Las cosas cambiarán cuando Powell presente pruebas, afirma el premier británico
París decidirá "en el momento adecuado" si ejerce su derecho a veto en la ONU
Los inspectores de armas deben contar con todo el tiempo necesario, dice Chirac a Blair
AFP Y DPA
Le Touquete, 4 de febrero. El presidente de Francia, Jacques Chirac, dijo que su país decidirá "en el momento adecuado" si ejerce su derecho al veto en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en torno a un eventual ataque contra Irak, durante un encuentro que sostuvo este martes aquí con el primer ministro británico Tony Blair.
El jefe de gobierno británico, quien aprovechó la 25 cumbre anglo-francesa para tratar de lograr el apoyo de París a la causa de Washington contra Bagdad, no consiguió unificar criterios con Chirac, quien reiteró que los inspectores de armas de la ONU deben contar con "todo el tiempo necesario" para sus investigaciones.
Durante la conferencia de prensa conjunta que siguió a la tradicional cumbre, Chirac afirmó que "todavía queda mucho que hacer en el plano del desarme por medios pacíficos".
De su lado, Blair dijo que "por supuesto que hay diferencias, como suele suceder. Pero es importante destacar los puntos comunes: el apoyo de la noción de que Irak debe renunciar a sus armas de destrucción masiva y la creencia de que es preferible recurrir a la ONU".
Blair afirmó que las cosas empezarán a cambiar cuando el secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, presente este miércoles ante el Consejo de Seguridad de la ONU las pruebas que Washington dice tener sobre la falta de cooperación iraquí con los inspectores de Naciones Unidas, y agregó que cuando esto ocurra, "entonces haremos nuestra valoración".
Londres cree en la utilidad de una segunda resolución de la ONU para autorizar una acción militar contra Bagdad en caso de que el presidente iraquí, Saddam Hussein, no coopere con los inspectores de desarme de Naciones Unidas.
Por el momento, París optó por atenerse a la aplicación efectiva de la resolución 1441 del organismo mundial y dar el tiempo necesario a los inspectores de desarme para que lleven a cabo su misión.
Londres y París anunciaron, además, su objetivo común de tener "un portaviones europeo disponible de forma permanente", en una declaración general sobre "el refuerzo de la cooperación de Europa en materia de seguridad y de defensa".
Por lo pronto, oficiales británicos de alto rango recibieron instrucción para prepararse para una ocupación de Irak que podría durar hasta tres años después de una eventual guerra en ese país, indicó la BBC.
Muchos de los militares británicos que están siendo desplegados en Kuwait serán destinados a misiones para mantener la paz y al apoyo de tropas estadunidenses en la retaguardia más que a combates en primera línea, indicaron fuentes militares a la BBC.
Buen número de militares británicos estiman que la situación en Irak después de un conflicto bélico será mucho más complicado que la misma guerra, según la BBC.
Recientemente el ejército británico co-menzó a elaborar planes para una ocupación de tres años de Irak, indicó una "fuente militar de alto rango" a la BBC. El país árabe podría quedar dividido en sectores, cada cual bajo la responsabilidad de una nación diferente.
También como parte de los esfuerzos diplomáticos por lograr un consenso contra Irak, el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo estadunidense, George W. Bush, acordaron durante una conversación telefónica cooperar más estrechamente sobre Bagdad en el marco del Consejo de Seguridad, informó el Kremlin.
"Los líderes de las dos naciones se declararon favorables a seguir colaborando estrechamente en el problema iraquí, junto con otros países, en el marco del Consejo de Seguridad", declaró este martes el Kremlin en un comunicado.
Por su parte, Putin subrayó "el papel clave del trabajo de los inspectores para las futuras decisiones" que se tomen sobre la cuestión iraquí.
Por el momento, Moscú considera que "no hay razón para emplear la fuerza contra Bagdad", según declaró antes el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Alexandre Iakovenko.