Alertó sobre el vacío de políticas
federales para el campo
Fox receta mejorales para el cáncer del
agro: Sánchez Anaya
La clave está en impulsar el desarrollo regional,
sostuvo
LA JORNADA DE ORIENTE
Tlaxcala, Tlax., 17 febrero. El gobernador Alfonso
Sánchez Anaya criticó la falta de políticas federales
para atender la crisis del agro mexicano y consideró que lo hecho
hasta hoy por la administración de Vicente Fox Quesada en el sector
primario "es como tratar de curar el cáncer con mejorales".
Consideró necesaria una reforma estructural, aunque
sostiene que ésta "es muy difícil de concretar" por la incapacidad
de los actores políticos para llegar a acuerdos y por la incongruencia
entre los discursos y la acción política del gobierno federal.
Sánchez Anaya aseguró estar empeñado
en sacar adelante la propuesta de revisión del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN) y apuntalar una política
de desarrollo agropecuario centrada en el desarrollo regional.
En entrevista concedida luego de reunirse con diputados
de la Asamblea Nacional de Francia para intercambiar experiencias sobre
el campo, Sánchez Anaya aseguró que: "los mexicanos resultamos
más papistas que el Papa. En cambio los franceses tienen claro -y
así lo dicen- que la agricultura es una prioridad a la que dedican
una gran cantidad de subsidios y protegen, cerrando sus fronteras a la
importación indiscriminada".
Rechaza que antes "no hubieran políticas para el
sector agropecuario y agrario (en nuestro país) sino que se produjo
un terrible fenómeno de corrupción en todas las instituciones
públicas".
Enumera ejemplos: "existía una aseguradora, había
corrupción. Había fertilizantes, había corrupción.
Estaba la Conasupo para la comercialización, había corrupción.
Estaba la banca (banco agrícola, ejidal y agropecuaria), había
corrupción. Estaba la asistencia técnica, había corrupción.
Existía una estructura agraria, había corrupción.
Entonces -se interroga a sí mismo y a sí
mismo se contesta- "¿qué necesita el campo? Yo creo que financiamiento,
apoyos en la comercialización, asistencia técnica, transferencia
de tecnología, infraestructura".
Reconoce que sí existe experiencia en los diferentes
campos de México. "Lo que no sé es cómo se nos ocurrió
decir que los campesinos eran adultos y los dejamos que se hicieran bolas
solos. Les retiramos todos los apoyos y se han empobrecido más de
lo que estaban".
Regionalizar la crisis del campo para hallar
soluciones locales
-¿Cuál es la propuesta del gobernador de
Tlaxcala?
-Que se analice el asunto agropecuario por regiones: norte,
noreste, noroeste, centro, bajío, costas del Golfo, altiplano, sur-sureste.
¿Por qué por región?, porque si algo está marcado
por el desarrollo regional es el campo. Porque tiene que ver con el clima,
con el recurso agua y con la orografía. No se pueden inventar acuíferos
y si no hay agua eso condiciona el tipo de cultivo o de ganadería
que se puede tener.
Añade: "También se evita el traslado de
mercancías de una región a otra. De ahí que la propuesta
sea establecer políticas de desarrollo regional diferenciado por
producto y por especie, lo que generaría mayor equilibrio en todos
los órdenes".
Lo que hasta ahora se ha hecho con los campesinos -asegura-
"es (darles un) mejoral para el cáncer" y espera que en las
mesas en las que participan el gobierno federal, los estados, los municipios
y las organizaciones campesinas se llegue a "un acuerdo", que sería
"el primero", pero insuficiente.
A ello debe agregarse la revisión del TLCAN, "a
la mejor no para abrirlo, pero sí para analizar los efectos que
la Ley Agrícola de Estados Unidos tiene en nuestro país,
a la luz de lo que sucede hoy en día y no de lo deseable" y señala:
"cuando se firmó el acuerdo comercial no se habían asignado
los subsidios al campo estadunidense, mientras que en México se
retiraron totalmente".
Sánchez Anaya apuntó que el problema del
campo tienen dos partes: la técnica, que la hacen los profesionales
y las instituciones de educación superior que siempre han realizado
trabajo con o para los campesinos; y la parte política, que tiene
que ver con "la definición de una política agropecuaria nacional
de cambio, de mayores recursos al campo".
Asegura que en tanto no se concrete una reforma fiscal
que dé oportunidad de contar con mayor cantidad de recursos, de
nada servirá tener una clara definición de política
agropecuaria.
Sánchez Anaya está convencido de la necesidad
de avanzar con las "reformas estructurales", pero de manera realista reconoce
que "no existen las condiciones políticas para hacerlas", ya que
en el Congreso de la Unión y en las legislaturas estatales "se privilegia
el capital político y las posiciones de partido. Las reformas no
son una prioridad ni están interesados en los acuerdos nacionales".