Anomalías y carencias, evidentes antes
de ser inaugurado en octubre de 2002, según testimonios
Sin aclarar, 31 muertes de niños y 5 mujeres
en hospital queretano
La unidad opera en "condiciones suficientes"; no somos
asesinos, dice el titular de Salud estatal
MARIANA CHAVEZ CORRESPONSAL
Queretaro, Qro., 12 de abril. El presidente Vicente
Fox Quesada inauguró el 10 de octubre de 2002 el Hospital de Especialidades
del Niño y la Mujer, ubicado en esta capital. Un mes después
empezaron a ocurrir decesos, que de noviembre a enero de este año
sumaron 31, entre ellos los de 26 niños de entre un día de
nacido y 12 años, así como de cinco parturientas. Al momento,
las autoridades no han determinado las causas precisas de los citados decesos.
Según los Servicios de Salud del Estado de Querétaro
(Seseq), en septiembre de 2002 nacieron 364 bebés en el Hospital
Materno Infantil (HMI) -predecesor del de Especialidades-, de los cuales
1.6 por ciento murió por diversas causas, pero al cabo de dos meses
ocurrió una mortandad de 2.9 por ciento entre 852 niños atendidos.
"Crearon un monstruo"
José Pablo Lanz, ex asistente de dirección
del HMI, atribuyó los fallecimientos a deficiencias en instrumental
y personal médico con que opera el nosocomio. En entrevista, sostuvo
que desde agosto pasado "avisé (a las autoridades estatales) que
tiene muchas deficiencias el Hospital Materno Infantil, se los demostré,
con fotografías, escritos y copias de bitácoras, ¿y
que pasó?, crearon un monstruo y hubo muertes". Indicó que
a partir de sus quejas se le "hostigó" para que renunciara a su
cargo, lo que hizo el mismo mes referido.
María
Guadalupe Ledesma, de 18 años, acudió al Hospital de Especialidades
del Niño y la Mujer el 23 de noviembre, porque "tenía muchos
dolores y sangrado vaginal, pero al llegar ahí no me pudieron hacer
un ultrasonido, ya que no había algún doctor disponible".
En una denuncia penal que interpuso el 14 de enero, narró que un
día después de su visita al nosocomio "la enfermera me manifestó
que ya no tenía al bebé dentro (...) sólo la placenta
y me tenía que quedar a que me operaran".
Se le retiró la placenta y fue dada de alta, pero
volvió a tener malestar y regresó al hospital, donde un médico,
cuyo nombre no proporcionó, le dijo "en tono muy burlón,
que me tenían que quitar la matriz, porque me la habían perforado
en la operación que había tenido días antes".
María Gabriela Barrera atestiguó una situación
similar el 16 de noviembre, cuando llevó a su hija Rocío
Escobar al hospital con "dolores de parto". En su declaración ministerial
sostuvo que "al yo preguntar por mi hija me dijeron que se encontraba mal,
ya que en el momento en que la anestesiaron se le paró el corazón,
pero que la habían revivido, 'está en estado de coma', así
que tuvieron que practicarle cesárea, misma operación en
la que le sacaron la matriz".
Ante la insistencia de Barrera por saber de la salud de
Rocío, una enfermera de la que no supo el nombre le indicó:
"Su hija se va a recuperar, pero eso sí, chaparrita, le va a quedar
loca, muda o no va a poder mover sus piernas".
La joven falleció el 22 de diciembre pasado, presuntamente
por un exceso de anestesia que le ocasionó un paro cardiaco, mientras
que su hijo quedó "muy enfermo del corazón", según
Barrera. El cadáver fue exhumado el 28 de febrero, como parte de
las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia estatal
sobre la situación en el hospital; la necropsia determinó
que Rocío pereció por complicaciones que podrían atribuirse
a una mala aplicación de la anestesia.
Ruperto Acosta perdió a su esposa Remedios Guerrero
cuando parió a su sexto hijo, el 16 de enero de este año.
"La tenían que operar porque la niña ya había nacido,
y me dijeron que se le quedó la placenta pegada en la matriz", indicó
en la denuncia que presentó el 17 de febrero. En su declaración,
Acosta relató que un médico le dijo: "Su esposa ya va a fallecer,
ya no cuente con ella".
