La autorización para atacar, sólo de la ONU, dice
Puede la comunidad mundial usar la fuerza militar, no un país: Annan
AFP, DPA Y REUTERS
Williamsburg, 8 de febrero. Cualquier decisión para desarmar a Irak mediante una guerra debe ser tomada por la Organización de Naciones Unidas (ONU), siempre y cuando se hayan agotado todas las demás alternativas, afirmó hoy el secretario general del organismo mundial, Kofi Annan, quien además pidió a las partes evitar el uso de armas de destrucción masiva en caso de producirse el conflicto armado.
El uso del poder militar para hacer respetar las resoluciones del Consejo de Seguridad "es un asunto que debe ser considerado, no por un solo Estado, sino por la co-munidad internacional en su conjunto", declaró Annan en un discurso en la Universidad William and Mary, en Williamsburg, Virginia, en el que además expresó que "es clara" la posición de Estados Unidos respecto de una "coalición de naciones para lograr ese propósito ".
En vista de las amenazas de Washington de conducir una guerra contra Bagdad aun sin el mandato de la ONU, Annan demandó buscar una solución del conflicto en el marco del Consejo de Seguridad, y destacó que cuanto mayores sean las coincidencias en el proceder con respecto al conflicto iraquí, tanto mayores serán las posibilidades del organismo que dirige para tratar de manera efectiva otros conflictos en el mundo.
Asimismo, afirmó que nada sería de ma-yor gravedad para la seguridad internacional que el uso de armas de destrucción masiva: "Debo instar de manera urgente a todas las partes a renunciar a cualquier uso de este tipo de armamento, sea en Irak o en cualquier otro lugar".
En cuanto a Bagdad, dijo que en el Consejo de Seguridad hay total acuerdo de que ese país debe desarmarse, y estimó que "si logramos que Irak se ajuste totalmente a las resoluciones de la ONU y se desarme, con inspecciones eficaces y creíbles, la recompensa será grande".
Pero en cambio, si Irak pierde su última oportunidad y continúa desafiando al mundo, "el Consejo de Seguridad deberá tomar una nueva decisión severa", advirtió.
La Casa Blanca reaccionó fríamente a las declaraciones de Annan a través del vocero Scott Stanzel, quien dijo que "nuestra posición respecto de la coalición, la ONU y la resolución 1441 es clara", y remitió a la opinión pública el mensaje radial del presidente George W. Bush, de este día.
El presidente dijo, entre otras cosas, que "todavía las resoluciones significan poco sin firmeza. Y Estados Unidos, junto con una reciente coalición de naciones, tomará cualquier acción que sea necesaria para defendernos y desarmar al régimen iraquí".
El papa Juan Pablo II, que el viernes se reunirá con el vicepresidente iraquí, Tarek Aziz, y el 18 de febrero con el secretario general de la ONU, llamó este día al mundo a no resignarse a una guerra en Irak y reiteró que el conflicto puede ser evitado.
"Debemos multiplicar los esfuerzos. No podemos pararnos cuando afrontamos bien ataques terroristas o amenazas que están en el horizonte. No debemos darnos por vencidos nunca, casi como si la guerra fuera inevitable", afirmó Juan Pablo II.
En Sydney, el primer ministro australiano, John Howard, se mostró favorable a una resolución de la ONU sobre el desarme en Irak, antes de viajar a Estados Unidos para entrevistarse con Bush.
A su vez, el primer ministro de Turquía, Abdullah Gul, dijo que su gobierno buscará una solución pacífica a la crisis iraquí hasta el punto de que una guerra sea inevitable, en tanto que Jordania y Egipto, los dos principales aliados árabes de Estados Unidos, reclamaron más tiempo para los inspectores de desarme del organismo mundial que están en Irak.
Contrariamente, Kuwait anunció que los países asociados en el Consejo de Cooperación del Golfo, al cual pertenece, aceptaron su pedido de desplegar tropas en su territorio ante la perspectiva de una ofensiva estadunidense contra Irak.