Es urgente modificar la dieta de los ciudadanos, advierte encuesta sobre alimentación
Obesos, 60% de los adultos en el DF; muy desnutridos, 3.7% de los niños
Por lo menos 14% de los habitantes de la ciudad de México mayores de 30 años padecen diabetes Es cada vez más frecuente que se sustituyan las tortillas de maíz con las de harina refinada
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
El sobrepeso y la obesidad son los problemas de nutrición más graves que padece la población de la ciudad de México. Aproximadamente 34 por ciento de los niños en edad escolar padecen estos males y lo mismo le ocurre a 60 por ciento de los adultos, señalan los resultados de la segunda Encuesta Urbana de Alimentación y Nutrición (Enurbal).
Las principales causas de estos males son el sedentarismo de los capitalinos, pues 80 por ciento de los entrevistados declaró que nunca hace ejercicio; el excesivo consumo de grasas y azúcares, y que la mayoría ignora por completo o tiene un conocimiento erróneo de lo que le conviene comer para evitar el sobrepeso.
Todo ello tiene consecuencias negativas para los habitantes del Distrito Federal: 14 por ciento de la población mayor de 30 años padece diabetes y lo más preocupante es que la tercera parte de los entrevistados no lo sabía hasta antes del diagnóstico de la encuesta.
Frente a esta realidad está la de los niños desnutridos. Aunque la investigación refiere que hay una tendencia a la baja, los autores del estudio advirtieron que no "podemos echar las campanas al vuelo", porque todavía existen 12 mil 500 niños con desnutrición de "alto riesgo", es decir, 3.7 por ciento de la población infantil.
Igualmente, la anemia persiste como un problema importante que afecta a 18 por ciento de los niños menores de 12 años, siendo especialmente alta la incidencia entre los dos y tres años de edad, en que uno de cada dos niños la padece.
En la presentación de los resultados de la Enurbal, que se realizó en el Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán, el investigador Adolfo Chávez consideró que estos resultados demuestran que los mexicanos en vez de avanzar hacia una dieta adecuada y moderna, están en una "trampa" que definió de la siguiente forma:
"El cambio se ha quedado incompleto, la alimentación de los mexicanos no tiene las características de una sociedad desarrollada, en cambio se ha desviado hacia consumos aberrantes, como son los alimentos chatarra, la grasa y la manteca",
Esta segunda evaluación -la primera se hizo en 1995- fue aplicada a finales de 2002 a 3 mil 784 personas y revela que la obesidad se presenta como un "problema emergente de suma gravedad", según explicó el coordinador de los trabajos, el doctor Abelardo Avila Curiel.
Mientras más aumenta la edad de los capitalinos es mayor el riesgo de que padezcan obesidad. En la población de cinco años de edad, 10 por ciento tiene este padecimiento, la cifra sube a 30 por ciento en adolescentes de 15 años y a 40 por ciento en la de 20 años. A edad adulta, la situación empeora, casi la mitad de las mujeres mayores de 50 años son obesas y le ocurre lo mismo a 22 por ciento de los hombres.
Los pésimos hábitos de alimentación de los entrevistados se encuentran entre las causas de este mal. Consumen muy poca cantidad de fibra (13.6 gramos diarios), prácticamente la mitad de lo recomendado en una alimentación saludable y muy poca fruta y verduras. Y aunque siguen consumiendo tortilla, el alimento tradicional por excelencia, cada vez más lo sustituyen con harinas refinadas.
Chávez explicó que los mexicanos prefieren los alimentos industrializados, azúcares, harinas refinadas, los de origen animal y esto último se traduce en consumo excesivo de colesterol y de grasas saturadas.
Además de ello, muchos capitalinos son sedentarios. Se les preguntó a todos los miembros de las familias entrevistadas cuántos días realizaban 20 minutos de actividad física en ejercicio o actividad laboral, y 80 por ciento respondieron no hacerlo nunca, solamente un 7 por ciento se ejercita diariamente y un mínimo porcentaje, 11 por ciento, lo hace entre uno y seis días.
Este patrón de alimentación, como lo definen los nutriólogos, tiene consecuencias en el tipo de enfermedades que tienen los habitantes del Distrito Federal. La Enurbal explica que 14 por ciento de las personas mayores de 30 años de edad padece diabetes, o sea que hay medio millón de diabéticos.
En la población mayor de 60 años, la prevalencia de diabetes es de uno de cada cinco adultos. Quizá lo más grave, explicó el doctor Avila Curiel, es que una tercera parte de los diabéticos ignora que la padece.
A propósito de ello, Chávez dijo que tanto en tasas de obesidad como de diabetes, México está muy cerca de alcanzar el "récord mundial" en esa enfermedad que definió como uno de los "nuevos jinetes del apocalipsis" que también son la hipertensión, enfermedades del corazón y el cáncer.
La otra cara de la moneda es la desnutrición. La encuesta indica que este problema se concentra sobre todo en los niños de las familias en condiciones de mayor pobreza urbana, 7. 1 por ciento la padece mientras que la media local es de 3.7 por ciento.
Avila señaló que ello no implica que la desnutrición sea un problema resuelto, porque en la encuesta faltó considerar a las personas de zonas rurales del DF, a niños que viven en la calle y a habitantes de municipios conurbados. Estos últimos no pudieron ser encuestados, porque no hubo acuerdo con el gobierno del estado de México.
Chavez también opinó en ese sentido: "Hay que cambiar un poco las políticas de salud, porque los centros de salud todavía están preparados para la atención de enfermedades infecciosas, transmisibles, y ya se debe estar pensando en atender los problemas de obesidad, hipertensión, enfermedades del corazón, infartos, cáncer".