BAJO LA LUPA
Alfredo Jalife-Rahme
El eje de la paz versus el eje bélico de los ofertistas fiscales
En Estados Unidos, déficit descomunales y ahorro negativo
Enviado especial de Rusia a Bagdad
EL EJE BELICO TIENE más prisa en aplicar la reciente resolución 1441 de guerra contra Irak que la vieja resolución 242 de hace 36 años sobre el asunto palestino. El borrador de la "segunda resolución", para apuntalar la 1441, fue apadrinado por el eje bélico de Estados Unidos/Gran Bretaña/España, curiosamente integrado por gobiernos que profesan en forma fanática el modelo fundamentalista económico del ofertismo fiscal (supply side-economics). Se profundiza más la falla tectónica que ha fracturado el planeta en forma quizá irreparable y que se abrió en la OTAN cuando Alemania, Francia y Bélgica rechazaron la impudicia de Donald Rumsfeld, el septuagenario líder del Pentágono.
NO ES GRATUITO que se hayan congregado en un solo bloque operativo desde el Consejo de Seguridad de la ONU hasta la Unión Europea (ambos fracturados por el equipo Bush) los adherentes al modelo fundamentalista económico del ofertismo fiscal, que puso al mundo de cabeza y que ha sido una de las principales causas del desorden económico-financiero vigente. Baby Bush, personaje de adicciones múltiples (abandonó el alcohol a los 40 años, por sus dos nuevas aficiones: la teología paleobíblica y la guerra petrolera), representa desde el punto de vista técnico a un genuino adicto al modelo fundamentalista económico del ofertismo fiscal, que pretende estimular la economía por medio de recortes impositivos a los ricos, según la mágica "curva de Laffer" (una parábola invertida). A partir de su consustancial fundamentalismo teoeconómico, Baby Bush pretende combatir maniqueamente al fundamentalismo islámico (una creación anglosajona para promover su agenda geopolítica global).
POR MEDIO DE un engaño teórico sin pies ni cabeza, en la práctica real el ofertismo fiscal beneficia a la plutocracia y a los oligopolios, en detrimento del 90 por ciento de los otros segmentos sociales, marginados de las dádivas fiscales. ƑLa guerra contra Irak simboliza la guerra redentora del ofertismo fiscal, es decir, de la plutocracia petrolera texana y de los insolventes oligopolios anglosajones de la maltrecha globalización?
NO IMPORTA QUE el presidente 40, el republicano Ronald Reagan, hoy desahuciado por el mal de Alzheimer (Ƒno habrá padecido los inicios de esta enfermedad neurológica devastadora durante sus funciones presidenciales?; curiosamente, este es un tema tabú en Estados Unidos, que se mete en la privacía de sus enemigos sin ningún pudor), haya acelerado el declive de Estados Unidos por medio de la práctica del ofertismo fiscal que llevó al presidente 41, Daddy Bush, a la primera guerra contra Irak. El ofertismo fiscal de Reagan resultó un rotundo fracaso y el mismo Daddy Bush lo calificó como "economía vudú".
UN PUNTO QUE por alguna extraña razón pasó inadvertido a quienes mucho se entusiasmaron por los aspectos políticos de la "tercera vía" del laborismo blairiano, dejando cómodamente de lado sus aspectos económicos perniciosos, radica en que su matriz operativa se basaba en el ofertismo fiscal, como lo asentó su creador Anthony Giddens (actual director de la London School of Economics) en su libro.
QUE LUEGO LA "tercera vía", como todos los engaños consuetudinarios del premier británico Tony Blair, haya desembocado en un fraudulento maquillaje del radical thatcherismo neoliberal para suavizar los excesos de la globalización financiera, es otra historia. Lo que destaca es que la matriz operativa económica de los gobiernos actuales de Bush y Blair sea el ofertismo fiscal, un verdadero parasitismo económico, al que se adhirieron el presidente del gobierno español Chema Aznar y el premier italiano Silvio Berlusconi.
LA CONFORMACION DEL bloque ofertista fiscal por el cuarteto Bush/Blair/ Aznar/Berlusconi se prolonga técnicamente en un eje bélico contra Irak, cuyos yacimientos petroleros vendrían a rellenar los enormes faltantes deficitarios del modelo económico plutocrático y oligopólico en franca insolvencia que rige en Washington, Londres, Madrid y Roma.
LA FRACTURA ENTRE el modelo anglosajón vigente, proclive a la guerra, con dos países líderes de Europa continental, de inclinaciones pacíficas, es profunda y rebasa los confines geopolíticos. Se trata también de una contienda conceptual económica entre dos modelos capitalistas diferentes: el "capitalismo de consumo" anglosajón y el "capitalismo de ahorro" franco-alemán. En Estados Unidos, el ahorro se encuentra peligrosamente por debajo de cero y a los niveles más bajos del último cuarto de siglo. El "consumo adictivo" en Estados Unidos, que se refleja en su fenomenal déficit de cuenta corriente de 500 mil millones de dólares, que ha desestabilizado al planeta, es subsidiado por los ahorros de 80 por ciento de los países del mundo. También los "déficit gemelos" de Estados Unidos (el presupuestal y el de cuenta corriente) fracturó la reunión de ministros de finanzas del G-7 (The Financial Times, 24 de febrero). Las quimeras del ofertismo fiscal se refractan también en el descomunal déficit presupuestal de Estados Unidos, que el equipo Bush ha proyectado hasta 2010, donde cobra relieve el aumento desproporcionado en el gasto bélico, lo cual indica siete años más de guerra global "preventiva". ƑDe dónde provendrá el financiamiento de las múltiples adicciones financieras y bélicas de Estados Unidos? Pues de los yacimientos petroleros de Irak (y luego, quizá, de Arabia Saudita) para redondear las cuentas del parasitario ofertismo fiscal, lo cual aporta mayor luminosidad a los verdaderos motivos de la guerra multidimensional (desde Afganistán, pasando por Irak, hasta Filipinas) que opera el equipo Bush, con la adición de Blair, Chema Aznar y Berlusconi (éste con antecedentes presuntamente mafiosos, lo cual parece representar una virtud para el "ofertismo fiscal"). No importa que estos los últimos ofertistas fiscales Chema Aznar y Berlusconi sean de mediana estatura (desde el punto de vista geopolítico) y sólo jueguen el papel asignado de "tontos útiles" para enviar a sus soldados a limpiar los parabrisas de los aviones furtivos (Stealth). De ninguna manera estamos pidiendo que el papa Juan Pablo II excomulgue a los apóstatas fariseos, Chema Aznar (el encubridor de los propietarios criminales del barco Prestige) y el presunto capo Silvio Berlusconi, quienes fingen, más de lo que fungen, ser "ardientes católicos".
