El Puma y el Justo Sierra tienen 22 años de labores
Investigadores de la UNAM exigen más seguridad en barcos de la escuela
JOSE GALAN
A una semana del accidente del buque oceanográfico universitario Puma de la UNAM, miembros del Instituto de Ciencias del Mar de esa casa de estudios exigieron garantías y condiciones seguras para laborar tanto en ese barco como en el Justo Sierra, ambos con 22 años de antiguedad, así como información sobre los daños reales sufridos por la embarcación y las medidas adoptadas para su reparación.
El buque Puma encalló el viernes de la semana pasada en las inmediaciones de la Bahía de Magdalena, en Baja California Sur, y, luego de cuatro horas, fue rescatado por naves de la Armada de México y remolcado al puerto de Mazatlán, Sinaloa.
Pero los investigadores Artemio Gallegos García, Ranulfo Rodríguez, Faustino Rodríguez y Martha Reguero Meza, del Instituto de Investigaciones Oceanográficas de la UNAM, consideraron que la dirección de dicho instituto, a cargo de Adolfo Gracia, tomó el accidente como "un asunto menor", y que el trabajo y la navegación a bordo de los buques de la UNAM "en condiciones inseguras es una circunstancia inaceptable".
"Un encallamiento es una situación de riesgo en el que se pone en peligro a la embarcación misma en una situación de naufragio y, con ello, la vida de todos a bordo", agregaron a La Jornada. "Es un hecho grave que lleva a pensar que las condiciones en que funciona y opera este buque no garantizan la seguridad de quienes laboran, investigan y estudian a bordo."
Por ello, subrayaron que la comunidad del instituto, "como usuaria persistente y conocedora del trabajo de campo en el ambiente marino", tiene derecho a conocer los hechos que produjeron el accidente del buque y las medidas de prevención.