LA BARBARIE DE LOS "LIBERTADORES"
Los
"libertadores" de Irak han causado la muerte atroz de más de 2 mil
civiles, destrucciones terribles y, como los bárbaros de antaño,
permitieron el saqueo de los restos culturales de más de 5 mil años
de historia humana, concentrados en el Museo de Bagdad. Esa es su credencial
de "defensores de la civilización". En nombre de Dios saquean, matan,
ocupan un país independiente. Su inhumanidad y su racismo llega
al extremo de permitir inclusive el saqueo de los hospitales que, para
colmo, carecen de instrumental y medicina y están atestados de heridos
que morirán por falta de cura.
La protesta a escala mundial es proporcional a su crimen
y abarca en todos los continentes a todos los sectores, desde las diversas
iglesias y confesiones hasta, inclusive, los legisladores mexicanos de
diferentes partidos que, unidos y reflejando el odio popular a la invasión
de Irak, convocaron a una gran marcha, sin precedente por su magnitud desde
el comienzo de la agresión estadunidense, que reunió vastos
contingentes obreros y populares. En Estados Unidos es constante la protesta
de una parte importante y creciente de la sociedad, que condena el papel
fascista del gobierno de George W. Bush, corporizado, entre otras cosas,
en su teoría de la "guerra preventiva", en su desprecio por la vida
de personas pertenecientes a civilizaciones consideradas inferiores y en
su odio por la historia y la cultura, que recuerdan que los invasores bárbaros
perecerán, pero los pueblos quedarán.
En este contexto hay que evaluar la denuncia de Fidel
Castro de que existe una posibilidad concreta de que Cuba sea invadida,
al igual que Irak, tal como plantea el gobernador de Florida y aliado de
la mafia cubana de Miami, Jeb Bush, hermano del presidente George W. Bush
y partidario, como éste, de la "guerra preventiva".
La invasión fracasada de la Bahía de Cochinos
(Playa Girón) con infantería y medios aereonavales y bases
en Estados Unidos, Nicaragua y Guatemala, ya había demostrado hace
más de 40 años que las invasiones estadunidenses a la isla
no necesitan pretextos, y que las planean y realizan tanto gobiernos de
la ultraderecha republicana, como el de Bush hijo, como otros de la "izquierda"
demócrata (como el de John F. Kennedy) pues Estados Unidos tiene
intereses y políticas imperialistas permanentes. Por tanto, sean
cuales fueren los errores graves del gobierno cubano que puedan ofrecerle
al gobierno estadunidense un pretexto para la invasión, ésta
no es sino la consecuencia lógica de la teoría de la "guerra
preventiva".
Como siempre, Cuba está en la mira de Washington,
que pretende también sancionar a los demás países
que rompan su bloqueo unilateral e ilegal. Pero más que siempre,
Cuba está entre los primeros de la lista de víctimas de la
"guerra preventiva" que, en un futuro relativamente cercano y una vez "digerida"
la conquista de Irak, podrían ser agredidos por Estados Unidos en
su afán por reconstruir el mapa mundial y someter por el miedo a
los demás países. Razón por demás para reforzar
la defensa de Cuba, denunciar el actual bloqueo y las provocaciones, advertir
a Washington que los pueblos latinoamericanos no presenciarán inertes
una agresión a un país hermano.
La fuerza del pueblo de Cuba reside en que, cualquiera
sea su opinión sobre las políticas de su gobierno, no está
dispuesto a volver a ser colonia y a ser gobernado por un virrey extranjero.
Esa es una fuerza antimperialista muy superior a la de las armas, y lo
mismo sucede con el antimperialismo latinoamericano, base de sustento político
de Cuba. Si es agredida, Cuba y América Latina resistiremos. Pero
la bella y honrosa muerte tan cara a la cultura española, la "solución
numantina", no es una perspectiva. Si no queremos que sucedan en nuestro
continente los actos de barbarie que presenciamos en Irak, hay que hacer
que Cuba viva y perdure, y parar a los candidatos a invasores y asesinos.
Más que patria o muerte, los latinoamericanos debemos decir "defenderemos
cada centímetro de nuestro suelo común y venceremos a la
muerte dando vida a nuestra unión".
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