Dice que no pide un favor, sino que México actúe conforme a sus intereses y responsabilidades
Garza advierte a Fox sobre el alto costo de no apoyar a EU contra Irak
Amaga: legisladores estadunidenses quizá rechacen reformas migratorias y otros temas bilaterales
JIM CASON Y DAVID BROOKS Y LA JORNADA DE ORIENTE CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 21 de febrero. El embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza, advirtió que el gobierno del presidente Vicente Fox podría pagar un alto costo político en las relaciones bilaterales si vota contra los deseos de la Casa Blanca en el debate sobre Irak que se dará en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Pese a que el secretario de Estado, Colin Powell, aseguró ayer que Washington no está ejerciendo presión ni empleando el "chantaje" contra otros países para conseguir su apoyo en el Consejo de Seguridad, Garza declaró al diario Washington Post que es posible que el Congreso estadunidense decida no aprobar reformas sobre migración y otros temas claves en la relación bilateral, si México vota contra Washington en el Consejo de Seguridad en el debate sobre Irak.
En Puebla, ante unos 100 integrantes del Patronato de la Universidad de las Américas, Garza continuó con las presiones y exhortó al gobierno foxista a tomar una decisión en favor de la intervención militar en Irak. "No estamos pidiendo a México que le haga un favor a Estados Unidos. Esperamos que México actúe sobre la base de sus propios intereses y su responsabilidad con la comunidad internacional."
Estados Unidos prepara una nueva resolución para presentarla al Consejo de Seguridad la próxima semana, con el propósito de obtener la autorización para una acción militar contra Irak, por lo que México y otros seis países de los 15 que forman el consejo están bajo creciente presión para apoyar a Washington. Garza se reunió con reporteros estadunidenses el jueves en la ciudad de México, y hoy algunos medios publicaron sus comentarios.
Podría haber consecuencias
El Post informó que Garza insistió sobre el punto de que México no enfrentaría represalias directas de Estados Unidos, pero agrega que podría haber consecuencias. El diplomático, texano republicano bien conectado políticamente, añadió que legisladores estadunidenses podrían mostrarse renuentes a votar en favor de medidas como un nuevo paquete de reformas migratorias y otros temas bilaterales que el gobierno de Fox ha deseado. Incluso propuestas legislativas simples, advirtió, podrían ser "más difíciles de aprobar" si México vota contra Estados Unidos en el conflicto con el país gobernado por Saddam Hussein.
"Respetamos la decisión de todo país, pero lo que más deseamos es el apoyo de México, que entienda nuestra posición", comentó Garza según el Boston Globe. Añadió que "funcionarios de Estados Unidos -incluyendo a Bush, asesores del Departamento de Defensa y el embajador Garza- han presionado a Fox a apoyar la política de Estados Unidos sobre Irak".
Cuando La Jornada preguntó hoy a un funcionario del Departamento de Estado si la Casa Blanca está presionando a México, respondió que Garza no estaba presionando, sino simplemente explicando los peligros que México podría enfrentar en el panorama político estadunidense, particularmente en el Congreso.
"Para nosotros no hay un asunto de política exterior más importante (que el de Irak), no hay tema más importante que enfrente el mundo. Queremos que México entienda eso y queremos que México apoye eso", declaró el funcionario.
Mientras Garza es citado en la prensa estadunidense advirtiendo directamente a México de las consecuencias de un voto contra Washington en el Consejo de Seguridad, frente a medios y el público mexicanos su presentación del asunto es más delicada. "Por ser miembro importante del Consejo de Seguridad, la posición de México respecto a Hussein tendrá un impacto de gran alcance y de largo plazo", sostuvo ante estudiantes e integrantes del Patronato de la Universidad de las Américas en Puebla.
"No estamos pidiendo que México haga un favor a Estados Unidos. Esperamos que México actúe sobre la base de sus propios intereses y sus responsabilidades con la comunidad internacional."
Garza agregó que "México ha sido gran aliado desde el 11 de septiembre en los esfuerzos para combatir el terrorismo en el continente. Espero que podamos continuar con este espíritu y trabajar unidos para proteger la voluntad de la ONU contra los desafíos de Saddam (Hussein)".
En su discurso, el diplomático insistió: "Sabemos que esta es una decisión difícil, también lo ha sido para mi país. Requiere voluntad política. Sin embargo, respetaremos la decisión soberana que tome cada uno de los países".
Más adelante, sin embargo, aludió a "un viejo proverbio", aquel que advierte que "en los tiempos de bonanza todos tus amigos saben quién eres, en los de adversidad tú sabes quiénes son tus amigos". Con base en ello Garza hizo notar que con frecuencia se habla sobre la relación especial entre ambas naciones, pero "la prueba real de que existe esta relación especial es actuar uno en favor del otro en tiempos difíciles".
En Washington, observadores en la ONU indicaron que no hay duda de que México está bajo una intensa presión por el tema de Irak. Estados Unidos y Gran Bretaña aún no han finalizado el borrador de una nueva resolución que pretenden presentar al Consejo de Seguridad, pero han dejado claro a México y a otros países del consejo que necesitan y esperan su apoyo.
Como resultado México, que hasta hace unas semanas se alineó abiertamente con Francia contra la acción militar, ha moderado esta actitud para adoptar una política más "neutral". "México está en la silla caliente en torno a un tema de inmensa importancia para Washington", explicó Jeff Laurenti, asesor de políticas para la Asociación de Naciones Unidas de Estados Unidos.
"Manuel Tello vive. Cuando él era el representante permanente ante la ONU, siempre afirmaba que México jamás debería buscar un puesto en el Consejo de Seguridad (...), porque (en él) México se encontraría bajo intensa presión para seguir a Estados Unidos. Eso es lo que está sintiendo ahora."
El TLCAN, "muy bueno para los dos países"
En la Universidad de las Américas, Tony Garza sostuvo que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte no debe evaluarse desde cada producto o sector en sí mismo, sino desde un panorama general. "Desde esa perspectiva, el NAFTA (por sus siglas en inglés) ha sido muy bueno para los dos países".
Ello no significa, dijo, que no haya problemas, y mencionó la queja de los sindicatos estadunidenses por la posible pérdida de empleos. Por lo que se refiere a los agricultores mexicanos, "la clave para ayudarlos", es "mejorar la infraestructura nacional, ampliar las oportunidades de crédito tanto a regiones como a personas y expandir los mercados interno y externo".
Resaltó que su país "ha tenido que hacer frente a retos similares".
Minimizó la queja de los campesinos mexicanos por los fuertes subsidios a los agricultores estadunidenses. "Quiero decirles que estamos de acuerdo en que distorsionan el comercio y en que todos estaríamos mejor sin ellos. Pero, hablando con franqueza, los hemos conservado para poder competir con Europa y Japón, cuyos subsidios son mucho mayores que los nuestros."
De hecho, reveló, "este año estamos proponiendo en la Organización Mundial de Comercio que todas las naciones convengan en eliminar todos los subsidios a los productos agrícolas", y agregó que espera que "México se nos una en este esfuerzo" y no subsidie a sus productores agropecuarios.