Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 8 de abril de 2003
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Mundo
La Casa Blanca y el Kremlin confirman que desean reforzar su relación bilateral

Moscú participaría en la reconstrucción de Irak, dicen fuentes de Rusia y EU

No hay información oficial sobre visita de Rice a Putin y otros funcionarios de primer nivel

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscu, 7 de abril. Rusia y Estados Unidos ratificaron este lunes la voluntad compartida de reforzar su relación bilateral, mientras las discrepancias sobre la invasión a Irak persisten, pero paulatinamente pasan a segundo plano desde que los presidentes Vladimir Putin y George W. Bush concluyeron que llegó la hora de negociar los entendimientos posbélicos en el país petrolero.

A falta de información oficial, que de común acuerdo no se proporcionó a la prensa por la delicada agenda de sus conversaciones y por los poderosos intereses en juego, fuentes de ambas partes consultadas coincidieron en anotar que ese fue el principal resultado de la visita -de apenas un día a esta capital- de la consejera de Seguridad Nacional estadounidense, Condoleezza Rice.

Con las tropas invasoras en las puertas de Bagdad, aunque el régimen de Saddam Hussein resiste todavía la ofensiva aérea y terrestre, Bush quiso corresponder a los gestos conciliatorios de Putin, quien tras haber condenado de modo enfático el comienzo de la agresión a Irak, se mantuvo a la expectativa hasta que reapareció en la escena política con un discurso menos drástico.

El notorio cambio de actitud de Putin, que desde la semana pasada en declaraciones a cuentagotas se dio a la tarea de bajar el tono de sus críticas, probablemente obedeció al temor de que la creciente confrontación con Estados Unidos pudiera dejar a Rusia, con todo y sus proclamados intereses petroleros, fuera de eventuales arreglos y reacomodos en el periodo posterior a Hussein.

Bush captó la señal de debilidad de su colega ruso y encomendó a Rice la misión de traer a Moscú el mensaje de que la Casa Blanca, a partir de ahora, propone al Kremlin dejar de lado las acusaciones recíprocas y centrar el diálogo en "los diferentes aspectos posconflicto" en Irak, como definió un diplomático estadunidense el sentido de la visita de la consejera de Seguridad Nacional.

Al preferir por razones obvias que elmarine_searches_iyy pragmatismo sea lo que determina el comportamiento ruso, un funcionario de la oficina de la presidencia local confirmó que Rice mencionó que Rusia debe jugar un papel importante en la búsqueda de soluciones a las apremiantes cuestiones humanitarias en Irak.

No menos grato a los oídos rusos fue escuchar de una estrecha colaboradora de Bush que Moscú también podría participar en la futura reconstrucción del país árabe, en algún esquema paralelo que no se contradiga con la reciente prohibición del Congreso estadunidense de financiar "con dinero de sus contribuyentes" contratos de ninguna empresa rusa ni de otros tres países que se oponen formalmente a la guerra.

En una jornada de intensas conversaciones, Rice fue recibida por el presidente Putin y tuvo otros cuatro interlocutores rusos de primer nivel: el ministro de Relaciones Exteriores, Igor Ivanov; el titular de la cartera de Defensa, Serguei Ivanov; el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Vladimir Rushailo, y el jefe de la oficina de la presidencia, Aleksandr Voloshin.

Con este último, sin duda, Rice pudo retomar la plática que iniciaron en Washington apenas unos días antes de que Estados Unidos lanzara sus primeras bombas y misiles sobre Irak, el pasado 20 de marzo.

El influyente Voloshin, quien ocupa en el Kremlin la misma posición clave desde los últimos años de gestión presidencial de Boris Yeltsin y actúa como enlace entre Putin y los principales grupos de poder económico de Rusia, visitó la capital de Estados Unidos para presentar "interesantes propuestas de participación rusa en el escenario posbélico de Irak, en particular en el sector del petróleo", según filtraciones atribuidas a los grandes consorcios petroleros rusos que en aquel momento destacó la prensa local.

Todavía resulta prematuro saber cuál de esas "interesantes propuestas" se podrá concretar finalmente, si acaso se concreta alguna, pero es claro que los grupos económicos detrás del poder político en Moscú y Washington, con la mira puesta en las riquezas de Irak, ya pusieron a trabajar a sus cabilderos.

Es de suponer que, frente a los intereses que privilegia la Casa Blanca, algunos consorcios petroleros rusos caerán víctimas del fuego amigo, con menos suerte que los diplomáticos que ayer lograron sobrevivir el concierto de balazos con que fueron despedidos de Bagdad.

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