Robert Fisk
Un logro en verdad notable
BAGDAD. "Entonces, esto es un logro notable, ¿no?",
afirma el general Tommy Franks. Todo está saliendo "conforme al
plan", según los británicos. Es un logro que los británicos
no hayan "liberado" Basora. "Conforme al plan", los iraquíes podrían
lanzar un misil desde la península de Fao, supuestamente bajo control
británico desde hace más de una semana.
Es un logro -notable en verdad- que los estadunidenses
hayan perdido un helicóptero Apache gracias a la pistola
de un campesino iraquí; que llevan cuatro días tratando de
cruzar los puentes de Nasiriya y que se hayan encontrado a su primer atacante
suicida en Najaf. La mitad del total de las fuerzas angloestadunidenses
-aún llamadas "de coalición" por los periodistas que pretenden
hacernos creer que la conforman 35 ejércitos en lugar de sólo
dos y "pico" (el "pico" serían las Fuerzas Especiales Australianas)-
se encarga ahora de proteger y desplegar la línea de abastecimiento
a través del desierto. Y Bagdad está siendo bombardeada,
pero no sitiada.
De acuerdo con el general Franks, el "plan" militar es
tan secreto, que muy poca gente lo ha visto, o entendido siquiera, completo.
Pero él dice que el "plan" es sumamente flexible. Tiene que serlo
para explicar el caos de los pasados 12 días y, por supuesto, para
que nosotros mantengamos la moral a nivel del suelo. Los estadunidenses
bombardean un autobús cerca de la frontera con Siria y ni siquiera
se molestan en disculparse. Un soldado iraquí se suicida atacando
marines estadunidenses con su coche y resulta un acto de "terrorismo".
Y ahora el secretario de Estado Colin Powell anuncia a la Comisión
Estadunidense-Israelí de Asuntos Públicos, el más
grande cabildo israelí en Estados Unidos -el cual por supuesto apoya
esta guerra ilegal y abominada por Dios-, que Siria e Irán son "países
que apoyan terroristas" y deberán "enfrentar las consecuencias".
Entonces,
¿cuál es el plan? ¿Nos olvidaremos de Bagdad por unos
meses y remolcaremos a nuestros jóvenes soldados hacia el oeste
para rodear Damasco? ¿Hacia dónde, por Dios santo, va todo
esto? Ibamos a "liberar" Irak. Pero ahora George W. Bush nos dice que la
guerra podría volverse "larga y difícil". No nos dijo eso
antes, ¿verdad? Y, de acuerdo con Tony Blair, este es "sólo
el comienzo". ¿En serio?
Resulta extraño -¿o no?- cómo todo
este barullo sobre las armas químicas y biológicas se ha
olvidado. Las armas "secretas", las máscaras antigás, las
inyecciones contra el ántrax, las píldoras y los trajes antiquímicos
se han borrado de esta historia, porque las balas y las granadas impulsadas
por cohetes son ahora el peligro real para las fuerzas estadunidenses y
británicas en Irak. Incluso el "sitio de Bagdad" (ciudad de unos
45 kilómetros de extensión, que requeriría de cerca
de 250 mil efectivos para rodearla) empieza a desaparecer de los diarios.
Según la revista estadunidense The New Yorker, el secretario
de la Defensa, Donald Rumsfeld, interfirió con el "plan" del general
Franks. Esta iba a ser -y aquí cito a Rumsfeld- "una guerra de una
clase nunca vista antes". Y vaya que lo puede afirmar.
Sentado en Bagdad, escuchando la retórica propagandística
religiosa de los iraquíes pero observando al mismo tiempo los indecentes
ataques aéreos de estadunidenses y británicos -destruir una
supuesta batería de misiles cerca de un barrio comercial de una
ciudad capital en pleno mediodía y durante una tormenta de arena
es matar civiles, ¿o no?-, me queda la impresión de que los
malos resultados no forman parte de ningún plan. Aún más,
sospecho que no existe un plan general. Porque prefiero pensar que los
fundamentos de esta guerra radican no en una estrategia militar, sino en
una ideología.
Hace mucho tiempo, como todos sabemos, el ala derecha
del grupo pro israelí que rodea a Bush planeaba derrocar a Saddam
Hussein, lo cual destruiría al más poderoso Estado árabe
del Medio Oriente. El jefe del Estado Mayor de Israel, Shoal Mofaz, exigía
que la guerra empezara mucho antes de la fecha prevista, y de esta manera
cambiar el mapa de la región para siempre. Colin Powell reveló
esto hace apenas un mes. Información falsa de inteligencia (sería
interesante saber a qué país dice la FBI investigar actualmente
por la falsificación de los documentos que Powell usó ante
Naciones Unidas para "probar" que los iraquíes habían importado
armas ilegales de Africa) se mezcló con los deseos de la oposición
iraquí corrupta e infiltrada. Una especie de impulso moral superpoderoso
dio crédito a fantasías e ilusiones. Cualquier mentira podría
usarse como combustible de este proyecto ideológico. El 11 de septiembre
(al que curiosamente no se nombra ahora) se vinculó a Saddam y Osama
Bin Laden (nunca se probó); armas de destrucción masiva (desaparecidas
o nunca encontradas); violación de derechos humanos (de la cual
fuimos cómplices cuando Saddam era nuestro amigo), y, finalmente,
el proyecto más heroico de todos: la liberación del pueblo
de Irak. El petróleo nunca se mencionó aunque resultara el
factor dominante de este conflicto ilegítimo. Con razón el
general Franks admitió que su preocupación principal antes
de la guerra era "la protección" de los campos petroleros del sur
de Irak. Así que iban a ser la "liberación" y la "democracia".
Con qué arrojo cruzamos la frontera. Con qué nobles propósitos
invadimos Irak.
Pocos iraquíes dudan (incluso algunos ministros
en Bagdad lo comentan) que los estadunidenses acabarán ocupando
el país. Tienen la fuerza y las armas para abrirse paso a como dé
lugar dentro de cada ciudad e imponer el toque de queda y la ley marcial.
Pero, ¿podrán obligar a los iraquíes a obedecer? De
no ser que las masas se rebelen como esperan Bush y Blair, esta es ahora
una guerra nacionalista contra el tipo más obvio de poder imperial.
Sin apoyo iraquí, ¿cómo podrá
el general Franks encabezar una dictadura militar o encontrar nativos dispuestos
a servirlo o a manejar los campos petroleros? Los estadunidenses pueden
ganar la guerra, pero si el proyecto falla habrán perdido.
Hay, sin embargo, un logro que debemos resaltar. El abominable
Saddam, el más repulsivo dictador del mundo árabe, que de
hecho ordena crueles torturas y realmente ha empleado gas, ahora encabeza
a una nación que combate a la única superpotencia mundial
y que lleva dos semanas sin rendirse. Sí, el general Tommy Franks
ha conseguido "este logro verdaderamente notable". Ha convertido al Monstruo
de Bagdad en el héroe del mundo árabe y permitido a los iraquíes
enseñar a todo opositor a Estados Unidos cómo se combate
al enemigo.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya