GUERRA CONTRA IRAK
Manifestaciones en Washington en favor y en contra
de la agresión
Piden pacifistas la destitución de Bush; debe
ser relegido, afirman guerreristas
El ex procurador general Ramsey Clark exige el retorno
de las tropas angloestadunidenses
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 12 de abril. Una manifestación
de-mandó hoy la destitución del presidente George W. Bush
mientras a unas cuantas cuadras en otra lo elogiaban y se pronunciaban
por su relección. La primera se expresaba con banderas de todos
los áìses del mundo por la paz, y en la segunda sólo
había banderas estadunidenses.
Unos 10 mil manifestantes contra la guerra marcharon por
el centro de esta capital, pasando frente a la Oficina Federal de Investigaciones,
el Departamento de Justicia y las sedes de varios medios de comunicación,
para llegar posteriormente cerca de la Casa Blanca y denunciar a empresas,
la prensa y el gobierno que se han beneficiado con esta política
bélica.
"No a la guerra por el imperio", "No a la guerra por petróleo",
"A quién bombar-deará Jesús" y "Destituyan a Bush",
eran algunas consignas de las pancartas y mantas portadas por estudiantes,
inmigrantes, musulmanes, judíos, cuáqueros, anarquistas (Fuck
War) y otros, en lo que ha sido un movimiento contra la guerra marcado
por su gran diversidad.
"Tenemos que sacar de inmediato a las tropas estadunidenses
y británicas de Irak y enviar a los cascos azules de la ONU
(Or-ganización de Naciones Unidas)", declaró Ramsey Clark,
ex procurador general de Estados Unidos y líder de la Coalición
Answer, que convocó a esta marcha.
Agregó que este conflicto bélico es un acto
criminal, y señaló que "hemos llevado a cabo una guerra de
agresión que ha matado a miles" de iraquíes.
Los tambores y percusiones de la Unión de Trabajadores
del Ritmo provocaron un baile incesante de resistencia, mientras que en
otro lado tambores coreanos marcaron el paso de la marcha.
Blanco y negro
Había
militantes enmascarados vestidos de negro, el famoso Black Bloc
anarquista, junto con mujeres de Código Rosa, además de otros
vestidos muy conservadoramente, junto con algunos con pelo azul.
Pasaron imágenes de Martin Luther King, Malcolm
X, Ernesto Che Guevara, como también de civiles iraquíes.
Los oradores vincularon la guerra en Irak con la situación
de los palestinos, y los padres de Rachel Corrie enviaron un mensaje a
la manifestación.
Corrie fue una joven estadunidense que viajó a
los territorios palestinos ocupados como parte del movimiento de los escudos
humanos de ahí, quien resultó muerta al ser arrollada
por el ejército de Israel al intentar defender viviendas de palestinos.
Un trío cantó Maestros de la guerra,
el gran himno contra la agresión en Vietnam escrito por Bob Dylan,
que le grita a los encargados de las guerras: "por engendrar el peor temor
posible/el temor de traer a niños a este mundo/a los no nacidos
y no nombrados/ no vale nada la sangre que corre en tus venas".
A unas cuadras, al mismo tiempo, unas 500 personas realizaron
una celebración de guerra en apoyo a las tropas y a Estados Unidos,
frente al Capitolio.
Inundados los participantes con colores patrios, música
country y mensajes de figuras reconocidas como el ex senador Fred
Thompson, el actor Ron Silver y G. Gordon Liddy -una de las figuras famosas
del escándalo Watergate-, celebraron la hazaña bélica
y elogiaron a su país.
Michael Whitcraft, líder de la Sociedad Americana
por la Defensa de la Tradición, la Familia y la Propiedad, comentó
a La Jornada que 50 activistas de su agrupación católica
habían viajado desde Pennsylvania para asistir a este evento.
"Percibimos una gran crisis moral en el mundo actual y
entonces aquí estamos para apoyar a nuestras tropas en Irak, que
combaten contra esta crisis", dijo, mientras los asistentes coreaban "USA,
USA, USA" y una pantalla gigantesca ofrecía imágenes de soldados
y la bandera estadunidense.
Niños vestidos con los colores de la bandera corrían,
mientras sus padres con blusas, suéteres, corbatas con barras y
estrellas gritaban y aplaudían cuando orador tras orador denunciaba
a los "liberales" y a los que se oponen a la guerra como traidores a los
valores del país.
Había unos con pancartas de "Bombardea a Michael
Moore", cineasta ganador del Oscar por el documental Bowling for Co-lumbine,
en tanto que otros proferían insultos contra la bandera francesa.
"No tolero a quien le falte el respeto a nuestra bandera-
declaró un orador-. Ese es el mensaje que les tengo a los manifestantes
contra la guerra, sean estadunidenses o cuates de Osama Bin Laden".
