NO EN NUESTRO NOMBRE
Las marchas se desarrollaron en calma, pese a la
presencia intimidatoria de policías
Manifestantes de 151 ciudades de EU a Bush: "queremos
paz, no guerra"
Sindicalistas, estudiantes, religiosos, poetas y artistas,
entre los participantes
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Nueva York, 15 de febrero. Manifestantes, títeres,
veteranos de guerra, sindicalistas, estudiantes, religiosos, poetas y artistas
inundaron el centro de Nueva York y otras 150 ciudades estadunidenses para
sumarse a la demanda mundial contra la guerra.
"No en nuestro nombre", gritó el actor Danny Glover,
consigna repetida durante todo el día por aproximadamente 250 mil
(no hay cifra oficial) personas que llenaron más de 20 cuadras de
la Primera Avenida, cuyos números se extendieron por todo el lado
este del centro de esta ciudad. "Escuchen la voz del pueblo, porque frecuentemente
la voz del pueblo es la voz de Dios y estas voces están gritando
paz", declaró el arzobispo y premio Nobel de la Paz Desmond Tutu,
de Sudáfrica. Los manifestantes respondieron coreando: "paz, paz,
paz".
Entre los manifestantes había un contingente de
Familias Militares por la Paz, con pancartas que declaraban: "apoyen a
nuestras tropas, regrésenlas a casa". Estos son padres y parientes
de militares ahora desplegados en el Golfo Pérsico. Una llevaba
la foto de su hijo, un marine, que decía: "no lo envíen
a una guerra por el petróleo".
Contingentes de veteranos de Vietnam y de otras guerras,
y hasta de la organización Veteranos de la Brigada Abraham Lincoln
(voluntarios estadunidenses que lucharon en la guerra civil española),
algunos con sus condecoraciones militares de batalla y uniformes, se congregaron
frente a la biblioteca principal de Nueva York, en la Quinta Avenida y
la Calle 42, listos para unirse a la concentración masiva. Coreaban:
"hey, hey, Tío Sam, no queremos otro Vietnam".
Este
era sólo uno de más de 70 contingentes que organizaron sus
marchas al sitio principal, casi frente a la sede de la ONU, desde varios
puntos de la ciudad, en un día de intenso frío.
El gobierno municipal había negado el permiso para
marchar, sólo autorizó uno para un mitin inmóvil.
Pero esta táctica fracasó cuando diversas marchas, para sumarse
a la manifestación, de repente abrumaron a los agentes de seguridad
al ocupar partes de las avenidas Lexington, la Tercera y Segunda.
En momentos en que se logró ocupar la calle, estallaron
gritos de triunfo de los participantes: "las calles son nuestras", declaraban.
La diversidad de la participación fue notable:
jóvenes con aretes en las narices y cabello spike, familias
de profesionales con su ropa fina y sus hijos bien portados, sindicalistas
del sector de salud, maestros y trabajadores municipales. También
enormes contingentes de palestinos, uno de judíos, cuáqueros,
católicos, musulmanes, gays y artistas, entre muchos más.
Aviva Siegel, una abuela de setenta y tantos años,
viajó desde los suburbios de Nueva York con su pancarta, que declaraba:
"La disidencia es patriótica". Otras mantas y pancartas ofrecían
toda una gama de expresiones populares e identificaciones: "Teatros por
la paz", "Arrojen a Bush, no bombas", "No a la guerra por el petróleo",
"Elijan un loco y el resultado es la locura" y otras que declaraban simplemente:
"Gracias Francia" y "Gracias Alemania".
"Uno no detiene el terrorismo al aterrorizar a otros",
declaró Martin Luther King III, y poco después el actor Harry
Belafonte, citando al padre de ese orador, recordó que el gran líder
de derechos civiles dijo que "si la humanidad no pone fin a la guerra,
la guerra pondrá fin a la humanidad".
Otros oradores fueron Susan Sarandon, Pete Seeger y Rosie
Perez.
La policía trató a los manifestantes como
si fueran una amenaza para la ciudad, pues movilizó a miles de agentes
en el centro, clausuró algunas estaciones del Metro y colocó
francotiradores en algunas azoteas.
La presencia intimidatoria de la policía, algunos
con equipo antimotín y otros a caballo, no logró suprimir
el festival de protesta. Al fin del día, las protestas de aquí
y del resto del país fueron en gran medida pacíficas, con
pocos arrestos (unos 50 en Nueva York).
Decenas de miles más se manifestaron en ciudades
de este país, de Yakima, Washington, a Miami, Florida, pasando por
Chicago, Filadelfia, Detroit y más.
En Los Angeles, los actores Anjelica Huston, Alfre Woodward,
Martin Sheen y el director Rob Reiner, entre otros, encabezaron la marcha.
"No hay absolutamente ninguna razón para esta guerra", afirmó
Huston.
Mientras el mundo celebraba la paz, en la Casa Blanca
se vivió un día de luto.