GUERRA CONTRA IRAK
Condena unánime a la invasión angloestadunidense
en la marcha convocada por senadores
En el Zócalo 50 mil gargantas exigieron la desocupación
de Irak
La legalidad y la razón, "el único imperio
que tenemos", mensaje central de la pluma colectiva
Necesaria, más firmeza del gobierno de Fox contra
la guerra, señala Cuauhtémoc Cárdenas
ANDREA BECERRIL Y RENATO DAVALOS
Un coro unánime contra la invasión estadunidense
a Irak que tuvo como corolario un minuto de silencio por los muertos, un
discurso plural, el presagio de lluvia y la voz de Eugenia León,
abrieron paso a la sociedad civil convocada por los legisladores que se
sumó por miles a la marcha para protestar contra la guerra y la
presencia militar en territorio iraquí. "Estamos aquí y no
nos alcanzan los pulmones para gritar que cese la invasión a Irak.
Todos los que estamos aquí queremos, exigimos, que la paz tenga
una oportunidad en este mundo. El único imperio que tenemos es el
de la legalidad y el de la razón", resumió la periodista
Carmen Aristegui al leer frente a una Plaza de la Constitución casi
llena el mensaje de la "pluma colectiva".
Una veintena de senadores de las tres principales fuerzas
políticas, entre ellos los convocantes a la movilización,
Javier Corral Jurado, del Partido Acción Nacional, y el perredista
Jesús Ortega, acompañaron al grupo de niños que estuvo
en la descubierta del recorrido que se inició pasadas las 16 horas
y llegó casi dos horas después al Zócalo.
El contingente
Cuauhtémoc
Cárdenas y sus hijos Lázaro y Cuauhtémoc -el primero,
gobernador de Michoacán- artistas, intelectuales, académicos
y líderes sindicales se entreveraron con jóvenes, mujeres
y niños que conformaron el grueso del contingente, estimado en unas
50 mil personas. Los dibujos alusivos a la guerra se elaboraron sobre la
marcha. Los globos blancos con la frase "¡Alto a la guerra!", volaron
en la Plaza de la Constitución, en el epílogo de una protesta
sin incidentes.
Incluso en un par de ocasiones se cruzaron con la otra
marcha, que partió del Zócalo hacia la embajada de Estados
Unidos y la que llegó a esa sede, pero desde el Hemiciclo a Juárez.
Todas lograron el consenso en la consigna "Alto a la guerra", que manifestantes
de ambos lados corearon al traspasar el Eje Central.
Por encima de cualquier represalia que pudiera ejercer
Washington por la posición mexicana está la dignidad nacional,
dijo Cuauhtémoc Cárdenas, entrevistado durante el recorrido.
Es necesaria una actitud más firme del gobierno del presidente Fox
para repudiar la guerra y plantear en Naciones Unidas la necesidad de un
orden más justo, en el que prevalezca la paz y no la ley de la selva.
En avenida Juárez, en el Eje Central o en el Zócalo,
resonó el repudio a la invasión. "¡No a la guerra,
Bush, hijo de perra!", fue el estribillo de trabajadores universitarios,
telefonistas, tranviarios, electricistas, incluso amas de casa que empujaban
carreolas con sus bebés. "Queremos la paz desde Chiapas hasta Irak",
lanzaban otras voces, al tiempo que se alzaron cartelones, algunos muy
bien elaborados y otros en cartón o en camisetas rotuladas. "¡Gringos,
las familias no se reconstruyen!"
Uno de los grupos más compactos y organizados fue
el del Parlamento de los Niños. Durante el trayecto un payasito
animó a los menores, quienes no dejaron de exigir la paz en Irak.
"Bush, asesino, que matas a los niños", fue entonado con música
alternada con el "no queremos la guerra, queremos la paz".
En una columna que onduló por 16 de Septiembre
antes de desembocar en el Zócalo, se sumaron la batucada, la Marcha
de Zacatecas, estadunidenses, brasileños, cubanos y hasta el
iraquí Eduardo Kato, oriundo de la milenaria Mosul, la antigua Nínive
asiria. Aún desconoce el destino final de su familia, pues no ha
logrado contactarla.
