La globalización amenaza los patrimonios histórico y artístico, advierten expertos
Apremian a proteger la identidad nacional
En mesa redonda, convocan a Estado y sociedad a crear políticas conjuntas de defensa
ANGEL VARGAS
Ante al avance de la globalización resulta urgente que el gobierno en coordinación con la sociedad defina políticas y legislaciones para preservar y fomentar la identidad y la diversidad del país, así como sus patrimonios históricos, artísticos y culturales, coincidieron Alejandro Sandoval Avila, Rafael Segovia y Gabriel Larrea en la mesa redonda Patrimonio cultural, efectuada anteanoche en Casa Lamm, como parte del ciclo Hacia una legislación cultural.
Organizada por la Asamblea para la Cultura y la Democracia, en la sesión -que fue moderada por Martha de la Lama- se advirtió del grave peligro que se cierne sobre las culturas del mundo por la pretensión neoliberal de querer comercializar y uniformar todo.
Se señaló que las trasnacionales han encontrado que la cultura y sus diversas expresiones representan una importante fuente de ingresos, al extremo que la segunda industria más poderosa del mundo es, precisamente, la del entretenimiento, la cual abarca actividades culturales, espectáculos, eventos deportivos y parques recreativos, entre otros rubros.
De lo anterior se concluyó que gran parte de los problemas que en años recientes se han generado en México en materia de patrimonio histórico, artístico y cultural -entre ellos los casos del Ex Convento de Santo Domingo (en Oaxaca), la zona arqueológica del Tajín (en Veracruz) y el ex hotel Casino de la Selva (en Morelos)- responden a una política del gobierno mexicano de privilegiar los intereses empresariales y comerciales por encima de cualquier otro aspecto.
Se trata de una prioridad que incluso también pretende poner en el mercado aspectos de los patrimonios histórico y cultural, sin percatarse que eso afecta nuestras raíces e identidad, se agregó. ''Lo único que hacen las autoridades en cuanto a la preservación del patrimonio es crear 'proyectitos' y más burocracia, como una manera de taparle el ojo al macho. Pero los hechos parecen demostrar que no existe un compromiso real".
Una de las conclusiones del acto fue que la sociedad civil debe organizarse y comprometer y obligar al Estado para que en las futuras legislaciones en materia de cultura se contemple no sólo la voz de la ciudadanía, sino su participación directa.
Entre otros aspectos, en la mesa se abordó además la polémica por el Antiguo Palacio del Arzobispado, que se pretende ceder a la Iglesia católica para crear allí un museo de arte religioso, sin importar el revés que eso significaría para la historia nacional.
También se hizo un llamado para que la clase gobernante no comprometa los recursos culturales del país en ningún tipo de tratado o acuerdo económico o comercial que signe en lo sucesivo con cualquiera otra nación o instancia internacional.
La participación del escritor Alejandro Sandoval Avila fue en su condición de miembro fundador de la Asamblea para la Cultura y la Democracia, mientras que la de Rafael Segovia y la de Gabriel Larrea fue en su calidad de representante en México de la Red Internacional de la Diversidad Cultural y coordinador de la Colación Mexicana para la Diversidad Cultural, respectivamente.