Exige Jaime Cárdenas al gobierno "protesta
formal"
El proceso electoral, a salvo pese a venta del padrón:
IFE
Descarta Luken que partidos comercializaran el documento
ALONSO URRUTIA
La presunta venta del padrón electoral no tiene
justificación legal, pues una operación comercial para difundir
información expresamente considerada "confidencial" por la legislación
hace "nula de todo derecho" cualquier adquisición, expuso el consejero
electoral Jaime Cárdenas.
Ante la gravedad del asunto, consistente en la afectación
a la soberanía y a la seguridad nacionales, estimó que el
gobierno mexicano "debería realizar una protesta formal", pues hay
bancos de datos de instituciones mexicanas ya en poder de órganos
similares de Estados Unidos.
En tanto, al fijar una postura oficial, el Instituto Federal
Electoral (IFE) sostuvo que aun si se confirmara la venta de una copia
del padrón, en nada afectaría el proceso electoral, ya que
existen los candados suficientes para evitar su alteración.
Dijo que ese instrumento ha sido sometido a las más rigurosas verificaciones
por partidos políticos y expertos en la materia, lo que permite
garantizar su certeza.
"Es importante apuntar que el padrón electoral
no está conectado a ninguna red de información pública
y consecuentemente es nula la posibilidad de que sea alterado por agentes
externos al IFE. En todo caso, esos terceros sólo pueden tener una
copia, pero sin posibilidad de alterar la base de datos."
Tras
confirmar que al interior del organismo se ha iniciado una indagatoria
a cargo de la contraloría interna, el IFE insistió en que
el padrón es instrumento de buena fe, en el cual se encuentra la
información necesaria estrictamente para realizar elecciones, por
lo que carece de datos como números telefónicos o registro
federal de causantes.
El padrón que se utilizará en este proceso
reporta las cifras más elevadas de eficacia y confiabilidad de la
historia. Este instrumento incluirá este año 65.4 millones
de ciudadanos, lo que supone, dice el consejero Gastón Luken, presidente
de la Comisión del Registro Federal de Electores, que 95 por ciento
están inscritos.
El listado nominal para estos comicios incluirá
64.8 millones de votantes, lo que representa 99 por ciento del padrón,
"de nueva cuenta la cifra más alta de la historia electoral", comentó
Luken, quien destacó que sin duda se trata del "banco de datos más
fiscalizado en el país".
Los esfuerzos por dar confiabilidad a los partidos en
este instrumento han obligado a la realización de auditorías
constantes -de especialistas y partidos políticos- y la actualización
permanente con inversiones importantes.
Para el IFE el padrón es un elemento vital para
la elección, antaño uno de los motivos centrales de las críticas
a los procesos comiciales. La importancia de este instrumento se refleja
en la inversión que hace el organismo para su modernización
y actualización, pues tan sólo este año destinará
35 por ciento de su gasto operativo en las campañas de credencialización
y actualización, esto es, más de 2 mil 100 millones de pesos.
"Estas son estadísticas frías, pero que
hablan de la confiabilidad del instrumento", dijo Luken, quien puntualizó
que el padrón sólo cuenta con los datos que se incluyen en
la credencial: nombre, sexo, domicilio y una "inferencia de la edad".
Desde hace dos años, el IFE ha fijado como prioridad
la modernización del Registro Federal de Electores (RFE) para abatir
costos e incrementar la eficiencia. La creación de un centro único
que se construirá en Hidalgo y la modificación de la manufactura
de la credencial son de las principales acciones realizadas desde el pasado
proceso comicial.
Así, el costo de la credencial se redujo de 15
a 5 pesos, con la añadidura de que ahora cuenta, subraya Luken,
con mayores medidas de seguridad. Hasta ahora, los esfuerzos del IFE se
han orientado a dar la mayor seguridad a esta credencial para evitar su
falsificación.
Esto incluye fotografía digitalizada que se convierte
en un algoritmo matemático que facilita al RFE la verificación
para evitar duplicidades; el marco de la imagen es una microlínea
en la que se incluyen los datos de la persona, que se pueden verificar
con lupa, al igual que el marco de la firma; tiene un código de
barras bidimensional, tinta ultravioleta y otros códigos escondidos
que no se divulgan para evitar falsificación.
Sin embargo, en el caso del padrón los requerimientos
que se tienen para darle confiabilidad a los partidos permiten que representantes
de los que tienen registro y los que lo han perdido cuenten con copias.
"Hay que subrayar -dijo Luken- que no tenemos ningún
elemento en absoluto para inferir que la presunta venta del padrón
haya salido de los partidos políticos, quienes han demando al igual
que el IFE el esclarecimiento de este hecho."
Por cierto, en la sesión del Consejo General de
mayo próximo, los partidos políticos y los consejeros validarán
el padrón y el listado nominal que se utilizará en los próximos
comicios. Al incremento de 8 por ciento en el número de ciudadanos,
se debe sumar alrededor de 12 por ciento de cambios de domicilio.