El ingenio suplió la falta de recursos y permitió
que se desahogara la rabia contra el "genocidio" en Irak: "Juicio a Bush
por crímenes de guerra", "Bush, Blair y Aznar no hay duda que traen
paz a Irak. Ahora los iraquíes descansan en paz" , o el "No a la
guerra, pinches gringos".
Los convocantes, primordialmente senadores, eludieron
cualquier protagonismo, para abrir paso a los niños y a la sociedad
civil. Por ello, Corral, Ortega, los priístas Dulce María
Sauri, César Camacho, Oscar Cantón Zetina y Carlos Rojas,
además de los blanquiazules Luisa María Calderón,
Felipe Vicencio, Micaela Aguilar, José Alberto Castañeda
y los perredistas Demetrio Sodi, Maricarmen Ramírez, Leticia Burgos,
Armando Chavarría y el coordinador parlamentario en San Lázaro,
Martí Batres -con su pequeña hija Atzin en brazos- se mezclaron
con los miles de ciudadanos que caminaron por el primer cuadro de la ciudad,
exigiendo que Estados Unidos salga de Irak.
Ya en el Zócalo tampoco subieron al templete, sólo
lo hicieron los niños. Dos de ellos, Dante Hugo Anaya y Katia Michel
López, con mensajes emotivos en apoyo a la niñez de Irak.
No quiero ni imaginar cómo sería vivir con el ruido constante
de las bombas, dijo la niña, mientras que Dante exhortó a
tener fe porque ésta es más eterna que los misiles.
En
un asomo de lluvia que no ahuyentó a la gente, Eugenia León,
a capella, cantó Yo vengo a ofrecer y después
el discurso que condensó las opiniones de organizaciones y demás
convocantes, leído por Aristegui, exigió al gobierno de Fox
que "mantenga la coherencia que ha demostrado con esa convicción
compartida por el pueblo". Añadió que "el silencio es cómplice
de esta guerra, pues bien se sabe que la crueldad no se resuelve sólo
con demostraciones como la que ahora nos reúne". Pero insistió:
"Estamos aquí para ratificar el compromiso pacifista del pueblo
de México. La descomunal violencia impuesta recientemente por el
gobierno de Estados Unidos ha logrado que la guerra, como quería
León Gieco, no nos sea indiferente. Por eso estamos aquí,
porque al negarnos a la indiferencia creemos que la tolerancia, la civilización
y la paz tienen toda la oportunidad que seamos capaces de construirles".
"Ni las perversas maniobras para difundir una versión
única -acicalada y censurada- de la intervención en Irak,
ni el flagrante acoso a periodistas incluido el asesinato de varios de
ellos, ni tampoco las presiones diplomáticas, han conseguido engañar
al mundo. Los nueve periodistas muertos son símbolo en el pedestal
que los hará visibles para siempre", indicó.
Los colectivos estudiantiles distendieron la solemnidad
tras el minuto de silencio con la excitativa: "El que no brinque es yanqui".
Desplegaron una manta con el Guernica de Picasso y otras en apoyo
a Cuba.
"Aquí se ha dado una muestra de unidad"
El senador Corral se veía feliz y satisfecho. "Aquí
se ha dado una muestra de unidad, porque más allá de ideologías
o de diferencias partidistas, logramos que miles de mexicanos aceptaran
nuestra convocatoria para salir a expresar el horror que sentimos por el
genocidio que Estados Unidos perpetró en Irak".
Margarita Isabel desde el templete recordó que
todos los presidentes de Estados Unidos desde 1827 han propiciado una guerra
o se la han inventado. Cerró con una frase: "Asesinos, la justicia
los alcanzará", que fue el preludio del festival con que culminó
la marcha-mitin que se unió al eco en el mundo contra la invasión
estadunidense a Irak.