EN EL CONSEJO DE Seguridad de la ONU, la fractura planetaria es más notoria entre el eje de la paz, como lo califica el periódico británico The Guardian (25 de febrero), y el eje bélico conformado por los ofertistas fiscales. La desregulación conductual del eje bélico, que desea como fuere la guerra contra Irak para intentar salvar sus economías insolventes por medio de los riquísimos yacimientos petroleros de la antigua Mesopotamia, ha provocado la aglutinación gradual de un eje de la paz inesperado conformado por Francia, Alemania, Rusia, China y el Vaticano, a despecho de los axiomas geopolíticos del británico Halford McKinder, quien pregonaba la balcanización euroasiática por medio de la "guerra permanente" para impedir la alianza virtual entre Alemania y Rusia. Pues Baby Bush, un verdadero desastre global, ha echado por la borda en solamente dos años lo que habían forjado los británicos en un siglo entero al precio de guerras, saqueos y cataclismos.
FRANCIA RECUPERA EL liderazgo universal de potencia civilizadora frente a la barbarie fundamentalista texana y ha conseguido atraer a Alemania, Rusia, China y el Vaticano a integrar un eje de la paz, que se define básicamente por su oposición al eje bélico de los ofertistas fiscales de la globalización financiera terminal que encabeza el equipo Bush. En este contexto habría que situar la visita superestratégica a Bagdad del orientalista número uno del Kremlin, Evgeny Primakov (Interfax, 24 de febrero), enviado especial del presidente Putin, con el fin de encontrar con Saddam Hussein la formula idónea para que el eje de la paz pueda desmontar la coreografía del eje bélico.
DE ACUERDO CON reportes de las embajadas de Estados Unidos, The Washington Post (24 de febrero de 2001) no tiene más remedio que admitir que, para la opinión pública mundial, Baby Bush constituye una mayor amenaza a la paz mundial que Saddam. Más allá de la cortina de humo del derrocamiento del régimen de Saddam Hussein y la charada de las "armas de destrucción masiva", lo grave consiste en que se puede gestar una guerra teológica, a reminiscencias de la "guerra de 30 años" (de 1618 a 1648), contra el fundamentalismo islámico, de parte de los proponentes de dos fundamentalismos ominosos: uno teológico (el texano-israelí de corte paleobíblico), y otro económico (el ofertismo fiscal). Ni a quién irle.
A LA GUERRA TEOLOGICA en gestación, azuzada por el manual tóxico de propaganda negra contra el Islam (El choque de civilizaciones: la reconfiguración del nuevo orden mundial, de Samuel Huntington), se podría agregar una guerra geopolítica muy parecida a los prolegómenos de 1913 de la Primera Guerra Mundial catalizada por el atentado terrorista de Sarajevo que propició los realineamientos subsecuentes de ejes confrontativos.
CON ANTELACION HEMOS descrito lo que consideramos las similitudes del derrumbe financiero-económico de la "nueva economía" greenspaniana y su "burbuja.com", con la debacle económico-financiera de 1929.
A LAS REMINISCENTES guerras en ciernes de carácter teológico, geopolítico y financiero-económico se suma el atentado de Pearl Harbor y la aplicación posterior del "modelo japonés". El general Tommy Frank, un émulo del general Mac Arthur, sería ungido gobernador ocupante de Bagdad (Ƒdespués del lanzamiento de bombas nucleares?). El artículo ominoso del etnocida global Henry Kissinger, días después del atentado terrorista del 11 de septiembre en The Washington Post, recobra ahora su verdadera dimensión cuando lo asemejó al ataque japonés de Pearl Harbor, por lo que urgía a una respuesta similar (que por necesidad metafórica tendría que ser nuclear).
NO IMPORTA QUE ahora el equipo Bush haya desviado su objetivo legítimo de la lucha contra el terrorismo global, que resultó en un montaje coreográfico hollywoodense, para resucitar el contencioso iraquí por medio de una regurgitación de mentiras, propaganda negra y engaños pueriles que llegaron al plagio de pruebas (el infame reporte Blair/Powell). Los ultrahalconazos de Estados Unidos están convencidos de que el resultado de la guerra en Irak, donde Rumsfeld obscenamente ha amenazado emplear armas nucleares tácticas, pondrá a cada quien en su lugar para dar cabida al advenimiento de la segunda parusía del imperio texano-israelí acompasado de su ofertismo fiscal: en lo que cree fervientemente Baby Bush, un profeta paleobíblico de pacotilla quien pretende hablar a solas con Yahvé y en quien no se reconocerían ni Alá, ni el Dios del Nuevo Testamento, ni el Cristo del Sermón de la Montaña.