Se cumple hoy el centenario del natalicio de
la escritora nacida en París
Estudiosos y admiradores de Anaïs Nin planean
crear un museo en su memoria, en La Habana
MONICA MATEOS-VEGA
Admiradores
y estudiosos de la obra de Anaïs Nin pretenden crear un museo en La
Habana dedicado a la escritora, hija de padres cubanos y nacida en París
el 21 de febrero de 1903. También en Francia, desde principios de
los años 90, se lanzó una campaña por Internet entre
los seguidores de la autora de Linotte. Diario de infancia para
convertir en museo la casona de Louveciennes, escenario del romance que
protagonizaron Anaïs y Henry Miller en los años 30.
Sin embargo, la iniciativa francesa no ha prosperado.
La propiedad, que durante muchos años estuvo semiabandonada, fue
adquirida en 1997 en casi un millón de dólares por un particular.
Se intentó clasificar la casa como patrimonio histórico de
Francia, pero las autoridades culturales de ese país ''consideran
a Anaïs una escritora estadunidense'', además, explicaron que
''el tiempo que Nin y su esposo Hugh Guiler vivieron ahí (1930-1936)
fue insignificante", informó Barbara Ann Sapp, principal impulsora
del intento por rescatar la casa de Louveciennes.
Narrativa señera
En Luyanó, Cuba, se localiza la finca La Generala,
que era propiedad de Antolina Culmell, tía favorita de Anaïs.
Acerca de este lugar, Nin escribió en 1922: ''Me encuentro viviendo
en las afueras de La Habana, en la más bella de las casas, casi
un palacio, amueblado y decorado con exquisitez, rodeada de un jardín
encantador. Y por todas partes miro los campos de Cuba, fértiles
y pródigos bajo un cielo siempre brillante". La familia de la escritora
revisa la propuesta de un museo en honor a Anaïs en la isla caribeña,
hecha por un grupo de apasionados de la autora de Fuego, quienes
buscan un recinto adecuado para sus planes.
En los años 40 Anaïs Nin fue propietaria de
un terreno en Puerto Vallarta, Jalisco, lugar en el que deseaba vivir y
al que viajó en algunas ocasiones para vacacionar en compañía
de su esposo Hugh, recordó en entrevista con La Jornada Charlie
Nin, sobrino de la escritora.
Pero debido a problemas legales, no se concretó
el proyecto, agregó. El lugar se ubica en el mismo sitio que sería
punto de reunión favorito de las estrellas hollywoodenses de los
años 60 y donde se rodó la legendaria cinta La noche de
la iguana.
Generosa con amigos y familiares, Anaïs creó
un mundo mediante su narrativa que abrió brecha a la literatura
de mujeres (La Jornada, 5/01/03). Su biógrafa Deirdre Bair
explica: ''Los diarios de Anaïs son una referencia histórica
de la época que vivió", pero también, como afirmó
Antonin Artaud, Nin fue una escritora que tuvo la virtud de respirar bióxido
de carbono y, por medio de sus letras, exhalar oxígeno.