Piden fiscales cubanos 20 años de prisión;
cadena perpetua para Ricardo González
Lazos con Reporteros sin Fronteras, nuevo cargo contra
el periodista Raúl Rivero
Agentes encubiertos que actuaban como disidentes declaran
contra acusados; 78, los detenidos
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 4 de abril. La fiscalía incluyó
este viernes entre los cargos penales contra el periodista disidente Raúl
Rivero mantener relaciones con la organización gremial Re-porteros
sin Fronteras, con sede en París, a la que los acusadores llamaron
"subversiva", durante uno de los juicios sumarios que se realizan en Cuba
desde la víspera contra activistas opositores.
Blanca Reyes Castañón, esposa de Rivero,
relató a periodistas extranjeros que las inculpaciones incluyeron
también las colaboraciones que hacía su marido para la re-vista
Encuentro, con sede en Madrid, y para el sitio web homónimo.
Los fiscales pidieron 20 años de prisión
para Rivero y cadena perpetua para Ricardo González Alfonso, quien
fue juzgado du-rante la misma audiencia oral.
Los 78 opositores detenidos en las dos semanas anteriores
están compareciendo escalonadamente ante salas de la Seguridad del
Estado de tribunales provinciales.
El jueves se realizaron tres audiencias en La Habana y
seis en provincia, y este viernes hubo tres más en la capital y
tres en el resto del país, según informes parciales de familiares
de los presos.
Al menos otra audiencia estaba prevista para este sábado,
en Matanzas, y una más aquí, el lunes, en la que será
juzgado el mé-dico Oscar Elías Biscet, detenido el fin de
año pero incorporado al macroproceso en curso, que no tiene precedente
en Cuba.
Los tribunales disponen de 10 días para dictar
sentencia, pero las primeras condenas podrían conocerse el martes
próximo.
Los presos están siendo juzgados bajo la ley 88
de Protección de la Independencia Nacional y la Economía,
de 1999, que penaliza la difusión de información considerada
ilegal.
Durante
las dos jornadas de diligencias judiciales han aparecido seis testigos
de cargo que hasta ahora eran conocidos como integrantes de movimientos
opositores, pe-ro que reconocieron ser informadores de la Seguridad del
Estado.
Ellos son Pedro Véliz, presidente del Colegio Médico
Independiente de Cuba (agente Ernesto); Odilia Collazos, titular
del Partido Pro Derechos Humanos (Tania) y su esposo de nombre Roberto
(Eduardo); Aleida Godínez, secretaria general de la Confederación
Obrera Nacional Independiente de Cuba (Vilma) y los que se presentaban
como periodistas independientes, Manuel David Orrio (Miguel) y Néstor
Baguer (Octavio); ninguno había sido detenido en la redada
policial.
Véliz, Collazos y su esposo testificaron contra
Héctor Palacios. Godínez lo hizo contra Martha Beatriz Roque,
de quien era cercana colaboradora, y Orrio y Baguer hablaron contra Rivero
y González Alfonso.
Los procesados Héctor Palacios, Oscar Espinosa
Chepe, Héctor Maseda y Marcelo Cano se negaron a responder las preguntas
del fiscal, y Marcelo López reivindicó su papel de activista
de derechos humanos.
Solicitan la absolución
Según la versión de la señora Reyes,
Orrio dijo que había sido reclutado por la Seguridad del Estado
en 1992, se declaró "patriota" y reveló que había
pedido a sus superiores permanecer infiltrado, pero que, como militar,
acató la orden de descubrirse.
Orrio acusó a Rivero de "alcohólico", pe-ro
reconoció que era un "periodista brillante, gran poeta y escritor",
según el relato. El testimonio de Baguer, hombre de avanzada edad
y andar dificultoso, fue presentado en un video, añadió Reyes.
En réplica al fiscal que lo llamó "autotitulado
periodista", Rivero dijo que era graduado de la especialidad y, entre otras
actividades, fue corresponsal de la agencia de noticias Prensa Latina en
Moscú y jefe de relaciones públicas de la Unión Nacional
de Escritores y Artistas, bajo la presidencia del desaparecido Nicolás
Guillén, de acuerdo con la misma versión.
La esposa de Rivero dijo que su marido confirmó
la afirmación de los fiscales de que colabora con Reporteros sin
Fronteras y las dos ediciones de Encuentro, y agregó que
también ha publicado en Le Monde, El País y
La Vanguardia, que mantiene una columna en El Nuevo Herald,
y que optó por ejercer el oficio en forma alternativa para evitar
la "prensa edulcorada" de su país.
Reyes dijo que la fiscalía presentó como
pruebas una computadora portátil, una grabadora y casetes de audio,
entre los cuales la esposa del acusado reconoció algunas cintas
de su propiedad grabadas con música.
Al dicho de la acusación de que mantiene vínculos
con la Sección de Intereses de Estados Unidos, Rivero dijo que al
titular de esa oficina, James Cason, sólo lo ha visto en dos ocasiones,
ambas en actos sociales.
Alida Viso Bello, esposa de González Al-fonso,
dijo que su marido, un ex guionista del Instituto Cubano de Radio y Televisión,
recibió acusaciones similares, a las que replicó "con un
discurso muy valiente, en el que dijo que él era sólo escritor
y que se dedicaba a contar lo que pasaba en su país".
González Alfonso dirigía la Sociedad Manuel
Márquez Sterling, grupo que auspiciaba la prensa de oposición.
El abogado común de Rivero y González pidió
la absolución para ambos. El defensor realizó "un buen papel,
dentro de las limitaciones que tuvo", dijo Reyes.