Opositores al bloqueo consideran detenidos los avances hacia la relajación del embargo

EU busca una crisis con Cuba, acusa diplomático de la isla

Washington fomenta la frustración al incumplir sus compromisos migratorios con La Habana, dice

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington y Nueva York, 23 de abril. El representante cubano en Washington afirmó hoy que algunos miembros del gobierno de George W. Bush intentan crear "las condiciones para una crisis" con Cuba, pero algunos de los principales promotores estadunidenses de una mayor apertura hacia la isla afirman que las recientes acciones del gobierno cubano han detenido los esfuerzos para debilitar el embargo.

Dagoberto Rodríguez Barrera, jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, defendió este miércoles las acciones de su gobierno en el reciente enjuiciamiento de disidentes y las ejecuciones de tres secuestradores. Durante una conferencia de prensa indicó que no considera que estas acciones afecten los esfuerzos de aquellos políticos estadunidenses que buscan debilitar el bloqueo contra Cuba. "Esperamos que estos legisladores entiendan las razones legítimas que cita Cuba para actuar en la forma que hemos actuado", dijo.

Nuevo revés a la relación bilateral

Pero la relación bilateral sufrió otro revés hoy con la renuncia de la junta directiva y el director ejecutivo de una de las más prominentes organizaciones estadunidenses dedicada a la ampliación del comercio y viajes entre los dos países.

"El régimen no podía dejar de saber que sus acciones tendrían un efecto congelante sobre los esfuerzos para relajar las sanciones de Estados Unidos", declararon el ex secretario de Estado William Rogers y los otros miembros de la junta directiva de Cuba Policy Foundation al presentar su renuncia. "El arresto de los disidentes que justo días antes se habían reunido con miembros del Congreso de Estados Unidos sólo puede ser interpretado como intencionado para desacelerar la iniciativa y avergonzar a los que están detrás de ella", afirmaron.

El legislador republicano Jeff Flake, promotor del relajamiento del embargo, presentó una resolución al Congreso condenando el arresto de los disidentes, y otros legisladores han dicho que las recientes acciones del gobierno cubano han detenido todo avance hacia el relajamiento de la prohibición de viajes y levantar restricciones a ventas de productos agrícolas, entre otras iniciativas. "El embargo sigue siendo una mala idea, pero cambiarlo ya no ocurrirá en algún momento próximo", dijo el legislador Charles Rangel -otra figura prominente en la lucha contra el bloqueo- a la agencia Ap.

El diario New York Times reportó recientemente que el gobierno estadunidense considera ahora apretar aún más el bloqueo al limitar el envío de remesas a la isla y/o suspender los vuelos fletados. "Estamos considerando cómo avanzar hacia los objetivos de nuestra política en un clima de creciente represión", confirmó un funcionario del Departamento de Estado entrevistado por La Jornada al responder a estas versiones.

Aparentemente, como parte de este esfuerzo para endurecer la política hacia Cuba, Estados Unidos copatrocinó hoy una resolución en el Consejo Permanente de la OEA para condenar los abusos sobre derechos humanos. Pero un indicio de las dificultades que aún enfrenta Washington para promover tales medidas en ese foro, es que la resolución fue objetada por Venezuela y bloqueada sobre premisas de procedimiento por Brasil y México, entre otros países, fracasando así por ahora.

No obstante, Rodríguez Barrera señaló que "la hostilidad del gobierno de Bush se ha incrementado dramáticamente". Como parte de esto, añadió, "Estados Unidos ha buscado fabricar una oposición en Cuba al otorgar los medios materiales para esa gente. Esa parece ser la obsesión del gobierno de Estados Unidos".

El diplomático cubano también acusó que Estados Unidos ha intensificado deliberadamente la frustración dentro de la isla al no cumplir sus compromisos del acuerdo bilateral migratorio para permitir la inmigración legal de por lo menos 20 mil cubanos cada año a este país. "Estamos a mitad del año formal y solamente han dado 700 (permisos). Están intentando crear frustración (entre los que desean inmigrar)", subrayó Rodríguez Barrera.

Pero según fuentes oficiales en esta capital, Estados Unidos ha procedido más lentamente en la aprobación de la inmigración de todos los países después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y un funcionario del Departamento de Estado informó a La Jornada que la Casa Blanca entiende cuáles son sus obligaciones bajo el acuerdo y las cumplirá.

Sin embargo, desde la perspectiva cubana, este manejo de la situación migratoria sólo anima los intentos ilegales para migrar a Estados Unidos, como secuestros y otras acciones peligrosas. Rodríguez Barrera señaló que se han registrado siete intentos violentos para ingresar a Estados Unidos en los últimos meses, y sostuvo que el gobierno de Bush no ha hecho lo suficiente para disuadir este tipo de acciones.

Cuando se le preguntó por qué Cuba no cierra la oficina de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, Rodríguez Barrera respondió que eso es precisamente lo que algunos en el gobierno estadunidense desean. "Estarían felices si decidiéramos cerrarla o expulsar al jefe de esa sección de intereses", dijo. "Pero creemos que una de las pocas cosas positivas en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos es la existencia de las secciones de intereses, que se han convertido en un canal entre los pueblos de ambos países".

Descarta invasión militar

Finalmente, al concluir la conferencia de prensa, el diplomático cubano fue interrogado en torno a si pensaba que había posibilidad de una invasión estadunidense de su país. "No vemos la posibilidad de una invasión militar. Nadie habla de eso. Estamos hablando de una crisis", indicó. "No pensamos en esa posibilidad".

Wayne Smith, ex jefe de la sección de intereses de Estados Unidos en Cuba y promotor de suspender el bloqueo, escribió recientemente que "los cubanos hicieron precisamente lo que el gobierno de Bush había esperado que hicieran". En un artículo publicado en el Baltimore Sun, agregó: "esta es una mancha que impedirá cualquier avance significativo en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba hasta que exista alguna mejoría de las condiciones en la isla. Mientras tanto, el gobierno de Bush seguramente continuará con las presiones y las provocaciones, para prevenir tal mejora".