GUERRA CONTRA IRAK
El presidente, copartícipe del genocidio perpetrado
en la nación petrolera, acusan
Miles reiteran en España su exigencia de paz;
insisten en que Aznar dimita
"Quién nos iba a decir que nos llamarían
terroristas y asesinos", pregunta el gobernante
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 12 de abril. Cientos de miles de personas
mantuvieron en las principales ciudades españolas el mismo reclamo
que han venido manifestando desde que estalló la ofensiva contra
Irak: "no a la guerra". Persistió la exigencia de que renuncie el
presidente del gobierno español, José María Aznar,
a quien además señalaron como copartícipe del genocidio
perpetrado en el país árabe en semanas recientes.
En Barcelona, donde se reunieron más de 300 mil
personas, según organizadores, y Madrid se registraron las protestas
más multitudinarias, pero también fueron un reflejo del luto
y el pesar que embarga al pueblo español.
En
respuesta a la convocatoria del Foro Social Mundial, miles de ciudadanos
españoles volvieron a llenar las plazas públicas de gritos
de indignación y pesar por las consecuencias mortales de la guerra.
En las manifestaciones destacaron las fotografías
de los dos periodistas españoles muertos en el conflicto, el corresponsal
de El Mundo, Julio Anguita Parrado, y el camarógrafo de Tele
5, José Couso, este último asesinado por un tanque estadunidense
que abrió fuego contra el hotel Palestina, donde se aloja la mayoría
de la prensa internacional que reporta desde Bagdad y no está incrustada
en las tropas angloestadunidenses.
Las protestas tuvieron distinto cariz y respuesta, en
parte por el clima adverso y por las vacaciones de Semana Santa, pero en
prácticamente todas las ciudades españoles el grito de "no
a la guerra" se hizo presente. Así fue en Córdoba, Pamplona,
Sevilla, Granada, Málaga, Bilbao, San Sebastián, Palma de
Mallorca, Tenerife, Lleida, Girona, Vitoria y Badajoz, entre otras. En
todas ellas se reclamó, además de la salida del ejército
invasor, la apertura de diligencias judiciales contra Aznar, por su apoyo
sin reservas a la estrategia belicista de Estados Unidos.
La manifestación de Madrid se inició pasadas
las seis de la tarde y, a pesar de la intensa lluvia, decenas de miles
de personas desfilaron, muchas de ellas con pancartas que exigían
la dimisión de Aznar y fincar responsabilidades a las fuerzas militares
agresoras. Al final de la concentración se leyó un manifiesto
en el que se advirtió que las miles de víctimas civiles no
quedarán "impunes", al tiempo que se insistió en que Couso
fue "asesinado" y que por este crimen tendrán que responder Aznar,
Tony Blair y George W. Bush.
En Barcelona, más de 300 mil personas, según
los organizadores, se concentraron en las principales avenidas del centro
de la ciudad condal hasta que la riada humana llegó a la Plaza de
Tetuán, donde la actriz María Angelat expresó: "esta
guerra de agresión es injusta e ilegal, y ha puesto en crisis el
sistema de relaciones internacionales creado después de la Segunda
Guerra Mundial". Asimismo, los manifestantes acusaron al Partido Popular
(PP, derecha) y al gobierno de Aznar de llevar a cabo una "política
beligerante" que pone en riesgo la estabilidad mundial, por lo que exigieron
que sea llevado ante el Tribunal Penal Internacional para que responda
por los presuntos crímenes.
Al finalizar el recorrido en Santander se leyó
un comunicado en el cual los manifestantes expresaron que se oponen a la
guerra por ser "ilegal, injusta y criminal, movida sólo por los
intereses mezquinos de los escasos gobiernos que la apoyan", pues "no se
consigue la paz arrojando miles de bombas a una población indefensa".
El pueblo, agregaron, "se niega al unilateralismo de los déspotas,
por lo que es necesario recuperar el protagonismo en la preservación
de la paz y la implantación de la justicia y la libertad. Reclamamos
el respeto a los derechos humanos como marco fundamental donde se deben
desarrollar las relaciones entre países y entre los gobiernos y
sus ciudadanos".
En todas las protestas se recogieron además firmas
de ciudadanos que se quieran unir a la causa popular contra Aznar y su
gobierno, que enfrentan una demanda ante el Tribunal Supremo y a la que
se han sumado ya más de 15 mil personas, entre ellas los familiares
del periodista español "asesinado" en Bagdad.
Mientras las protestas recorrían las calles, Aznar
pidió a un grupo de militantes y candidatos de su partido que "vayan
con la cabeza en alto" por la labor que han hecho "a favor de la paz",
al tiempo que expresó, irónico: "¿Quién nos
iba a decir que a nosotros, ¡a nosotros!, nos iban a llamar terroristas
y asesinos?"
