Duró 40 horas el secuestro de una lancha de pasajeros
Logran solucionar crisis en Cuba dos mujeres que burlaron a sus plagiarios
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 4 de abril. Dos mujeres rehenes lograron burlar a los secuestradores de una lancha de pasajeros y escaparon lanzándose al mar, lo que precipitó la solución de una crisis de unas 40 horas, que culminó el jueves con la captura de los asaltantes y la liberación sin daño alguno de todas las víctimas, dijo hoy un informe oficial.
La lancha Baraguá estaba amarrada a 10 metros del muelle del puerto de Mariel, 50 kilómetros al oeste de La Habana, cuando una de las mujeres secuestradas se lanzó sorpresivamente al agua, al parecer aprovechando un descuido de los plagiarios, de acuerdo con el parte difundido este viernes.
Eran las 15:55 horas cuando, a señas, la mujer logró consultar su propósito a un efectivo de la brigada especial de la policía, que permanecía al borde del muelle en posición de alerta. El uniformado alentó a la rehén a que escapara, y de inmediato otra mujer hizo lo mismo.
El jefe del grupo de secuestradores, que más tarde fue identificado como un técnico medio en construcción, se desconcertó y trató de indagar lo ocurrido, pistola en mano.
De acuerdo con el relato, un joven rehén se lanzó sobre el secuestrador y ambos ca-yeron al agua, un momento que los demás plagiados aprovecharon para tirarse al mar.
Un efectivo del destacamento de elite que vigilaba la situación saltó al barco y tomó su control, tras lo cual el resto de la unidad policial, un equipo de buzos y una lancha rápida entraron en acción.
Los demás secuestradores, que mantuvieron durante día y medio a 50 rehenes exigiendo combustible para irse con la lancha a Estados Unidos, igualmente se lanzaron al agua y arrojaron los cuchillos que tenían.
Según el parte, no se realizó ningún disparo y nadie resultó lesionado.
Antes del desenlace, las autoridades ha-bían dispuesto una táctica de intimidación sicológica a los secuestradores, que desembocara en el asalto de la nave, y que se inició con duras advertencias y la interrupción de la comunicación con los plagiarios.
La nave fue aislada, al alejar de la zona de amarre a todas las embarcaciones que ha-bía, pero se ubicó en las cercanías una lancha rápida. Dos escuadras policiales de elite fueron apostadas al borde del muelle en estado de alerta, indicó el informe.
El gobierno esperaba "proceder a la ocupación por la fuerza de la embarcación y arrestar a los secuestradores", antes del anochecer del jueves.
El comunicado no precisó la identidad ni el número de secuestradores, que con una pistola Makarov y varios cuchillos amagaron a los pasajeros, amenazando con lanzarlos al mar si no recibían combustible.
La hora indicada por el parte oficial como el comienzo del desenlace coincide con el momento en que el presidente Fidel Castro fue visto en el poblado de Mariel, tras un intenso movimiento de personal y vehículos de organismos de seguridad.
Castro salió de Mariel al frente de un largo convoy de vehículos militares, policiales, ambulancias y bomberos, cerca de las 18 horas, lo que corresponde a unas dos horas después de iniciado el capítulo final de la crisis.
La nave fue secuestrada el miércoles anterior, en la madrugada, cuando abandonó su ruta habitual dentro de la bahía de La Habana, con 50 personas a bordo, y enfiló hacia el norte, escoltada por dos unidades guardafronteras.
Casi al mediodía del miércoles, la nave se quedó sin combustible a unos 48 kilómetros al norte de Mariel. En ese punto, en aguas internacionales, la Baraguá pasó casi todo el día, hasta que los asaltantes aceptaron que la embarcación fuera remolcada a puerto para evitar un desastre en el lugar, azotado por olas de hasta cuatro metros.
A las 22:12 horas del miércoles la lancha quedó amarrada a 10 metros del muelle de Mariel, con los secuestradores "manteniendo los cuchillos en el cuello de mujeres rehenes", según la versión oficial. El grupo armado aceptó liberar a dos mujeres y un hombre en condiciones delicadas de salud.
El episodio sigue al plagio de dos aviones de pasajeros en las pasadas dos semanas, siempre con el propósito de los plagiarios de emigrar a Estados Unidos. Las dos naves aéreas están en territorio estadunidense y sus captores enfrentan cargos penales.