El documental Comandante se presentó
la noche del jueves en el Festival de Berlín
Debía filmar a Fidel antes de que fuera demasiado
tarde: Stone
Castro es un actor fácil de dirigir; jamás
dice stop, corten o necesito una pausa, revela el cineasta
El embargo está pasado de moda; EU debe entender
que Cuba no es nuestro enemigo, asegura
ALIA LIRA HARTMANN Y AGENCIAS CORRESPONSAL
Berlin, 13 de febrero. Fidel Castro, estrella de
Comandante, el más reciente filme del estadunidense Oliver
Stone, es un actor fácil de dirigir que "jamás dice stop,
corten o necesito una pausa'', declaró el realizador de Pelotón,
JFK y Nixon, tras presentar su película en el Festival
Internacional de Cine de Berlín.
Sin duda, el documental más esperado de la Berlinale
era Comandante, en el cual, en 90 minutos y con Fidel Castro como
protagonista principal, Stone se dio a la tarea durante 30 horas de trabajo,
de buscar a Fidel, cuestionarlo sobre diversos temas y enseñarlo
al mundo, aunque dice no haberla hecho de periodista.
La idea de este trabajo ya estaba concretada por parte
de una productora española, que fue quien solicitó los servicios
de Stone. El afamado director estadunidense dijo haberse sentido siempre
fascinado por la figura de Fidel y que precisamente su objetivo era ése:
buscarlo y mostrarlo al mundo, tal cual es, el revolucionario más
viejo aún con vida, sus valores, su filosofía de vida.
"Es un hombre que persigue un ideal. Es una gran figura
humana, que debía filmar y grabar antes de que fuera demasiado tarde",
señaló Stone.
¿Que si esto traerá consecuencias en su
país de origen? Indudablemente. Stone se pronunció por un
levantamiento del embargo, el cual considera, simplemente, pasado de moda:
"es hora de que el pueblo estadunidense reconozca que Cuba es un país
especial, de acabar con esa obsesión contra un país que no
es nuestro enemigo", enfatizó.
Sin arreglos previos sobre lo que debía o no tratarse,
sin cortes ni pausas de ningún tipo por desacuerdo alguno -según
informó el propio director-, la presentación del documental,
con traductores de cabecera, transcurre entre la oficina de Fidel, la invitación
a una cena, un recorrido por la Habana, una visita a la Escuela Latinoamericana
de Medicina y al museo de arte contemporáneo, todas con Fidel como
guía.
¿Un McDonald's en Cuba?
Los
temas tratados van desde la Revolución, la imagen de Fidel dictador,
el nuevo orden mundial, la democracia en Cuba e incluso algunos aspectos
de su vida privada. Se recrean momentos de la historia del mundo con Cuba,
algunas escenas ya conocidas de la llegada de Fidel y el Che a La
Habana, transmisiones televisivas de entonces, la invasión de bahía
de Cochinos, la crisis de los misiles soviéticos, sus relaciones
con el Che, con Nikita Kruschev, sus contactos con Kennedy y con
Nixon, a quien Stone no dudó en volver a calificar de politiquero
hipócrita y vanidoso.
La revolución por encima del individuo, dictador
sí, pero dictador de sí mismo y esclavo del pueblo, y en
cuanto al nuevo orden mundial, "el mundo se hará cada vez más
ingobernable, es imposible establecer un orden mundial basado en la fuerza,
yo tengo esperanza en el pueblo estadunidense", y suelta Stone la pregunta
de si a Fidel le gustaría ver un McDonald's en Cuba, la respuesta,
ni un sí ni un no: "estaría más justificado que en
India".
Preguntas personales en torno a sus mujeres, ante lo que
no dejaba de mostrarse discreto, su papel como padre y su categórico
rechazo de mezclar familia con política, y algo que aseguró
nunca nadie le había preguntado: si le había pasado por la
mente consultar a un siquiatra, ante lo que respondió que seguramente
su autoconfianza nunca le llevó a cuestionarse algo similar.
Las escenas en que el Che Guevara o Evita Perón
aparecían en momentos de la conversación fueron después
aclaradas por Stone, quien dijo ver un triángulo entre Fidel, el
Che y Evita, insistió en que es necesario dejar de comparar
a Cuba con otros países, "las cosas están mucho peor en Centro
y Sudamérica, en países como Guatemala, el Salvador, Brasil
o el sur de México, donde hay niños que no llegan ni al segundo
año de vida por morir de disentería".
Comandante no aporta revelaciones ni sorpresas,
sino un tono familiar instaurado por Oliver Stone para descubrir al hombre
detrás del líder.
Los artistas preferidos por Fidel son ''Sofía Loren,
Brigitte Bardot (ella puede contarme entre sus admiradores) y Gerard Depardieu.
Es uno de los hombres más divertidos que conozco", agregó.
No falto de humor, Castro subrayó los méritos
de la Revolución en la erradicación del analfabetismo: "incluso
nuestras prostitutas han pasado por la universidad", afirmó.
Castro rechazó "mezclar la vida privada con la
política", pero presentó en la película a su hijo
y a su nieto, recordó a su primera esposa (fallecida de cáncer
en 1980) y a algunas de sus compañeras, y afirmó que su vida
"no ha sido carente de amor".
Comandante ha dejado buen sabor de boca en Berlín.
La música fue unánimemente aplaudida, y concluye el documental
con la mítica Guantanamera. Tal parece que Fidel sigue y
seguirá dando de qué hablar.