MEXICO-CUBA
Aprueban la presencia de un relator de Naciones Unidas en La Habana
Lamentan ONG que no se critique el bloqueo
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
Organismos defensores de derechos humanos lamentaron que la resolución de la ONU contra Cuba no haya incluido una condena al embargo económico que Estados Unidos le impuso a la isla.
Edgar Cortez, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, consideró que el voto de México contra Cuba era ''previsible'' y ahora la tarea será insistir en que el gobierno estadunidense no use la resolución para violar la autodeterminación del pueblo cubano.
En tanto, Laura Salas, integrante de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, dijo que los diplomáticos mexicanos deberán mantener el equilibrio y así como criticaron a Cuba tienen que condenar a Estados Unidos por la guerra en Irak.
Cortez señaló que el dictamen de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que se pronunció a favor de que un representante del alto comisionado de ese organismo en la materia visite la isla, tiene aspectos buenos y malos.
Consideró que es positiva la propuesta de la visita para que se pueda hacer una ''revisión objetiva'' de la situación de los derechos humanos en ese país, sobre todo porque las naciones tienen que ser observadas y vigiladas en el cumplimiento de sus compromisos en esta materia.
Lo negativo de esta resolución, dijo, es que pueda ser usada por Estados Unidos en contra de Cuba, cuando Washington es el menos comprometido con los derechos humanos. ''Me preocupa que sirva de pretexto para aumentar las agresiones y el hostigamiento contra los cubanos'', agregó.
Consideró que en futuras reuniones de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, México tiene que trabajar para lograr un acuerdo de condena al embargo, que ha impedido el crecimiento de la economía cubana y mejores condiciones para su población. ''Es una lástima que no se haya incluido el tema'', dijo.
A su vez, Laura Salas consideró que México debe tener un papel ''más activo'' en el Consejo de Seguridad de la ONU y manifestar su desaprobación a la administración de George W. Bush por la invasión a Irak, tal como lo hizo por la violación de los derechos humanos en Cuba.
Coincidió con Cortez en que La Habana debe permitir la entrada de un representante del alto comisionado para que revise las violaciones a los derechos civiles y políticos en la isla.