Sin control, el "mercado" de bases de datos
A partir de las denuncias presentadas ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) sobre el presunto uso ilícito del padrón electoral por parte de empresas privadas nacionales y extranjeras, las indagaciones revelan que existe un mercado sin control de bases de información y muchas veces sin que el ciudadano común haya otorgado autorización expresa para que sus datos confidenciales sean compartidos por terceros.
Las lagunas jurídicas en la materia permiten que instituciones bancarias "vendan" o "compartan" información confidencial de sus clientes -como estados de cuenta o capacidad crediticia- sin conocimiento del interesado o con la aprobación otorgada de manera poco clara en las "letras chiquitas" de los contratos que manejan los bancos.
También se da el caso, explicaron los informantes, de que el ciudadano común es el "culpable" de que sus datos sean recabados de una manera poco clara: "Muchas veces mandamos cupones a concursos de diversos tipos en los que invariablemente incluimos dirección, teléfono, correo electrónico e incluso datos de familiares y conocidos, que son capturados y se convierten en valiosas fuentes de información para sectores comerciales o financieros interesados en captar clientes".
Aun cuando la Fepade no ha establecido vínculos entre estas bases de datos y documentación electoral confidencial, trascendió que la fiscalía sigue de cerca el tema y analiza ya la legislación internacional.
Sin embargo, la fiscalía que encabeza María de los Angeles Fromow investiga además de la denuncia presentada en 1998, en reserva por el presunto uso ilícito del padrón electoral del Distrito Federal, y la que presentó el IFE el pasado martes relacionada con la presunta adquisición del padrón electoral federal por parte de la empresa estadunidense ChoicePoint, otra demanda contra una firma comercializadora que distribuía propaganda en los hogares, cuyos datos habrían sido obtenidos del padrón. Según la Fepade se viola toda la estructura de confidencialidad de datos, los cuales sólo pueden ser usados para fines electorales.
JESUS ARANDA