Celebración por el Día Mundial
del Libro y del Derecho de Autor en el DF
Se debe leer por hábito personal y no con la
idea de ''conseguir trofeos''
La actividad en las cuatro carpas emplazadas en diferentes
puntos de la ciudad atrajo numeroso público Es mejor asumir la
cercanía cotidiana del libro, dice Felipe Garrido
CESAR GÜEMES
El Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor,
celebrado este miércoles en el Distrito Federal, cumplió
su objetivo a juzgar por la cantidad de público y su respuesta al
asistir a las cuatro carpas que la Dirección General de Publicaciones
del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) instaló
frente al Palacio de Bellas Artes, la Alameda del Sur, la Casa del Lago
y en la explanada de la delegación Benito Juárez.
Autores
y lectores se encontraron en los cuatro sitios con promotores de lectura
y actores profesionales, que encarnaron -estos últimos- a Miguel
de Cervantes, Ramón López Velarde, Sor Juana Inés
de la Cruz, William Shakespeare, Charles Perrault, William Faulkner, Rosario
Castellanos, Virginia Woolf, Jacobo Grimm y Sherezada.
¿Qué tan buenos lectores somos?
Felipe Garrido, titular de la Dirección General
de Publicaciones, expresa a La Jornada: ''Lo único que realmente
se puede hace en honor del libro es leerlo y difundirlo". Respecto de los
índices de lectura que periódicamente se refieren en los
medios y que van del medio libro al año al libro y medio en el mismo
lapso por persona, Garrido manifiesta:
''En México se lee mucho más de lo que se
dice y mucho menos de lo que se debería. Cuando escucho mencionar
las cifras promedio de lectura en el país, en primer término
no me queda claro cómo se llegó a ellas. Entiendo que miden
la venta de libros, pero la lectura real no se cuantifica de esa manera.
Luego, no hay que sentirse desconsolado por estas cifras. En último
caso habría que preguntarse qué tan buen lector es uno. No
se trata de romper marcas y leerse tres libros a la semana todas las semanas,
sino de convertir la lectura en un hábito personal. No se lee para
conseguir trofeos. Es mejor asumir la cercanía cotidiana con el
libro como la tenemos con otros medios."
Escuchas y lectores en la Casa del Lago
Por su parte, Javier Narváez, responsable de ferias
y actos especiales de la Dirección General de Publicaciones de la
Universidad Nacional Autónoma de México, señala: ''En
el caso específico de este día las ventas son buenas, pero
lo que realmente busca la Universidad es tener una presencia clara y firme,
que el lector conozca lo que publicamos y se acerque a nuestros libros:
hablamos de 600 títulos al año, una cifra muy considerable".
Carmen Carrara, responsable de la Casa del Lago, considera
que la respuesta a la convocatoria fue ''muy aceptable, aunque por lo general
los miércoles no son el mejor día de la semana para que el
público acuda".
No es casual la presencia de escuchas y lectores, ya que,
como explica Carrara, las actividades de ese recinto auspician la lectura
a lo largo de todo el año:
''Los fines de semana tenemos cuentacuentos, talleres
de lectura, un libroclub, préstamos de libros a domicilio y un grupo
de lectores que ahora toman cursos para realizar lecturas en voz alta en
hospitales, orfanatorios y en sitios en los que hay personas con alguna
discapacidad que les impide leer."
Por último, Roberto López Moreno, mientras
se negociaba acortar o no la permanencia de la carpa del CNCA en la explanada
de la delegación Benito Juárez, explicó al público
las ventajas de la lectura: ''Por lo pronto es un concepto más amplio
del mundo en que se vive; una sensibilidad mayor que nos hace accionar
dentro de nuestra esferas con una mejor propuesta para la coexistencia
humana".
Es preciso decir que el Cervantes mexicano se llevó
la tarde, en el día que se conmemora su fallecimiento, en la fecha
exacta que se considera también la muerte de William Shakespeare.