Actitudes electoreras: diputado
En 1999 fue nombrado secretario de Salud estatal el administrador
de empresas Eduardo Magaña, en sustitución del médico
Eduardo Vázquez. Durante su gestión -hasta el 9 de septiembre
de 2002, cuando renunció para dedicarse a su precampaña por
la candidatura al gobierno de Querétaro, que perdió frente
a Francisco Garrido- Magaña anunció una restructuración
administrativa en los Seseq, y el proyecto de un hospital de especialidades.
Mientras se construía el nosocomio adyacente al
antiguo HMI, al que se integraron las áreas de ginecología,
pediatría y obstetricia del Hospital General, la Comisión
de Hacienda de la Legislatura local detectó irregularidades en la
cuenta pública correspondiente al primer semestre de 2001.
En el dictamen de esa cuenta pública se detalló
que el proyecto del Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer
se modificó varias veces, y no se pagaron fianzas que garantizaran
"el cumplimiento del contrato, la calidad de los trabajos y los vicios
ocultos que pudieran presentarse".
Al avanzar la construcción, médicos del
HMI aseguraron por escrito al presidente de la Comisión de Salud
del Congreso local, Enrique Becerra, que se recortaría en 30 por
ciento el personal del hospital, lo que mermaría su capacidad para
atender adecuadamente a los pacientes.
Becerra sostuvo en entrevista que "se apresuraron" las
obras para terminar el hospital de especialidades, porque el entonces secretario
de Salud era precandidato a gobernador, y el nosocomio "se convertiría
en el magno proyecto de su administración".
Según el diputado, "buscaban cómo lanzarlo,
cómo impulsarlo (a Magaña), no hicieron las verificaciones
de rigor del drenaje ni del sistema eléctrico. En fin, no hicieron
las pruebas previstas para ver si funcionaba todo adecuadamente en el hospital".
Destacó que originalmente se destinaron 47 millones de pesos a la
obra, "pero terminó costándoles a los queretanos 114 millones".
A su vez, Magaña aseguró que los reclamos
tenían fines políticos, pues durante la construcción,
en agosto de 2002, la sección 32 del Sindicato Nacional de Trabajadores
de la Salud celebró elecciones, y porque el ahora ex funcionario
hacía precampaña.
El 2 de noviembre de 2002, a 22 días de que el
presidente Fox inaugurara el Hospital de Especialidades del Niño
y la Mujer, ocurrió una inundación por las lluvias, por la
cual una descarga eléctrica dejó a oscuras al nosocomio durante
40 minutos. Durante el apagón murió David Santiago, de ocho
días de nacido, a quien no se atendió oportunamente por un
sangrado pulmonar. También pereció María Pérez,
un día después de nacer.
Personal del hospital que solicitó permanecer en
el anonimato, afirmó que la falta de electricidad perjudicó
a niños que se encontraban en el área de cuidados intensivos,
cuyos respiradores e incubadoras dejaron de funcionar. Sin embargo, María
de la Luz Obregón, quien suplió a Magaña en los Seseq,
argumentó que los infantes estaban mal "desde que ingresaron" al
hospital.
Otra inundación, el 19 de noviembre de 2002, pero
esta vez de lodos provenientes de la planta tratadora de aguas del lugar,
afectó el almacén de leche para infantes.
Ante los fallecimientos y las denuncias presentadas ante
la Comisión de Salud del Congreso queretano, la Legislatura solicitó
a la secretarías de la Contraloría y de Salud federal, y
a la Organización Panamericana de la Salud que realizaran investigaciones
en el nosocomio y deslindaran responsabilidades por las 31 muertes ocurridas.
Al momento no ha habido respuesta de los organismos.
"No somos asesinos"
El actual secretario de Salud estatal, Rafael Ascencio
-quien asumió el cargo el 17 de febrero- afirmó que el hospital
opera "en las condiciones mínimas de calidad". Sin embargo, calificó
como "normal" que en los hospitales se descompongan los equipos, y rechazó
que esta situación se relacione con los 31 decesos en el nosocomio.
Empero, reconoció que la tasa de mortandad en pediatría
en 2002 aumentó al trasladar el equipo médico y personal
del HMI al de Especialidades. Explicó que "un cambio sí genera
un ciclo de problemas, pero esto no significa que somos asesinos".
Ascensio aseguró que el Hospital de Especialidades
trabaja "en condiciones suficientes, todavía no hemos llegado a
ser óptimos", para lo cual dijo requerir de "completar equipo y
lo que son procesos de trabajo".