Continúan los hallazgos de restos humanos y piezas del transbordador en Texas
Encabeza Bush ceremonia en homenaje a los siete astronautas del Columbia
Aún no podemos definir dónde empezó el problema, admite el director del programa
REUTERS, AFP Y DPA
Houston, 4 de febrero. Estados Unidos rindió este martes homenaje a los siete astronautas que murieron a bordo del Columbia, con una ceremonia en la que fueron distinguidos por el presidente George W. Bush como "héroes", mientras continuaba el hallazgo de restos humanos, así como la nariz del transbordador, piezas del fuselaje, trenes de aterrizaje y un panel de circuitos.
"Su misión estaba casi cumplida y los perdimos tan cerca de casa", declaró Bush en la ceremonia, que se llevó a cabo en la explanada central del Centro Espacial Johnson, en Texas.
"La pérdida fue súbita y terrible, y para las familias el dolor es profundo. Nuestra nación comparte la pena y el orgullo", dijo el presidente a los allegados de los astronautas fallecidos, a la vez que declaró que "el programa espacial estadunidense continuará", no obstante la tragedia.
La ceremonia reunió a unas 10 mil personas, entre familiares, amigos y allegados de los siete astronautas, así como numerosos miembros de la Agencia Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA), entre ellos su director, Sean O'Keefe.
"El mundo perdió a siete héroes, perdimos a siete miembros de nuestra familia", dijo, por su parte, el capitán Kent Rominger, encargado de la división de astronautas de la NASA.
Neil Armstrong, el primer hombre que caminó en la Luna, viajó con Bush para participar de la ceremonia.
La ceremonia para los siete astronautas: Rick Husband, William McCool, Michael Anderson, Laurel Klark, David Brown, el israelí Ilán Ramón y Kalpana Chawla, naturalizada estadunidense y nacida en Karnal, India, tuvo carácter privado, aunque muchas personas participaron en la misma sobre la reja exterior del centro espacial.
Para el jueves está prevista otra ceremonia religiosa en homenaje, esta vez en la catedral de Washington, en presencia del vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, de O'Keefe, así como representantes del mundo de la política.
Israel, por su lado, espera sepultar a Ramón bajo el ritual judío una vez que sus restos sean hallados, aunque sólo sea una parte de su cuerpo, declaró un funcionario del principal rabino Yisrael Meir Lau.
Por lo pronto, Israel solicitará a Estados Unidos la formación de un segundo astronauta israelí, reveló el diario Haaretz.
Este martes, mientras continuaba la investigación para intentar determinar las razones de la tragedia, se descubrieron nuevos restos humanos en varios lugares del sector de Hemphill, este de Texas, informó el comisario local Tommy Maddox.
Encuentran pieza clave
En ese mismo sector también se descubrió anoche la nariz de la nave, una pieza clave de un metro y medio de largo, informó hoy en rueda de prensa Ted Smith, coordinador de la NASA de los esfuerzos de búsqueda en la región.
El hallazgo de la nariz, que se encuentra hundida en la tierra pero en buen estado, se hizo en una zona densa de vegetación del condado de Sabine, y junto a ésta se encontraron cerca de 350 piezas más, confirmó Maddox, en la misma rueda de prensa.
La zona será cercada y vigilada hasta que la Dirección de Protección Ambiental llegue para retirarla y determine qué hacer con ella.
Maddox indicó que se han identificado restos humanos en diversos lugares de la región, pero no en la zona cercana al lugar donde se encuentra la nariz del transbordador.
El director del programa de transbordadores de la agencia espacial, Ron Dittemore, reconoció que "estamos frente a un misterio y parece que tenemos informaciones contradictorias".
Explicó que el 16 de enero pasado, 80 segundos después del despegue del Columbia, una pieza de "espuma aislante" muy densa se soltó del tanque externo central, situado bajo el vientre de la nave y este escombro -también podría tratarse de hielo- golpeó la membrana protectora térmica bajo el ala izquierda del Columbia.
El transbordador estaba a sólo 16 minutos de aterrizar en Florida. "Estamos considerando desde el inicio que el tanque exterior fue la raíz del problema... Pero el desafío es encontrar cómo fue que ese evento terminó con la desintegración del Columbia", señaló.
En su opinión, el fragmento que se desprendió del tanque de combustible golpeó debajo del ala izquierda y podría haber dañado las piezas que constituían la defensa de la nave frente al calor que experimenta cuando regresa a la atmósfera terrestre.
No obstante, los análisis térmicos indican un posible daño estructural localizado, pero no un problema de seguridad para el vuelo, de acuerdo con un memorándum escrito por el funcionario de la NASA Don L. McCrmack durante los 12 días de misión del Columbia.
Pero a Dittemore lo que ahora le interesa son las piezas de la defensa exterior que podrían haberse desprendido del transbordador antes de lo que se piensa, cuando sobrevolaba los estados de California, Arizona y Nuevo México.
"Si sólo pudiéramos echar mano de pedazos de escombros que nos ayuden a decir dónde empezó el problema... Es el eslabón perdido que intentamos encontrar", expresó.
La pesquisa continuará en los estados de Texas y Louisiana, pero se extenderá hasta California para intentar dar con los restos de la nave y la tripulación.
Todo esto mientras continúa la polémica sobre las advertencias lanzadas desde hacía varios meses sobre los posibles perjuicios a la seguridad de los vuelos que provocaron los recortes presupuestales al programa de la NASA.
El presidente del comité de ciencia de la Cámara de Representantes, Sherwood Boehlert, que dirige la investigación en el Congreso sobre la desintegración del Columbia, afirmó que esta instancia legislativa nunca escatimó gastos cuando de trató de seguridad en la NASA.
"El Congreso le ha recalcado en varias oportunidades a la NASA la importancia de la seguridad, En muchos programas ponemos un tope para los gastos, pero en este caso es totalmente lo contrario. Ponemos un piso para los gastos en seguridad", sostuvo Boehlert a la cadena de televisión NBC.
En tanto, la nave rusa Progreso, cargada con víveres, agua y oxígeno para los tres ocupantes de la Estación Espacial Internacional (ISS), se acopló hoy sin problema alguno.