Rechazó con desprecio recurso
contra esas armas: Médicos por los Derechos Humanos
Tribunal de Israel autoriza usar obuses de fragmentación
en zonas reocupadas
Cuatro palestinos implicados en atentado suicida son
sentenciados a 29 cadenas perpetuas
AFP, DPA Y REUTERS
Jerusalen, 14 de abril. La Corte Suprema de Israel
autorizó al ejército el uso de obuses de fragmentación
en los territorios palestinos, luego de rechazar un recurso contra el empleo
de armas de ese tipo presentado por la asociación israelí
Médicos por los Derechos Humanos.
La asociación había pedido a la corte prohibir
el empleo de dichas armas al afirmar que están prohibidas por la
Convención de Ginebra. El organismo de defensa de los derechos humanos
explicó que los obuses de fragmentación disparados por los
tanques israelíes provocaron la muerte de 10 civiles en la franja
de Gaza desde el comienzo de la actual intifada, en septiembre de
2000.
Por el contrario, los representantes del ejército
afirmaron que esas armas son utilizadas de manera muy selectiva y son necesarias
en la "lucha contra el terrorismo".
La corte se plegó a esta opinión y el domingo
rechazó la apelación, al considerar que no le corresponde
intervenir en la elección del armamento empleado por las fuerzas
de ocupación israelíes.
"Si se aceptara la demanda, se nos pedirá mañana
prohibir al ejército la utilización de gas lacrimógeno
o de granadas ensordecedoras", dijo uno de los jueces.
Los
obuses o bombas de fragmentación contienen entre 10 mil y 14 mil
flechas metálicas de unos cuatro centímetros de longitud
que se dispersan en un radio máximo de 85 metros. Su efecto es devastador
debido a su gran velocidad y las aletas que poseen las hacen girar y penetrar
como taladro en el cuerpo.
Precisamente esta noche murió en Rafa un palestino,
víctima de un obús disparado por un blindado israelí,
informaron fuentes médicas palestinas.
Una representante de la asociación demandante,
Haddas Ziv, protestó contra la decisión de la Corte Suprema
y lamentó que ésta haya rechazado "con desprecio" la apelación.
En tanto, cuatro palestinos encontrados culpables de haber
organizado en 2002 un atentado suicida en Netanya, norte de Tel Aviv, fueron
condenados hoy por un tribunal israelí a 29 penas de cadena perpetua
cada uno, informó la radio pública.
Los cuatro individuos fueron acusados de ser los organizadores
del atentado contra un hotel perpetrado por un palestino suicida, al que
le suministraron el cinturón con explosivos, además de que
le dieron alojamiento y lo filmaron antes de que llevara a cabo el ataque.
El atentado, realizado el 27 de marzo de 2002, costó
la vida a 29 personas, además del atacante suicida, y fue el más
mortífero en 30 meses de intifada, lo que provocó
la reocupación israelí de Cisjordania. Cada uno de los palestinos,
todos miembros del movimiento de resistencia Hamas, recibieron una pena
adicional de 20 años de cárcel.
De acuerdo con la radio israelí, ninguno de sentenciados
manifestó pesadumbre por su participación en el atentado;
por el contrario, culparon a la ocupación israelí de sus
acciones, mientras uno de ellos cuestionó la autoridad del tribunal
militar para juzgarlos. Asimismo, la fracción del movimiento Fatah
en Jenin advirtió que continuará con su resistencia ante
las fuerzas de ocupación de Israel, incluso mediante atentados suicidas.
"A pesar de todos los heridos palestinos y de la continuación
de los ataques israelíes, la resistencia sigue viva", expresó
Fatah -movimiento del presidente palestino Yasser Arafat- en un comunicado
en el que subrayó la voluntad de la rama de Jenin de proseguir las
"operaciones suicidas heroicas".
Por otra parte, colonos israelíes incendiaron tres
vehículos de civiles palestinos en la localidad de Beit Einun, en
la ciudad cisjordana de Hebrón, confirmó el portavoz de la
policía de Israel, Gil Kleiman, pero dijo que ya se abrió
una investigación para aclarar los hechos.
En el ámbito político, Arafat discutió
-mediante una audioconferencia- hoy con el presidente de Egipto, Hosni
Mubarak, y el rey Abdallah II de Jordania, asuntos relativos a la hoja
de ruta para la paz en Medio Oriente y la formación del nuevo gabinete
palestino.
Estados Unidos ha condicionado la publicación de
la hoja de ruta, el proyecto para una paz duradera para la región,
a la creación del nuevo gabinete del primer ministro palestino,
Mahmud Abbas, que encontró rechazo a la lista de sus ministros por
parte de Arafat, quien considera que ha apartado a algunos de sus compañeros
de lucha.
Tanto Mubarak como Abdallah II, de visita en El Cairo,
trataron de convencer al presidente palestino de que apruebe la lista de
Abbas, quien prevé cambiar a 13 de los 20 actuales ministros.
Arafat está especialmente disgustado porque Abbas
-que apuesta por reformistas sobre los que no recaigan sospechas de corrupción-
desea relevar, entre otros funcionarios actuales, al ministro del Interior
en funciones, Hani el Hassan, puesto que quiere asumir el propio primer
ministro.
El futuro titular de Información, Nabil Amer, subrayó
que la lista de integrantes del gabinete es "definitiva", aunque dijo que
no se descarta que a último minuto se hagan nuevos nombramientos
y se fusionen ministerios.
Por otra parte, un sondeo del Centro Palestino para la
Política y el Estudio de Opinión reveló que más
de la mitad de los palestinos no cree que el nuevo primer ministro pueda
controlar la violencia, mientras Arafat sigue siendo el personaje más
respaldado.