Rinden pleitesía al ex presidente en
residencia del magnate Mario Estrada
Celebra Carlos Salinas la boda de su hija rodeado de
políticos y empresarios
Entre los más de 600 invitados estuvieron Emilio
Azcárraga Jean y José Woldenberg
LA JORNADA MORELOS
Cuernavaca, Mor., 12 de abril. Carlos Salinas de
Gortari está de regreso. Y hoy, aquí, políticos, empresarios
y hombres del mundo del espectáculo le rindieron pleitesía,
a propósito de la boda de su hija Cecilia en un espléndido
jardín de una de las residencias del magnate de bienes raíces
Mario Estrada. El ex presidente recibió lo mismo a quien lo hizo
el hombre más poderoso de México, su antecesor Miguel de
la Madrid Hurtado, que a Emilio Azcárraga Jean. Roberto Madrazo
Pintado hizo también su aparición con todo y la plana mayor
del Partido Revolucionario Institucional, incluida la amiga del presidente
Vicente Fox, Elba Esther Gordillo, convertida en líder moral del
SNTE precisamente en tiempos del salinismo.
Como
en la mejor época de su sexenio, Salinas parece conservar un gran
poder de convocatoria. Más de 600 personalidades se presentaron
y, de acuerdo con la ocasión, lucieron elegantes trajes y llegaron
a bordo de automóviles Mercedes, Jaguar, Ferrari, BMW, Porsche y
Lincoln. Todos, por supuesto, blindados.
Los gobernadores Arturo Montiel Rojas y Manuel Angel Núñez
Soto se deshacían en bromas y elogios para el ex mandatario. Y hasta
posaron con él para las fotos. También el ex secretario de
Energía Luis Téllez y quien fue su procurador y secretario
de Gobernación, Jorge Carpizo.
Se dejaron ver además Jorge G. Castañeda
Gutman y Beatriz Paredes Rangel -la novel compositora y cantante-. Ni se
diga de Manlio Fabio Beltrones, Pedro Aspe Armella y José Woldenberg.
Todos felices de encontrarse en tan distinguida circunstancia.
De acuerdo con el personal de seguridad apostado en los
alrededores de la residencia, hubo dos accesos para los invitados. Uno
para los súper especiales. Por ahí entraron, entre otros:
Emilio Azcárraga Jean, Manuel Arango y Roberto González Barrera,
de los grupos Televisa, Cifra y Banorte, respectivamente. Muchos preguntaban:
"¿dónde está Carlos Slim?" No se le vio. Se permitió
unos momentos la entrada de fotógrafos y sólo se dejó
que la televisión grabara parte de la ceremonia que unió
a Cecilia Salinas Occelli con Alfredo Gatica, hijo del cantante Lucho Gatica
y de la actriz Mapy Cortés. Benny Ibarra recordó que él
trabajó "cuestiones musicales" con el novio, quien por cierto no
ha logrado hacer una carrera exitosa como sus padres.
Estuvieron también el empresario boxeador Jorge
Kawaghi y el ex dirigente de los banqueros José Madariaga. El comediante
Adal Ramones y el periodista Raúl Velasco. Muchos observaron cómo
Arturo Montiel parecía no querer despegarse del círculo que
permanentemente rodeó a Carlos Salinas.
Los asistentes comentaron que el menú estuvo compuesto
por crema de palmitos, pollo y chiles rellenos. Las crónicas de
sociales seguramente detallarán que "los platillos estuvieron rociados
con los más selectos vinos nacionales y extranjeros", y que las
notas de la marimba amenizaron la fiesta.
A
muchos de los comensales llamó especialmente la atención
el que Azcárraga Jean hiciera acto de presencia. Se preguntaron
con insistencia: "¿será que Salinas ya le ha perdonado la
transmisión de aquella conversación entre sus hermanos Adriana
y Raúl? ¡Acuérdate! Aquella en la que prácticamente
aseguraban que la fortuna acumulada por los Salinas provenía del
erario".
La residencia está en la avenida Estrada, cerca
de la de la familia anfitriona, que es dueña -vox populi-
de "medio Cuernavaca". Mientras los hombres del dinero y del poder departían,
en las calles que rodean a la mansión se apiñaban los guaruras.
Como en los mejores tiempos de su sexenio, Carlos Salinas
conserva un gran poder de convocatoria.