Diccionario del corazón, obra
lúdica: Montemayor
Presentación en Bellas Artes deviene carnaval
Música, danza, teatro y lectura en tzotzil y
castellano de las metáforas que conforman el trabajo de Robert M.
Laughlin
ARTURO JIMENEZ
El Diccionario del corazón es sobre todo
una obra de arte y una "muestra lúdica" del amplio conocimiento
lexicográfico de su autor, el antropólogo estadunidense Robert
M. Laughlin, señaló el escritor, traductor y lingüista
Carlos Montemayor en el Palacio de Bellas Artes.
De
manera informal, Montemayor hizo algunos comentarios luego de la presentación
la noche del jueves de ese libro-objeto, que conjuga los esfuerzos de Laughlin,
quien se basó en un diccionario tzotzil-castellano del siglo XVI,
del artista plástico Naúl Ojeda, recién fallecido,
y del Taller Leñateros de San Cristóbal de las Casas, que
coordina la editora y poeta Ambar Past (La Jornada, 14 de febrero,
2003).
Fue una presentación que devino ritual y fiesta
de música, danza, teatro y lectura en tzotzil y castellano de las
21 metáforas que conforman el diccionario, el cual cuenta una historia
de amor con base en la concepción maya del corazón como centro
de toda emoción, pero también de toda razón.
En el acto participaron Montemayor, Laughlin y la actriz
Ofelia Medina, así como el grupo Teatro Lo'il Maxil (Bromas de los
Monos), de San Cristóbal de las Casas, y músicos de flauta
y tambor de Zinacantán. Los de Lo'il Maxil presentaron la obra breve
Planeta de cabeza, una alegoría sobre el "dominio" de los
hombres y/o las mujeres en la casa, que retoma las metáforas del
Diccionario del corazón.
El racismo en México
Mientras salían las decenas de asistentes que habían
abarrotado la sala Manuel M. Ponce, Montemayor señalaba al respecto:
''El acercamiento a las raíces de las lenguas mexicanas
y de las culturas que de ellas han derivado, y que desde esas lenguas han
enriquecido la cultura general del país, es uno de los caminos más
efectivos para poder transformar la mentalidad racista de México,
la cual se debe al desconocimiento y la desinformación sobre la
fortaleza cultural de nuestros pueblos.
''Como se pudo observar, solamente unas expresiones en
tzotzil recogidas hace cinco siglos pudieron convocar a músicos,
incensadores, actores, lectores y público. Y esto es un ejemplo
de cómo la cultura en estos pueblos es una fiesta, una alegría,
y no la solemnidad occidental de tener siempre la inteligencia separada
de la vida, de lo cotidiano, de la risa, de la danza, de la religiosidad."
Montemayor recordó que Laughlin es uno de los autores
más importantes en la lexicografía de finales del siglo XX
y principios del XXI de la lengua tzotzil. "El mejor diccionario moderno
tzotzil-inglés es obra de él, y es una obra incalculable
en sabiduría y conocimiento. Es una obra maestra en cuanto a trabajo
lexicográfico se refiere".
Durante la presentación, los espectadores asistieron
a un ritual de música y copal, con el piso tapizado de juncia, en
la que cada actor portaba un ejemplar del Diccionario del corazón.
Luego de la representación, festiva, del Planeta de cabeza,
Laughlin leyó la introducción de su libro, en la que explica
la historia de esa historia de amor en metáforas tzotziles.
Al final, un Laughlin transformado en un desconocido fraile
del siglo XVI dirigió una sesión de lectura en tzotzil y
su respectiva traducción al castellano de las metáforas del
corazón, repetidas en coro por muchos asistentes, desde ''Alzas
tu corazón'' hasta ''Son muchos tus corazones''. De vez en cuando,
Montemayor enriquecía la lectura con explicaciones sobre la fonética
y la estructura del tzotzil, una de las lenguas mayenses.
Todo terminó con un desfile y baile de músicos,
presentadores y actores y un Laughlin-fraile que ahora portaba unas extrañas
antenas rematadas por corazones rojos de plástico. Casi un carnaval
a partir de unas cuantas expresiones rescatadas del tzotzil colonial.