Familiares de Alejandro Martínez Dueñas exigen ayuda para localizarlo
En la búsqueda de desaparecidos, burlas y engaños de las autoridades
Según versiones, el joven fue detenido en Colima por un grupo de agentes judiciales
VICTOR BALLINAS
Desde hace casi dos años Diana Martínez Dueñas busca a su hermano Alejandro, quien desapareció en Colima, Colima, el 30 de junio de 2001. El es uno de los primeros desaparecidos en el gobierno del presidente Vicente Fox Quesada. Ella se ha dedicado a andar de oficina en oficina en Colima, Guadalajara y Distrito Federal para saber el paradero de su familiar, pero "sólo me traen vuelta y vuelta. Ya nos acabamos una casa y todavía no sabemos dónde está".
Alejandro Martínez Dueñas es de Guadalajara, Jalisco. Desapareció en Colima junto con su amigo José de Jesús González Medina, a quien había ido a visitar a esa entidad. Lo último que supo de él es que "fue detenido por un grupo de personas armadas, que iban vestidas de negro y actuaban como policías judiciales. Viajaban a bordo de cinco vehículos, entre ellos una camioneta Lobo y una Suburban", según testigos.
Diana Martínez cuenta a La Jornada lo que ha pasado desde que su hermano desapareció. "Como no sabíamos nada de él fuimos a Colima a tratar de localizarlo. Empezamos la búsqueda en hospitales, en ministerios públicos, en la cárcel. Nadie nos daba razón. Después de varios días fuimos a buscarlo al domicilio de su amigo, donde nos dijeron que unos policías judiciales se habían llevado a los dos jóvenes.
"A testigos les mostramos fotografías de él y de su amigo y los reconocieron. Entonces fuimos a ver al gobernador Fernando Moreno Peña, pero ahí nos atendió su secretario particular, Humberto Silva Ochoa. El me dijo que los muchachos estaban vivos, que los tenía la Procuraduría General de la República (PGR) en México y que estaban incomunicados".
Entonces, prosigue, "viajé al Distrito Federal. Lo primero que hice fue buscar a mi hermano en la PGR, donde me dijeron que no lo tenían. Me mandaron a la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada (UEDO) y ahí también me dijeron que no lo tenían. Fui a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y puse mi queja".
Nadie brinda ayuda
Diana, desesperada y con llanto que no puede contener, narra a este diario su calvario. "He batallado mucho. Es bien difícil. Se burlan de mí. Parezco pordiosera por ir de oficina en oficina. Me engañan. Todos ya saben que mi hermano está desaparecido. El presidente Vicente Fox, el secretario de Gobernación, Santiago Creel; el titular de la PGR, Rafel Macedo de la Concha; el gobernador de Colima, Moreño Peña; el ombudsman nacional, José Luis Soberanes; el Senado de la República y la Cámara de Diputados. Y no pasa nada. Nadie me quiere decir dónde está mi hermano."
Cuenta que se entrevistó con el presiente Fox el 28 de agosto de 2001. "Ahí fui porque Rosario Ibarra de Piedra me invitó a asistir a una reunión que el Comité Eureka iba a tener en la Presidencia. Fox me escuchó, le entregué papeles. El 6 de noviembre de ese mismo año volví a ver a Fox. Dijo que iba a ver mi caso, pero nada ha hecho."
En la Comisión de Derechos Humanos de Colima, primer lugar al que asistió Diana para que la ayudaran a buscar a su hermano, "sólo hicieron una llamada telefónica para preguntar si mi hermano estaba detenido, pero como les dijeron que no, no hicieron nada.
"Mejor me ayudó el Comité de Derechos Humanos, organización no gubernamental que preside Efraín Naranjo Corté. Luego busqué a los diputados locales en Colima. Ahí Roberto de la Mora me ayudó. Me contactó con el diputado federal Ramón León Morales, quien es del PRD. El preguntó en la PGR por la detención de mi hermano, pero le dijeron que no sabían nada. El me canalizó con otras organizaciones."
Human Rigths Watch, Amnistía Internacional y la Comisión de Derechos Humanos de la ONU están enterados de estas desapariciones. "Han solicitado informes al gobierno, pero no sé qué les hayan respondido", expresa.
Diana Martínez acusa al secretario Santiago Creel de no querer recibirla. "Le he pedido audiencias y no me responde. Mejor me canalizó con Ricardo Sepúlveda, de la Unidad de Promoción y Derechos Humanos de la Segob, pero cada vez que me recibe pregunta qué he hecho, que con quién he acudido, que cuántas denuncias he presentado. Yo no quiero que me entrevisten. Quiero informes, que me digan dónde tienen a mi hermano."
La persistencia, tenacidad y arrojo de Diana le han posibilitado que el procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha, la haya recibido. "El ya sabe del caso. Me dijo que me iba a ayudar y que, como era un hombre muy ocupado, me iba a recibir cada tres meses. Ya han pasado cuatro meses desde la última vez que lo vi y no me ha comunicado nada ni me ha dado una nueva cita."
La búsqueda de su hermano es constante. Toca cada puerta que le dicen. Viaja a Jalisco, a Colima y al Distrito Federal. Espera horas y días, según cuenta, hasta que la reciben. Así, abunda, "el caso de mi hermano ya se trató en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión el 22 de enero pasado y el 19 de febrero.
"El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República, Miguel Sadot Sánchez, y el legislador Orlando Lara Paredes me están ayudando. Presentaron un punto de acuerdo para que el titular de la PGR comparezca e informe sobre los casos de las desapariciones de mi hermano y su amigo", dice, y agrega: "estuve en la sesión del 22 de enero pasado. También en la del 19 de febrero".
Sin dinero
Le gana el llanto cuando narra: "se burlan de mí. Me dicen que venga mañana. Voy, llego y nada. Me mandan de acá para allá y ya no tengo dinero. Ya nos acabamos una casa. La vendimos y todo se me ha ido en pasajes, hospedaje y comidas. Ya no sé que hacer.
"Lo peor es que no sé nada de mi hermano. Ya estoy cansada, me siento enferma y me duele mucho, pues yo creía que la gente me ayudaba, los de la PGR, pero me dio coraje que en la UEDO me trajeron vuelta y vuelta y el caso ya lo habían cerrado."
En la búsqueda de justicia y el paradero de su hermano, Diana conoció otro caso de desaparición en Colima. El 25 de abril de 2002, Sergio Rivera Sánchez y J. Trinidad García Magaña desaparecieron igual que su hermano. Ellos también son de Jalisco. "Iban al rancho de la Media Luna, allá en Colima, y como a mi hermano también se los llevó un grupo armado. Dicen que eran policías."
Diana buscó a los familiares de Rivera Sánchez y García Magaña. "Les dije: vámonos a México, yo les enseño adónde ir para que les sea más fácil el camino, para que no sufran tanto como nosotros".
Los familiares de los nuevos desaparecidos se comunican, empiezan como hace 30 años lo hicieron los parientes de los desaparecidos durante la guerra sucia. "No queremos que pasen tantos años sin saber algo de ellos", afirma.