Cada día 16 mil personas mueren de hambre, señala la escritora Mónica González
La guerra económica cobra más vidas que las convencionales: Fabián Monges
MARIA RIVERA
Durante la presentación del libro Un llamado para la humanidad, del autor argentino Marcelo Fabián Monges, en la sede del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), activistas de derechos humanos, intelectuales y artistas se adhirieron a las 30 propuestas internacionales contra la guerra y la dominación mundial de Estados Unidos, que plantea el texto, entre las que destacan el boicot a los productos estadunidenses en caso de que ese país ataque a otro unilateralmente, por encima del marco del derecho internacional, así como al establecimiento de un plazo límite para la producción y almacenamiento de armas de destrucción masiva que incluya a todos los países.
Organismos financieros, al banquillo
Pero el autor también alude en sus demandas a la guerra económica, esa que de acuerdo con los panelistas cobra más muertos que las convencionales, y demanda el enjuiciamiento por genocidio de los responsables de los organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio, y se considere crimen contra la humanidad la desmedida acumulación de capital.
Entre los personajes que han suscrito las propuestas se encuentran la premio Nobel Rigoberta Menchú Tum, la luchadora social Rosario Ibarra de Piedra, la actriz Jesusa Rodríguez, la crotalista Sonia Amelio, la procuradora social del Distrito Federal Patricia Ruiz Anchondo, la doctora en Relaciones Internacionales Mónica González, así como los escritores Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska, Carlos Montemayor y Gerardo de la Torre, entre otros.
En el mensaje que envió Rigoberta Menchú señala que es urgente que todos los ciudadanos del mundo, además de rechazar la guerra, exijan que la comunidad internacional adopte medidas concretas para poner freno al uso de la fuerza por parte de las superpotencias y que la paz vaya acompañada de justicia social.
Controles reales a la proliferación de armas de destrucción masiva
''Es necesario imponer controles reales a la proliferación de armas nucleares y de destrucción masiva -sostiene la premio Nobel de la Paz-, independientemente de que sean desarrolladas por el enemigo oficial en turno. Se debe partir de la idea de que las armas nucleares, químicas y biológicas representan un riesgo para todas las especies, sin importar en manos de quién estén. Es necesario que se cumplan con toda rigurosidad los acuerdos existentes en la materia, sin que sea optativo renunciar a ellos. De manera complementaria hay que volcar la ciencia y la tecnología en favor de la vida humana y que no sirvan únicamente para beneficio de las naciones más poderosas, y que la industria militar deje de ser la base de la economía mundial.''
Más adelante, indica que ''para nadie es un secreto que la euforia de la guerra constituye una cortina de humo para silenciar la desigualdad social, la iniquidad, la exclusión y la extrema pobreza que cada día cobra más víctimas y genera mayor desesperación en todo el planeta''.
En su intervención, Ramón Mera explicó las razones por las que el SME se hizo cargo de la edición de Un llamado a la humanidad: ''Coincidimos en propuestas, como la que demanda que se declare crimen contra la humanidad la acumulación desmedida de capital. Nosotros también pensamos que no es posible que 10 por ciento de los hombres más ricos del mundo concentren la mitad de la riqueza mundial, y que por ejemplo en nuestro país tengamos 54 millones de pobres. Es importante que una organización de resistencia obrera se manifieste en torno a todo lo que sucede en el planeta. Cada uno en su trinchera debe contribuir a un nuevo orden económico mundial''.
Los diversos rostros bélicos
El sindicalista recordó que la guerra tiene diversos rostros y que el de la dominación económica cobra más muertos que un conflicto con misiles. ''Las privatizaciones y la deuda externa son algunos de los mecanismos de dominación que aplican las grandes potencias sobre las naciones en desarrollo; esa es otra manera de matar sin gastar misiles. La peor guerra que le han hecho a la humanidad, el saqueo económico de las naciones, acaba con más gente que la otra. Hay que detener la guerra contra Irak, pero también es necesario poner un alto al genocidio económico. Detengamos las privatizaciones, el saqueo de los países en desarrollo y el de nuestra nación'', concluyó.
Cada día mueren de hambre 16 mil personas en el mundo
Mónica González, doctora en Relaciones Internacionales y autora de varios libros -uno de ellos junto con Noam Chomsky-, también aludió a la guerra económica y dijo que cada día mueren de hambre 16 mil personas, apuntó, esta es la quinta causa de muerte en el mundo, sólo que en lugar de estar dedicados a resolver ese problema nos encontramos con una guerra frente a nosotros que va a cobrar sobre todo víctimas civiles. Explicó que si en la Primera Guerra Mundial 80 por ciento de los muertos fueron militares, para la segunda las bajas se equipararon: 50 por ciento de cada bando, y en las guerras actuales 90 por ciento de los que fallecen son hombres, mujeres y niños que por casualidad se encontraban en el lugar del conflicto armado.
''No podemos demeritar el valor de la vida, ni creer que derrocar a Saddam Hussein valga más que cientos de miles de vidas. Esta lucha no es por la libertad, como pretenden hacernos creer los mensajes guerreristas, sino únicamente por los intereses de un reducido grupo económico'', concluyó la investigadora.