ASTILLERO

Julio Hernández López

Tongo redondeado

Un fraude, la función boxísistica en la Plaza México
Como "ciudadana", la señora Marta hace campaña

EL PRESIDENTE FOX y su esposa no quisieron exponer el sábado pasado sus presuntos fajines de campeonatos de popularidad. De haber asistido a la Plaza de toros México para presenciar los remedos de peleas de box que a beneficio de la fundación Vamos México se montaron, habrían escuchado el impresionante coro de rechazo a las trampas pugilísticas urdidas a nombre de la generosidad (šFraude, fraude, fraude! gritaba la mayoría de la gente, a la que le fue ofrecido un espectáculo de grotesca simulación deportiva), y tal vez habrían deplorado que la imagen de la fundación conyugal paraestatal y la del boxeo mexicano se hubieran manchado de tal manera.

PERO NO QUISIERON correr tales riesgos los dos enamorados que comparten el ejercicio del Poder Ejecutivo federal. La señora Marta prefirió estar por la mañana en León, donde unas 80 personas le ofrecieron una fiesta prenatal a La Piwi, que es como en familia conocen a la madre del primer feto del país, Vicente tercero, famoso a partir de que su abuelo hizo saber a la nación que desde el vientre materno era propagandista político experto (a propósito de signos dinásticos: el hijo de Vicentillo Fox de la Concha y de Paulina Rodríguez nacerá en la ciudad de México y no en tierra guanajuatense, repitiendo así el historial de su embotado abuelo). Luego la señora presidenta se hizo llevar a Metepec, estado de México, para encabezar un acto de campaña con mujeres panistas al que la acompañó su cuñada Mercedes Fox Quesada, su hijo Manuel Bribiesca (cuyo padre ha renunciado al PAN y ahora busca ser candidato a diputado por cualquier otro partido para luchar contra los abusos de la pareja presidencial) y su nietecita Mónica.

Y ALLI, ANTE mujeres que le gritaban "socia" por ser depositaria del galán sexenal (y "cuñada" a la hermana Mercedes), la señora Marta hizo una encendida advertencia a quienes le critican y pretenden que frene su activismo fincado en el uso de recursos públicos: "šQue se nos respete, que no se nos insulte! šPorque ya nada ni nadie va a detener esta gran fuerza que sentimos las mujeres, que es pasión pura, amigas, que es amor puro!", decía la mujer a la que vigilaba el Estado Mayor Presidencial, y que usaba el plural para desahogar lo que en singular sentía y quería decir (el recurso del género como treta para repartir la carga de lo personal: šNos atacan, amigas -pudo haber dicho- porque todas ustedes viven en Los Pinos y tienen guardia militar y avión y oficina y empleados y fondos para hacerse campaña para ver si alguna de ustedes es candidata presidencial en 2006!). Discurso de rebeldía femenil, de emancipación plena: la señora Marta sería a las mujeres de la patria lo que el Padre Hidalgo a la nación toda: "Solamente nos podemos poner límites nosotras mismas. Fuera de ahí, para el trabajo: šno habrá quien nos detenga, no habrá quien nos aplaste, no habrá quien nos pare, no habrá quien nos calle!" Y, en seguimiento estricto de la línea filosófica trazada por Lupita D'Alessio: "šSeamos mujeres audaces, atrevidas, para dar un paso más allá de donde nos encontramos. Porque sólo siendo atrevidas, rompiendo los obstáculos, podemos lograr una mejor vida para todos!" Este tecleador, conmovido, vio la melena y el peinado de la primera esposa presidencial en ser al mismo tiempo presidenta y le encontró sentido al sobrenombre de La leona dormida que a la D'Alessio le endilgaron los periodistas de espectáculos.

TAMBIEN ESTUVO A punto de soltar el llanto el mecanógrafo astillado cuando escuchó a la señora Marta decir que su presencia en un acto panista de campaña en el estado de México se daba "en mi calidad de ciudadana, en mi legítimo derecho de ciudadana panista. No vengo infringiendo ninguna ley. No vengo usando ningún recurso federal" (para limpiarse las lágrimas, este escribano fue oportunamente asistido por un guardia presidencial que en su calidad de simplísimo ciudadano le regaló un pañuelito de papel que había comprado de su bolsa). ƑY el presidente Fox?, se preguntarán los machistas lectores de esta columna andrógena, que no andrógina. Tal vez andará huyendo entre Los Pinos y el rancho San Cristóbal para tratar de que no lo atrape telefónicamente George W. Bush para "presionarlo" -según dijo la oficialmente muy respetada prensa gringa- a fin de que apoye en la ONU el ataque a Irak. También es posible que se la haya pasado felicísimo de la vida, celebrando lo que dijo en su programa radiofónico sabatino, de que México dejó el subdesarrollo en materia de salud y ahora forma parte del primer mundo sanitario (Astillero no está en condiciones de informar si tal festejo se habría hecho con alguna bebida típica traída de Comitán, Chiapas).

TONGO, FRAUDE, TRAMPA, transa, engaño, robo, estafa, eran en tanto las palabras que se escuchaban la noche del sábado en la Plaza México, donde la maestra Elba Esther vio al empresario-boxeador Jorge Kawahgi -principal promotor de la función caritativa- tumbar a un bulto ruso, Alexei Osokin, con dos ráfagas de aire -pues ni siquiera alcanzó a tocar a su adversario, según diversas crónicas consultadas, en primer lugar la de Carlos Hernández, en La Jornada, pero también Ernesto Castellanos, en el Esto, y los reportes de El Universal, El Heraldo de México y La Afición-. El balazo de la nota de La Jornada resume el penoso espectáculo: "un ruso se clavó, otro púgil dio la espalda y un tuerto no vio los golpes". Así de increíbles fueron las maniobras para que los cuatro "campeonatos" en juego siguieran en poder de sus titulares. Tan evidente fue la simulación que la gente se cansó de chiflar y gritar "šFraude, fraude!" Eso sí, entre la gente bonita que asistió a la farsa boxística estuvo Paulina Fox de la Concha, acompañada de muchos y muy entusiastas amigos, y el niño verde, Jorge Emilio González, quien es muy amigo de Kawaghi, un millonario metido a boxeador. Rodolfo Elizondo, el vocero presidencial, habría dicho al cronista Fidel Samaniego que los boxeadores participantes en el tongo a beneficio de Vamos México habían sido recibidos por el presidente Fox "en Los Pinos, bastante tiempo; muy bien, muy cordial".

šAH! EN LAS cajas registradoras de los centros comerciales hay cierta opción de resistencia cuando al cliente se le impulsa a que deje el sobrante del pago de sus consumos para "la educación de los niños pobres"; pero a los asistentes a la farsa sabatina pugilística organizada por la Fundación Vamos México y a los ciudadanos que ven a la ciudadana Marta hacer campaña impunemente con recursos públicos, no les queda sino gritar "šFraude!"

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