición del cd-rom, quien se desempeña como director adjunto en la rama de teatro de la sociedad autoral, expresa: ''Es un homenaje a los dramaturgos mexicanos, claro, pero también es un amplio rescate de las obras de teatro que se escribieron en el siglo XX".
Para ser antologados, los autores debe-rían tener al menos tres obras estrenadas o editadas. ''Luego de ese filtro -explica Urtusástegui- hicimos una selección de los creadores más representativos de cada época. Empezamos desde la generación más antigua en la que están, por ejemplo, Salvador Novo y Xavier Villaurrutia. De la mitad de siglo, cuando el teatro nacional tiene una fuerza mucho mayor, aparecen entre otros Rodolfo Usigli, Emilio Carballido, Sergio Magaña, Jorge Ibargüengoitia y Luisa Josefina Hernández. Entre los años 60 y 80 no hubo propiamente grupos de dramaturgos sino que fueron apareciendo escritores en solitario, como Vicente Leñero o Hugo Argüelles, que le dieron al teatro enorme solidez. Posteriormente incluimos a los creadores de la llamada nueva dramaturgia, como el propio Víctor Hugo Rascón Banda o Sabina Berman. Casi al final aparecen los autores de fin de siglo, como Jaime Chabaud o Estela Leñero. Y por último, los escritores de la más nueva generación".
Dos aspectos más sumó el dramaturgo a la selección, por una parte que la antología recogiera el material de cualquier parte del país y que el trabajo representara el actual balance entre mujeres y varones dedicados al teatro: ''Tomé muy en cuenta a la dramaturgia que se hace fuera de la ciudad de México, porque en toda la República se hace magnífico teatro, como el de Oscar Liera. Por su parte, las autoras tuvieron una evolución muy interesante. En la época dorada de Elena Garro prácticamente aparece sólo ella como mujer en el panorama teatral. Pero esto cambió en años recientes de forma notable: hoy casi se iguala el número de mujeres que de hombres dedicados a la creación dramática. Y el cd-rom respeta esa proporción".
El costo del volumen, que impreso pudo ser de 15 mil pesos, se redujo significativamente, explica Urtusástegui: ''Hablamos de una biblioteca teatral completa en un solo disco: 350 obras de 131 autores. Así que en promedio cada obra costará para el lector 50 centavos, la mitad de lo que vale la fotocopia de una hoja tamaño carta. Así que no estamos ganando monetariamente nada con la edición de este cd-rom, pero cumplimos con el deber de difundir el teatro mexicano en nuestro país, además de que enviaremos ejemplares a bibliotecas extranjeras, grupos de teatro de diversos países y a nuestras embajadas".
Arte teatral de primer orden
-Es lugar común decir que el público ha dejado de asistir al teatro por la inseguridad en la ciudad de México, pero este factor no afectó la asistencia a cines, por ejemplo. ƑCuál es su postura al respecto?
-Debemos ver primero cuál es la realidad. Me consta que el público continúa acudiendo al teatro. Es verdad que bajó la asistencia a los espectáculos muy caros, pero no en el caso del teatro independiente. Luego, conocemos la terrible influencia de la televisión: si hay actores en una obra que previamente aparecieron en la pantalla, el público acudirá de forma más numerosa que si tal o cual actor o actriz no hubieran pasado por la pantalla chica. Uno de los factores que influye en la disminución del público es la falta de seguridad en la ciudad, pero, efectivamente, no por eso la gente dejó de ir al cine.
''Otra causa es el costo: de 12 pesos que costaba la entrada hace algunas décadas, ahora hay teatros en los que un solo boleto cuesta 400 pesos. Pero sobre todas estas razones lo que pesa es que en el país hemos perdido la cultura teatral que tuvimos a lo largo de tantos años. La sustituimos, por desgracia, por la cultura televisiva, que si bien no es incompatible con la teatral, vemos que en el caso mexicano la desplazó. Debo decir, sin embargo, que la calidad y la cantidad del teatro en México es de primer orden, y eso puede corroborarse en Cien años de teatro mexicano.''