La obra se presentará en Estados Unidos,
con la actriz a la cabeza del elenco
Itatí Cantoral devolvió el glamur a Aventurera
ARTURO CRUZ BARCENAS
Itatí Cantoral devolvió el glamur al musical
Aventurera, en su regreso a la obra escrita por Carlos Olmos, en
el Salon Tropicoso, lleno la noche del pasado jueves. "Fue como la primera
vez, porque estaba muy nerviosa antes de la función, pero cuando
la gente aplaudió todo cambió", dijo la menuda y escultural
actriz.
El
vestuario de Mitzi, con el predominio de plumas, entallados de ensueño,
provocativos, pero dejando espacio a la imaginación, y el color
negro con destellos blancos, facilitaron a Itatí proyectar la sensualidad
que requiere el personaje de Elena, la virtuosa joven llevada al terreno
de las bellas de noche por Lucio El Guapo, pachuco maleante, gandalla,
padrote.
Entre el público destacaba Niurka y su esposo Juan
Osorio. La cubana, en uno de los varios momentos que levantaron expresiones
de asombro, bailó una de las coreografías con Cantoral. No
faltó el caballero que se paró para disfrutar de Juárez,
el danzón inmortal. Más allá, Adal Ramones bailaba
la pieza con Carmen Salinas, enfundada en el papel de Rosaura del Mar,
madrota, explotadora sexual. Felipe Gil, el compositor de glorias del Festival
OTI, bailaba con una de las guapas llamadas "Igualitas". El Tropicoso pasó
a ser El Kumbala, antro donde se pierden las buenas conciencias y que en
la historia de Olmos se sitúa en Ciudad Juárez.
En otro cuadro, Itati-Elena es levantada en vilo, dormida
con un "té de hojitas del mercado de Sonora". El comandante Treviño
(encarnado por el actor Ernesto Gómez Cruz) robará cámara
y causará risas. El gozará de las mieles de la virginidad
de Elena, quien cándida confía en que ha sido contratada
para secretaria de la matrona.
Eduardo Santamarina, esposo en la vida real de la hija
de Roberto Cantoral, compositor de El reloj, daba vida a Lucio.
No le costaba trabajo dar los besos que la historia requería. Macho
posesivo, hará ver su suerte a Bugambilia, homosexual llamado "puto"
en la obra, interpretado por Armando Palomo, Libertad, quien nunca
abandonará el lado masculino y acabará enamorado de Elena.
Por ella morirá en esta tragedia de amor y celos, insidias, malentendidos,
chistes de arrabal, que lleva más de cinco años en cartelera
y dos de gira por la República. Pronto se presentará en Estados
Unidos, con Itatí en el papel principal.
"Esta obra es una caja de Pandora", dijo Javier García,
Java, jefe de relaciones públicas, quien deambulaba feliz
por la respuesta de la gente. Hay quien ha visto la puesta en escena más
de una vez, desde que la protagonizó Edith González, y luego
sucesivamente Itatí, Niurka, Patricia Navidad, Yatana, Adriana Fonseca
y de nuevo Itatí.
Un atractivo visual para ellas fue la actuación
de Jorge Salinas, en el papel de Mario Cervera, el licenciado, "el roto",
que ganará el amor de Elena, sentimiento escondido que se mezclaba
con el agradecimiento por haber sido tratada con respeto.
Al final, revivió Aventurera con la actuación
de Itatí Cantoral, luego de una pausa en la que Adriana Fonseca
tan sólo cumplió un papel de tránsito.