GUERRA CONTRA IRAK
Reportan movilización de 500 mil personas en Roma
Manifestantes en Latinoamérica y Europa claman que cese la invasión
AFP, DPA Y PL
Roma, 12 de abril. Las principales capitales europeas, como París, Londres, Roma y Berlín, volvieron a ser escenario hoy de multitudinarias manifestaciones en reclamo del fin de la ocupación angloestadunidense a Irak; a la par, hubo renovadas condenas en América Latina y una gran marcha en Cuba.
La mayor de las protestas tuvo lugar en Roma, con la participación de unas 500 mil personas, según los organizadores, que la convocaron bajo el lema: "Contra la guerra sin fin". La policía minimizó la movilización, pero medios de prensa coincidieron en que hubo una asistencia de "decenas de miles" de italianos.
La marcha, una de las mayores concentraciones en Italia desde el inicio de la guerra de agresión angloestadunidense para derrocar al régimen de Saddam Hussein, fue preparada por el comité Paremos la Guerra, que agrupa a un centenar de asociaciones civiles, partidos de izquierda, sindicatos y organizaciones no gubernamentales.
En Londres, más de 150 mil pacifistas desfilaron por las calles para reafirmar su desacuerdo con el primer ministro británico, Tony Blair, el más fiel aliado de Estados Unidos, por lo que exigieron la salida inmediata de las tropas invasoras.
Entre quienes encabezaban la marcha destacaba el cineasta Ken Loach, que fue uno de los que pidieron poner fin a la "ocupación" de Irak, al considerar que se trata de una guerra de agresión "ilegal y contraria al derecho internacional".
Los manifestantes guardaron un minuto de silencio frente al recinto del Parlamento para recordar a las víctimas del conflicto, en el que Gran Bretaña participa decisivamente con tropas e instrumentos militares, y dejaron flores fuera de la residencia de Blair.
En París, cuyo gobierno ha sido uno de los más fuertes opositores a la intervención militar en la nación árabe, miles de franceses salieron a las calles bajo la consigna: "Irak para los iraquíes". A la vez, portaban carteles de repudio a los invasores y con leyendas como "Estados Unidos, váyanse a casa".
La manifestación fue convocada por la coordinadara No a la guerra contra Irak, movilizada desde septiembre pasado y que aglutina a grupos defensores de los derechos humanos, agrupaciones políticas de izquierda y sindicatos.
En Berlín, miles de alemanes se congregaron ante la Puerta de Brandenburgo, tras haber atravesado el parque Tiergarten, en el centro de la ciudad. Los manifestantes reclamaron la salida de los invasores, con el lema: "Paz, no ocupación". A pocos kilómetros de la marcha alemana, unos 200 kurdos residentes en Berlín celebraron la caída de Hussein.
Las protestas se extendieron a varias ciudades españolas, así como a las capitales de Austria, Portugal, Suecia, Dinamarca y Grecia. En Calcuta, India, se formó una cadena humana en torno a los consulados de Estados Unidos y Gran Bretaña.
En Canadá, pacifistas realizaron protestas en unas 45 ciudades del país. Sus actividades comprendieron marchas hacia la sede del ejército en Montreal -donde participaron unos 12 mil manifestantes- y un festival musical en Toronto.
En América Latina, la principal movilización se realizó en Cuba, con unos 30 mil manifestantes congregados en Baraguá, en la provincia central de Ciego de Avila, donde se exigió a Estados Unidos poner fin a sus amenazas contra la paz mundial y terminar su agresión a Irak, donde son numerosas las víctimas y cuantiosas las destrucciones.
Durante la llamada Tribuna Abierta de la Revolución los oradores criticaron que Estados Unidos quiera apoderarse del petróleo, señalando que no vale la vida de seres humanos inocentes. Instaron a la Casa Blanca a escuchar la voz de los pueblos en favor de la paz y la estabilidad y exigieron una verdadera solución de los problemas globales, entre ellos la pobreza, el analfabetismo y las enfermedades, como el sida.
En una declaración aprobada en forma unánime por los 163 miembros del Consejo Nacional de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, se destaca: "si a principios del siglo XIX Simón Bolívar reparó en que Estados Unidos parecía destinado por la providencia a plagar América de miserias a nombre de la libertad, ahora esa amenaza se cierne por todo el planeta".
Unas 2 mil personas demandaron en Sao Paulo, Brasil, la retirada de las tropas estadunidenses de Irak, la formación de un gobierno legítimo en ese país y la creación de un tribunal para juzgar los crímenes de guerra del presidente estadunidense, George W. Bush.
Esta protesta terminó en choques entre la policía y grupos de manifestantes, luego de que éstos llegaron ante el consulado de Estados Unidos y quemaron una efigie de Bush y arrojaron tinta roja y vísceras de animales contra la fachada. Hubo cinco detenidos.