GUERRA CONTRA IRAK
Rezo por la paz frente a la embajada de Estados Unidos
Piden iglesias estar prevenidos ante cualquier ataque
de Bush
El Centro Teológico de México considera
que el próximo blanco será Cuba, por haber fusilados a tres
secuestradores
ALMA E. MUÑOZ
Una alerta interreligiosa se emitió ayer desde
la parte frontal de la embajada de Estados Unidos en México: "debemos
estar prevenidos ante cualquier otro ataque del presidente George Bush
hacia los gobiernos que se opongan a sus designios".
Fue el mensaje central de la ceremonia ecuménica
a que convocó la Comisión Episcopal de Pastoral Social y
a la que ningún jerarca católico mexicano asistió,
ni siquiera el convocante, el arzobispo de Jalapa, Sergio Obeso. No obstante,
más de 200 personas -entre religiosos y defensores de derechos humanos-
criticaron que el mandatario estadunidense utilice el nombre de Dios para
someter a los gobiernos.
El
director del Centro Teológico de México, el jesuita Luis
del Valle, previó que el próximo ataque se dirigirá
a Cuba, so pretexto de haber fusilado a tres secuestradores, con lo cual,
sostuvo, "también estoy en contra", ya que no debe ser la "fuerza
bruta" la base para justificar injusticias.
Por medio de pancartas y mantas colocadas a lo largo de
uno de los camellones de avenida Reforma, los asistentes a la ceremonia
condenaron las acciones bélicas de Estados Unidos y Gran Bretaña
en Irak.
Un féretro pintado de negro, con fotografías
de iraquíes afectados por la conflagración se utilizó
para patentizar que la fuerza del terrorismo aún permea. "Renunciemos
a nosotros mismos y acabemos con lo que nos destruye: guerras, envidia,
orgullo, egoísmo, hambre, celos, desamor, malos gobiernos", decían
algunas de las inscripciones colocadas adentro del ataúd, en señal
de que serían sepultadas.
Javier Garibay, también sacerdote jesuita, encabezó
la ceremonia litúrgica, bendijo ramos de palma como símbolo
de la paz y la justicia e inició oraciones silenciosas en nombre
de las víctimas de la guerra. Como pueblo de Dios, insistió,
hay que demostrar que estamos caminando.
Una monja leyó una carta que el obispo de la Iglesia
católica en Florida, Robert Bowan, envió al presidente Bush,
en la que, como ex combatiente de Vietnam y teniente coronel retirado,
le exige que hable con la verdad al pueblo estadunidense.
"Usted dijo que somos blanco del terrorismo porque defendemos
la democracia, la libertad y los derechos humanos del mundo. ¡Qué
absurdo! Somos blanco de los terroristas y somos odiados porque nuestro
gobierno ha hecho cosas odiosas. ¿En cuántos países,
agentes de nuestro gobierno depusieron a líderes popularmente elegidos,
sustituyéndolos por dictaduras militares, marionetas deseosas de
vender a su propio pueblo a corporaciones multinacionales?
"Lo hicimos en Chile, en Irán y en Vietnam. Actualmente
--continuó el texto- lo estamos haciendo con Irak, y ¡cuántas
veces hicimos eso en Nicaragua y en otras repúblicas de América
Latina! (...) Estados Unidos tiene que cambiar. En lugar de entrenar terroristas
y escuadrones de la muerte deberíamos cerrar la Escuela de las Américas.
En vez de sostener las revueltas, la desestabilización, el asesinato
y el terror alrededor del mundo deberíamos abolir la CIA y dar el
dinero que ésta gasta a agencias de asistencia".
Asistieron a la ceremonia litúrgica sacerdotes
de las iglesias católica y ortodoxa griega, así como integrantes
de la Conferencia de Superiores y Superioras Mayores de México,
Comunidades Eclesiales de Base, Comisión Intercongregacional de
Justicia, Paz y Vida, Cáritas de la Arquidiócesis de México,
franciscanos, jesuitas y dominicos, entre otros.
Además, el Secretariado Social Mexicano, el Centro
de Reflexión Teológica, el Comité Cristiano de Solidaridad
Monseñor Romero, Servicio Paz y Justicia de México, Observatorio
Eclesial, Cencos, Serapaz y otros.